✵Prólogo✵

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Esa noche fue la peor noche de mi vida

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Esa noche fue la peor noche de mi vida.

Los pensamientos me atormentaban, me faltaba la respiración y sentía un dolor muy grande en el pecho. Está de más decir que no dormí en toda la noche. Los recuerdos de la muerte de mi papá se reproducían en mi cabeza incansablemente. A mi mamá le había costado mucho superarlo, y le había afectado tanto emocionalmente que había intentado quitarse la vida. No quería que volviese a intentarlo esta vez, por eso tenía que cuidar de ella todo el tiempo.

Iba a ser muy difícil recuperarse de otro golpe como ese, yo lo creía casi imposible. Pero no podíamos dejarnos morir nosotras también. Aun así, no pude evitar sentir una profunda tristeza por todo lo que pasó. Lloré, grité, pataleé, tiré todo a mi alrededor, incluso intenté lastimarme a mí misma, y ni con eso pude conseguir que el dolor se fuera.

Me encontraba hundida en un pozo sin salida. Cuando ya no pude más con el dolor, salí a toda prisa de mi habitación y me dirigí hacia el patio. Sentía que me estaba ahogando, algo me impedía respirar. Pensé que el aire fresco de la madrugada podría tener algún efecto en mí. 

Y sí que lo tuvo. 

Incliné mi cabeza hacia arriba y observé el cielo fijamente. Estaba lleno de estrellas, y eso me hizo sentir muy cerca de él. 

De alguna manera, eso me ayudó a encontrar un poco de paz.

Estrellas de Neón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora