✰Capítulo 48✰

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LEONE

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LEONE

Después de que Ariadna se fuera, mi madre entró de nuevo a la habitación. Se disculpó conmigo otra vez y al fin logramos estar de acuerdo en algo. 

Me prometió que desde ese momento me iba a apoyar en mis decisiones aunque no fueran de su agrado. Se puede decir que a partir de ese entonces nuestra relación cambió, comenzamos a llevarnos mejor y ya no discutíamos tanto. También comencé a tener más comunicación con ella y con los demás miembros de mi familia. 

De alguna manera, lo del accidente nos cambió a todos. Pienso que a veces es necesario tocar fondo para darnos cuenta de lo que realmente estamos haciendo, y hacer cambios para mejorar como personas.

Me dieron de alta unas semanas más tarde. Tal como el médico nos indicó, tuve que continuar con la rehabilitación al salir del hospital. Todavía no recuperaba la fuerza muscular en las piernas en su totalidad, no podía caminar sin muletas. El haber estado tanto tiempo en una cama sin hacer ninguna actividad física me afectó mucho. 

Así que no fue tan fácil volver a la normalidad, además, seguía teniendo problemas de concentración y de memoria. Temía que fueran a largo plazo, pero con la ayuda de mi familia y mis amigos poco a poco fui mejorando en ese campo.

Había tantas cosas que quería hacer. Al principio tuve muchas limitantes, ya que mi recuperación fue un poco lenta, pero a medida fue pasando el tiempo, me fui sintiendo mejor. Al cabo de un mes ya me sentía listo para continuar con mi vida normal. 

Claramente mi vida no sería completamente normal, pues las secuelas aún seguían ahí, perjudicándome. Y a pesar de ello, me sentía más vivo que nunca. Lo que me pasó me enseñó que la vida es muy corta para no atrevernos a hacer lo que nos gusta o lo que soñamos.

Por eso, luego de darme cuenta de lo afortunado que era por estar vivo y estar junto a las personas que amaba, decidí que empezaría a hacer todo lo que antes no pude. Por miedo, por el que dirán, o por cualquier otra excusa que me haya inventado. Solo quería vivir cada día como si fuera el último y disfrutar el tiempo que compartía con mis seres queridos.

Y lo primero que quería hacer era continuar con lo que había dejado pendiente y que se suponía que iba a hacer cuando decidí viajar. Para ello necesitaba la ayuda de muchas personas. Ariadna aún se encontraba en Roma, no quería regresar a su casa hasta que yo estuviese recuperado por completo, lo cual no sabíamos cuándo sucedería. 

Mi madre le ofreció quedarse en su casa, ya que ahora formaba parte de nuestra familia. Ella aceptó y dejé que se quedara en la que era mi habitación porque era más cómoda, mientras que yo me quedé en la de invitados.

Había planeado la sorpresa por varios meses y aun así me sentía nervioso. Lucas también quiso ayudarme, viajó una semana antes para ayudarme a preparar todo. Me había acompañado a comprar algunas cosas y también se encargaría de organizar todo junto a mi hermana y mi madre. 

Estrellas de Neón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora