Estrellas de Neón ©

✰Capítulo 25✰

ARIADNA

Solo quedaban 3 semanas para que finalizaran las clases. Era increíble lo rápido que había transcurrido el año, me habían pasado tantas cosas que podía decir que mi experiencia viviendo en España había sido una de las mejores de mi vida. Por lo menos durante mi primer año de estancia. 

Cada año, algunas escuelas de la universidad organizaban un concurso con diferentes categorías, en el cual todos los estudiantes tenían la oportunidad de participar. Dentro de esas categorías se encontraba la de cine, y lo que los alumnos debían hacer era llevar a cabo el rodaje y la producción de una escena de una película creada por ellos mismos.

Mis amigos me animaron a que participara, ya que consideraban que era muy buena en eso. Además, era en grupos, y ellos también iban a participar. Acepté porque pensé que sería divertido, también porque el premio sería monetario y ese dinero me iba a servir de mucha ayuda.

Estaba muy emocionada, pero a la vez muy nerviosa. Era la primera vez que hacía algo así, tenía experiencia elaborando cortometrajes, pero producir una película en sí era más complejo. Aunque fuese solo una escena.

Nos encontrábamos en la hora del almuerzo y nos pasamos todo el rato hablando de eso.

—Tenemos que pensar primero en qué haremos. Hay que generar ideas— sugirió Matías.

La participación era en grupos de 5 personas, pero como solo éramos 3 (Matías, Estela y yo) quienes estábamos en la misma carrera, otros dos chicos, amigos de Matías, se unieron a nosotros. Ellos también eran muy talentosos y creativos.

—Podemos hacer una escena de acción— comentó Estela entusiasmada.

—Mejor una de ciencia ficción o algo sobre comics— opinó Samuel, uno de los nuevos integrantes del grupo.

—Eso es muy friki— espetó Estela, rodando los ojos.

—A tu novio le gusta ese tipo de cosas, y no creo que lo consideres un friki— contraatacó el chico.

Estela hizo un mohín de disgusto.

—¿Y por qué no hacen una relacionada a la amistad y al valor que esta tiene?— intervino Karen.

Todos la miraron con desaprobación. A mí me parecía interesante ese tema.

—No creo que sea tan mala idea— la secundé.

—Ella ni siquiera está en nuestro grupo— dijo Estela, sonando un poco pesada.

—Vale, vale, chicos. Es por esto que debemos generar ideas, yo propongo que cada uno piense en algo. Hay que hacer una lluvia de ideas y luego podemos expresar lo que hayamos pensado— aconsejó Matías.

—Vale— dijimos todos en unísono.

Sacamos nuestros cuadernos y anotamos todo lo que se nos venía a la mente. Yo tenía algunas ideas, pero no estaba segura de que fueran buenas, o que mis amigos las aprobaran.