ᴘʀoмιsᴇs нᴀʟʟ || втѕ

✔️FIFTY-EIGHT

||Las Cosas Cambiaron, Yo Cambie...||

El trascurso de ingreso a clases había sido un poco habitual. Después de aquello acontecido en la parte exterior del instituto Seok Jin se acercó a mí para acompañarme hasta nuestro salón de clases. Esta vuelta a clases figuraba también cambio de asiento, aunque sinceramente esperaba que me tocara sentarme a lado de JiMin. Necesitaba hablar con él, debía explicarle tanto, incluido lo que vio afuera del instituto.

Fuimos a nuestro paralelo, al entrar elegí el asiento que fuera de mi agrado, ni tan lejos de la pizarrón ni tan cerca. Seok Jin me había dejado totalmente sola después de haberse topado con aquella chica que tiempo atrás había mencionado. No había vuelto a saber nada respecto a las relaciones que actualmente tenía mi amigo, sin embargo, no era de mi incumbencia meterme en las cosas de los demás.

Me encontraba decretando que asiento sería el preferible para prestar atención a clases. Sentí la puerta del curso abrirse, supuse que alguien había ingresado y por reflejo voltee para ver de quien se trataba... Me paralice en cuanto mis ojos se toparon con el rostro de Park, él se hallaba a unos cuantos pasos de mí. Mi mente por instinto quiso aproximarse a él, pero algo dentro de mí me decía que las cosas no marcharían bien si lo hacía, pero decidí dejarme guiar por lo que mi mente decía. Podría llegar hacer lo mejor, arreglar cosas que posiblemente no estaba al tanto y sin más una vez me aproxime comenzó nuestra disputa.

— ¿Park, que tienes porque no me has llamado? — Paso casi un minuto en el que él no me prestaba atención a nada de lo que decía— ¿No piensas hablarme o qué?, Park toda estos días he estado necesitando de ti y tu ni siquiera te acercas o más que sea podrías haber enviado un mensaje de texto no lo sé, ¿Qué tienes JiMin, no entiendo tu enojo...?

— Por favor, podrías dejarme en paz de una vez por todas. — Dijo en tono seco, dirigiendo su mirada cargada de odio sobre mí, cada vez entendía menos a que se refería.

— ¿Pero que tienes, Park? Yo solo vine a tratar de saber qué es lo que paso para que te portes de esa manera... — Hable pero me vi interrumpida otra vez por su voz.

— Quiero que olvides todo lo que pasó, que te alejes de mí de una vez por todas. ¡Entiende que no te quiero cerca! — Grito, sentía como mis ojos comenzaban a cargar lágrimas, pero no las dejaría salir.

— Pero... ¿por qué? Estaba todo bien entre nosotros, las cosas iban bien... No lo entiendo...

— ¡Sola aléjate de mí y déjame en paz! — Aun no podía creer su manera de tratarme.

— Bien. Eso hare, Park. No comprendo porque has tomado una decisión así, lo nuestro iba bien y de la noche a la mañana te portas como si hubiera cometido un acto que despedazara lo que estaba surgiendo entre nosotros.

— Por favor, Min Young. No seas cínica. — Su mirada aun cargaba odio y aun no comprendía que era lo que había sucedido, para que aquella mirada recayera sobre mí.

— Eres un idiota, Park. — Dije por ultimo.

Sin decir una palabra más me aleje lo antes posible de él, pero antes de salir completamente del lugar vi entrar a Miyeon quien tenía una sonrisa grabada en su rostro, al momento de pasar por su lado su mirada altanera se cruzó conmigo. Todo esto aunque no quisiera me afectaba, sentí una de mis lágrimas antes detenidas, caer por mi mejilla. Al cruzar la puerta de salida me topé con Amber, quien al verme se acercó a preguntarme cual era la razón por la cual me encontraba tan alterada, para este punto ya me encontraba un desastre.

Sentía que pronto me podría dar un ataque de pánico, mis ojos había perdido completamente mi visión debido a que las lágrimas obstruía el poder ver. Trato de tranquilizarme, incluso me llevo a uno de los asientos que había fuera del instituto para que estemos más alejadas de los estudiantes alrededor.

— Ya que estas más calmada, ¿Qué fue lo que paso? ¿Por qué saliste así de nuestro paralelo?— Pregunto sobando uno de mis brazos.

— No quiero hablar de ello ahora...— Respondí sin mirarla.

— Sabes que cuentas conmigo, no debes atormentarte así. — Su voz era tan relajada que hizo que una seguridad me hiciera decirle los acontecimientos que pasaba.

Le conté los detalles de cómo había estado mi relación con JiMin y como de un día para el otro había cambiado o mejor dicho como después del día de mi casi violación no había vuelto hablarme. Me alteraba que sintiera asco por aquella barbaridad que me habían hecho, pero me comento Amber que posiblemente sea un mal entendido. Sabía que ya no debería ni de broma acercarme a JiMin, la manera que me había tratado no había sido la correcta y yo no estaba para rogarle nada, era su decisión y debía respetarla.

Luego de aquella charla que tuve con Amber, las horas de clases se hicieron presentes, no lo negaba al momento de entrar sentía una tensión que no podía describir, no volví a cruzar miradas con JiMin, sabía que todo cambiaria para nosotros, pero saber que todo lo que teníamos había cambiado para mal, me afecto de sobremanera.

La primera jornada de clases se me hizo eterna, a pesar de que me encontrara en un salón de clases lo menos que hacía era prestar atención a lo que decía el docente de las primeras horas. Quería que acabara este día, me había agobiado mucho esa discusión con JiMin y más que todas las palabras que había usado para expresarse hacia mí.

Luego de horas en el instituto escuchando las aburridas charlas de los profesores, sonó el timbre de indicando que las clases habían llegado a su fin. Me tuve que quedar unos minutos más arreglando mis cosas, sentí como alguien se acercaba a mí, así que gire mi rostro hacia la persona que sentía detrás de mí.

— Min Young ¿Cómo has estado...?

— Fatal, este día de clases ha sido lo peor Yuqi, solo quiero ir a casa a descansar y que todo el mundo a mi alrededor desaparezca. — Sonreí con la calurosa idea de meterme a mi cama y no salir nunca más.

— ¿Pero ha ocurrido algo que te haya puesto de esa manera? — No quise comentar nada de lo ocurrido con Yuqi, ella aun no sabía nada respecto a mi pequeño romance con JiMin y sabía que si se lo decía iba a recalcarme lo apática y mala amiga que era al no decirle, pero siendo sincera, sabía que ella no era una persona que no guardaría un secreto como ese. Ni aunque fuéramos las mejores amigas tenía esa confianza de comentarle algo que podría usar como un chiste.

— No, Yuqi. Es solo que todo esto que ha pasado aún me tiene un poco consternada es solo eso.

— Entiendo... ¿Te parece si te llevo a tu casa?

— No hace falta, Yuqi. TaeHyung vendrá por mí o bueno eso dijo. — Ella solo asintió y se dirigió a la salida.

Luego de haber guardado mis cosas, cogí mi rumbo a las afueras de la institución donde TaeHyung había dicho que debía esperarlo. El lugar ya se encontraba casi vacío, los únicos que se encontraban a mi alrededor eras profesores arreglando sus cosas o simplemente alumnos que al igual que yo estaban esperando a alguien que los venga a ver.

Mi mirada se dirigió hacia el parque que se encontraba a unas pocos pasos de la institución, visualice perfectamente a una pareja que hizo que mis recuerdos con JiMin volvieran, aquellos días en la playa antes de esa tragedia habían sido los mejores, a pesar de que no pase todas las horas del día con JiMin, las que si pase con él, fueron las mejores. En ese lapso de tiempo me mostro su cariño hacia mi o al menos tal vez era una apariencia de su parte, aun no entendía como había cambiado tanto lo que habíamos iniciado. Pasamos de ser algo hacer completamente desconocidos y aquello era lo que me carcomía... De nada valió entregarlo todo, si cuando me entregue completamente a él, solamente se alejó.

¡Era injusto...!