Estrellas de Neón ©

✰Capítulo 9✰

LEONE

Buscamos a la exnovia de Lucas durante varios días, pero no pudimos dar con ella. Como si se la hubiese tragado la tierra. Incluso solicité ayuda a un amigo en Italia para que me ayudara a localizarla en alguna red social o por internet. No obtuvimos ningún resultado. 

De todas maneras, no íbamos a dejar de buscarla, yo le prometí a Lucas que lo apoyaría con eso, y lo haría hasta que él suspendiese la búsqueda. Ciertamente mi mejor amigo se desanimó mucho, por eso trataba de animarlo asegurándole que la íbamos a encontrar. 

Y yo quería creerlo también.

Falté a clases varios días, no le tomaba mucha importancia porque no consideraba que fuesen esenciales algunas asignaturas y porque había estado ayudando a Lucas por las mañanas, ya que ambos trabajábamos por las tardes. Pero se me estaba haciendo costumbre faltar y tenía que dejar de hacerlo. 

Decidí no faltar más y comencé a ir de nuevo a la universidad con normalidad. Tampoco podía ausentarme porque se aproximaban los exámenes y ya estábamos en evaluaciones. No había asistido a clases en casi toda una semana y estaba un poco atrasado con los trabajos. 

Tenía que ponerme al día y el solo pensar en todo lo que tenía que hacer, me estresaba mucho.

Y justamente cuando me dispuse a ir a la universidad y entrar a todas mis clases como una persona responsable, me quedé dormido. No escuché la alarma, otra vez, o quizás ni siquiera la activé. No lo recordaba. Aunque casi siempre me pasaba lo mismo, me levantaba tarde y me relajaba demasiado. 

Eso también tenía que cambiarlo, pero era muy difícil. Cuando nos mudamos había dicho que no era un inconveniente para mí despertarme más temprano para ir a clases, pero es más fácil decirlo que hacerlo.

Ya era muy tarde, aun si viajaba en mi motocicleta no iba a llegar a tiempo. Pero de igual modo lo intenté. Por suerte encontré espacio en el estacionamiento y no hizo falta que buscara un lugar vacío. Faltaban unos pocos minutos para que mi primera clase comenzara y aflojé el paso, todavía tenía tiempo. 

Mientras me dirigía al edificio, pensaba en Lucas y en la situación tan complicada en la que se encontraba. Él siempre había tenido una vida un tanto dura y los problemas que enfrentaba a menudo lo afectaban mucho, aunque él no lo demostrara.

Caminaba con la mirada fija en el suelo, iba tan distraído que sin darme cuenta choqué con otra persona. Mi reacción fue rápida, casi nos disculpamos al mismo tiempo. El golpe fue duro porque parecía que ella iba a toda velocidad y yo la detuve en su camino. 

Cuando levanté la cabeza, me sorprendí mucho al ver a la chica con la que me había topado. Era la chica que trabajaba en la pizzería. Después de tanto tiempo la veía de nuevo.

Tenía mucha prisa porque quería ir a la papelería. No entendía por qué iba en dirección contraria, pero no me dio tiempo de preguntarle. Tampoco quiso que la acompañara. Luego de un cruce de palabras, se alejó diciendo que no tenía mucho tiempo, y aunque la viese cualquier otro día en la universidad, tenía que preguntarle su nombre en ese momento.