Estrellas de Neón ©

✰Capítulo 31✰

ARIADNA

Era increíble lo rápido que habían pasado los años. 

Todavía recordaba el primer día que llegué a España. Mi primera clase, mi primer concurso de cine... Y de un momento a otro me encontraba de pie, recibiendo mi diploma. Estaba realmente emocionada, había culminado mis estudios y me había graduado con honores. 

Fue un proceso lleno de retos y desafíos, pero lo había logrado. Y el haberme graduado con mis amigos era todavía mejor. La ceremonia fue muy bonita. Eran muchísimos estudiantes los que se graduaban ese año.

Con los chicos decidimos hacer una pequeña reunión para celebrar, y habíamos invitado a Leone, como siempre. Y a Esteban también, quien había llegado a formar parte de nuestro grupo de amigos. 

En esa misma reunión, nuestros amigos aprovecharon para despedirnos a Sofí y a mí, ya que nos iríamos unos días después. Pudimos habernos quedado más tiempo, tal vez un mes más, pero ya habíamos comprado los boletos y estábamos ansiosas por regresar.

A Leone no le pareció tan bien que me fuera tan pronto, y lo entendía. Aun así, ya estaba decidido. Además, entre más pronto me iba, más pronto lo iba a poder visitar. Había estado ahorrando para ello. 

Y si me tomaba un año de descanso, podía volver a mi antiguo puesto de trabajo para que el dinero no se me acabara. No iba a ganar lo mismo que en España, pero me serviría para mis gastos. Estuve durante toda una semana organizando mi equipaje. Mi novio me ayudó, aunque sabía que eso lo ponía muy triste.

Un día antes del viaje, Leone me sugirió que hiciéramos algo para pasar ese último día juntos. Yo acepté. Las despedidas tampoco le gustaban, pero le pedí que se imaginara una cita como cualquier otra, y que no pensara en que sería nuestra última cita antes de irme. 

La idea que tenía era visitar un pequeño parque que estaba cerca de donde él vivía. Era un paseo de varias horas, así que me recomendó ir vestida lo más cómoda posible. Iba a hacerle caso en eso, aunque iba a tratar de arreglarme un poco porque quería verme linda para él. Sobre todo por la ocasión.

Estaba terminando de arreglarme cuando recibí un mensaje de Leone, quien ya me estaba esperando afuera.

—Ay, no puede ser— exclamó Sofía observándome de arriba abajo.

—¿Ahora qué?

—¿Por qué razón llevas puesta esa gorra tan espantosa?

—Ya vas a empezar...— presioné mi frente con los dedos— Si voy vestida así es porque Leone me dijo que sería un viaje de campo.

—Lo digo en serio. La ropa me parece bien, por lo menos no te ves como una pordiosera. Pero qué onda con la gorra, está fuera de lugar.

—¿Qué tiene la gorra?— me di un último repaso en el espejo.