ᴘʀoмιsᴇs нᴀʟʟ || втѕ

✔️FIFTY-FIVE

||Si, Todo Pasa. Pero Primero Te Atropella...||

Narra TaeHyung...

Flashback...

— ¿Que tienes, niña?— Pregunte cuando vi a una pequeña niña a lado de mi asiento de autobús. — Hola... ¿Hablas?

— Claro... Que... Si— Tartamudeo.

— ¿Cómo te llamas...?

— No debería darle mi nombre a personas desconocidos.

— Sí, pero como me vez, solo soy un niño, bien yo diré el mío primero...— Asintió— Me llamo Kim TaeHyung.

— Me llamo Min Young— Respondió, secando sus lágrimas.

— ¿Por qué llorabas, Min Young...?

Al principio aquella niña había dudado en decírmelo pero en un corto tiempo me habló diciendo que era porque había perdido a su mejor amigo y que ello la ponía muy triste.

— Ya no llores...

— Es que lo extraño demasiado...— Dijo volviendo a soltar lágrimas de sus lindos ojos.

— No llores, yo seré tu nuevo mejor amigo.— Respondí agarrando su mano— Además en el futuro te darás cuenta que tenías que esperar por mí para ser amigos.

— Pero... Tae...

— Tranquila sé que nos llevaremos bien. — Respondí dándole un pequeño beso en su mejilla. — Debo bajar mi nuevo colegio está asombroso, nos vemos al regreso.— Hable bajando del autobús.

Estaba sumamente feliz de iniciar mi nuevo año escolar, quería conocer nuevos amigos para poder jugar videojuegos. Al ingresar vi a un regordete niño siendo rodeado por algunos niños que querían pegarle.

— Aléjense de él, no les da vergüenza, los acusaré con la maestra. ¡Fuera de aquí!— Grite enojado. — ¿Estás bien?

— Si, pero no necesitaba tu ayuda. — Dijo sacudiendo su ropa.

— Ey tranquilo, me llamo TaeHyung...— Dije tendiendo mi mano hasta él.

— Soy JiMin... El nuevo.

Fin del flashback...

Luego de las palabras de Min Young decidí que lo mejor era apartarme este día de ella y aunque aquella decisión me costaría debía acatarla. Mi mente me daba millones de golpes, porque sabía perfectamente que el culpable de todo esto, era yo, por haberla llevado a esto, por haberle enseñado todo esto cuando lo único que yo quería era estar a su lado y cuidarla como desde que la conocí lo hice.

Te enamoraste Kim...

Y como no iba a enamorarme de ella, si tan solo su presencia había hecho que mi corazón latiera de una forma diferente. Antes de que ella se mudará a Seúl era completamente diferente y cuando regreso un manojo de emociones habían aparecido con solo mirarla a los ojos. Sus ojos ya no solo desbordaban inocencia, era una rara combinación a todo lo que yo quería cerca. Sus pensamientos habían cambiado ya no era la niña inmadura que lloraba por haber perdido a su anterior amigo. A pesar de haber dejado de comunicarme con ella, ella seguía pendiente de mí y me sentía una pésima persona por no preguntar por ella ni una sola vez.

¡Idiota Kim...!

Ahora que estaba a mi lado simplemente no pensaba ni un segundo soltarla, le declare lo que sentía, sin embargo, sabía que sería difícil estar con ella, en sus sentimientos ya se encontraba alguien más, si tan solo pudiera cambiar las cosas lo haría. Si solo ese día no me hubiera emborrachado ella podría haber estado conmigo aquella noche. Ese día se veía tan preciosa, fue inevitable que mi corazón latiera de una manera descomunal al verla. Cuando baile con ella y podía agarrar su cintura y poder dominarla a mi gusto, era algo que deseaba repetir con cada fuerza de mi ser.