✔️EIGHTY-FIVE

21 5 0
                                    

|| Pequeñas Marcas De Dolor ||

— No es tu culpa...— Dije viéndome al espejo con lágrimas en los ojos. — Tú no quisiste esto, todo ocurrió sin tu consentimiento.

Sabía que no era la única mujer que había pasado por algo similar, no era la única chica que había sido tocada sin su consentimiento, pero el hecho de que haya pasado hace apenas semanas, me hacía asquearme de mi cuerpo mientras lo veía sin ropa. Sentía que cada parte de mi piel había sido tocada y por lo tanto me daba la sensación de que estaba inmunda.

Los días grises habían pasado, pero no para mí, verme cada vez enfrentada a mi realidad, teniendo presente las miradas entrometidas de las personas que tenían conocimiento sobre lo que había ocurrido me terminaban incomodando, pero más el hecho de que muchos de mis compañeros de salón habían dado un pésame como si hubiera muerto algo significativo. Los cuchicheos de muchos salones habían llegado a mis oídos, muchas burlas y comentarios innecesarios sobre que estaba maldita al haber sido obligada a mantener relaciones, me hacían sentir repulsiva.... Y es que lo estaba o así me sentía.

Habían pasado alrededor de un mes desde aquella noche que había sido libre. Mi vida ya no era igual, cada tarde después del instituto debía ir a citas con el psicólogo, las cuales habían hecho que mi ansiedad de las primeras noches bajarán. Ellos ya estaban al tanto de todo lo que había ocurrido conmigo y al principio fue difícil contarles mi versión, pero poco a poco pude decirles cómo me sentía y con varios consejos he afrontado la nueva realidad, aunque eso no evitaba que me sintiera inmunda.

Mis días en el instituto como ya lo había mencionado habían sido una tortura por todos los comentarios que había recibido, incluso algunos profesores se habían acercado a mí con intenciones de darme ánimos, pero la verdad es que su presencia solo me hacía acordar la tortura que había vivido.

En mi pequeño grupo de amigos solo quedaba Minnie, Amber y Seok Jin, quienes eran las únicas personas que me sacaban pequeñas risas y me hacían olvidar un poco el dolor. Lo agradecía, sin embargo, sentía sus miradas de pesar puesta en mí, al igual que muchos seres cercanos, el hecho de la encontrar esas miradas sobre mí, había hecho que me alejara de ellos haciendo mis minutos de descanso más solitarios de lo que antes eran y a pesar de que mis amigos compartían conmigo, yo decidía ignorar sus conversación y centrarme en un punto de la cafetería, mientras miles de pensamiento rondaban por mi cabeza.

Me dirigí a la ventana de mi habitación, tal y como recordaba unos meses atrás que estaba un poco más nerviosa por lo que me depararía en el año y aun faltando pocos meses para que esté terminará me respondía las miles de preguntas que había tenido todo este transcurso de tiempo.

Mi psicóloga al igual que mis padres me habían mencionado lo que había ocurrido con NamJoon, había sido juzgado en uno de los tribunales más reconocidos de la ciudad, no solo por violación, en su historial se encontraban muchos casos de asesinato, tráfico de drogas y tráfico de blancas. Su corporación había sido buscada por años y necesitaban sacarle la información a NamJoon, pero este no había dicho nada desde que comenzaron a juzgarlo, lo cual provocó que tuviera años en cárcel. No quería saber cuánto tiempo le habían dado, pero con la severidad del asunto sabía que pasaría muchos años encerrado. No había ido a dar testimonio a la Corte, ya que luego de hablar con el oficial no había querido abrir mi boca para nada más que no fueran respuestas cortas.

YoonGi y Yuqi también habían sido juzgados por ser cómplices de todo esto, Yuqi no había sido sometida a prisión, pero si a trabajo social en varias instituciones del país. YoonGi al haber sido parte de la corporación en la que NamJoon había dirigido todo este tiempo, había sido encarcelado con una pena de 10 años. HoSeok quien aún se encontraba en el hospital, no sabía nada de lo que estaba ocurrir actualmente. Sus lesiones debido al impacto de los disparos habían ocasionado que sufriera grandes operaciones en todo el transcurso de este tiempo. Había ido a visitarlo muy seguido luego de que el médico nos comunicara que HoSeok había despertado, aún antes de ir con él debía tener mi certificado de que está progresando con mis psicólogos, en esos días me había ingeniado para que los psicólogos hicieran todo lo posible para que pudieran dejarme ver a HoSeok, aunque en todo ese transcurso haya mentido sobre lo que en realidad pasaba por mi mente.

Al ver a HoSeok al hospital, lo primero que percibí fue el fuerte olor a medicina, al dirigirme a su habitación lo vi arrecostado en una camilla con sueros y otros aparatos pichando su piel, y a pesar de que él al verme me dio una sonrisa de cariño, no pude contener mis lágrimas, HoSeok trato de calmarme cuando me dirigí a abrazarlo, incluso me dio cortos besos en mi frente mientras palabras de aliento salían de él, todo eso fue un calmante para todas las emociones negativas que había tenido.

Cómo era de esperarse HoSeok estaba ansioso por saber que había ocurrido con YoonGi, a lo cual yo simplemente respondía que por las terapias psicológicas me habían alejado de las noticias de los demás. Sus padres me habían prohibido decir una sola palabra sobre YoonGi, ya que saber en el estado que estaba pasando YoonGi con todo el juzgado, podía terminar afectando el proceso de recuperación de HoSeok, así que tuve que decirle esa mentira y aunque sabía que él no me creía, no me presionó a que hablara de ello. Luego de casi dos horas de estar en el centro de salud mis padres llegaron por mí, ya que no podía estar tanto tiempo fuera de casa, — Ellos aún tenían inseguridad por si NamJoon volvía hacerme daño. — me despedía de HoSeok con un fuerte abrazo a lo cual él respondió mientras me decía que todo había acabado y que no me encerrará en la burbuja de inseguridades que se crearían en mí.

Pero ya era tarde, yo ya estaba en ella.

Mis padres habían prohibido rotundamente la entrada a mis amigos, incluso a TaeHyung, quien día tras día me enviaba mensajes preguntando cómo me encontraba, pero había dejado de responder a todos sus mensajes, incluso había dejado de usar mi celular, no quería volver a ver mis redes sociales por miedo a volver a recibir mensajes de número desconocidos. Mis amigos cada día enviaban un mensaje y al ver que no respondía habían contactado a mi hermano para preguntar por mí.

Viendo aún por la ventana empapada por algunas gotas de agua que había dejado la lluvia de esta madrugada, pase mis dedos por las orillas notando la humedad de esta. A mi mente la persona que atormentaba mis días, Park JiMin... Las cosas con él siguen igual que antes, pero sin récores algunos, habíamos decidido tomar nuestro destino, no estaba bien seguir juntos sabiendo todo el daño que nos habíamos provocado. En el instituto habíamos pasado por personas totalmente desconocidas y aunque quisiera volver a entablar una conversación con él, no podía hacerlo, me sentía culpable por todo lo que les había ocurrido. Sé que él no se va a perdonar nunca el hecho de haber visto morir a su mejor amiga y no poder hacer nada para poder salvarla y en parte todo ello era mi culpa.

Yo había causado tanto dolor a las personas que más quería, solo por ser el centro de objetivo de alguien que nos destruyó a cada uno de nosotros, dejando marcas tan profundas como la perdida de alguien a quien apreciábamos.

Extrañaba poder ser yo misma, extrañaba a mis amigos y poder estar presente en sus conversación, extrañaba no ser el centro de atención en el instituto, extrañaba a Tae y sus conversación de sus ex novias, extrañaba a Yuqi y sus celos por HoSeok... y lo extrañaba a él, a Park JiMin quien me amo en un corto tiempo, quien hizo que mis días se volvieran una total locura y una total emoción del tiempo...

— ¿Min Young...?

— Jin...— Hablé un poco sorprendida por su repentina llegada. — ¿Cómo entraste aquí...?

— Tuve que hablar mucho con tus padres para poder pasar aquí, no creí que tú hermano tuviera ese nivel de sobreprotección— Dijo soltando una carcajada mientras se acercaba a mí.

— ¿Qué te trae por aquí, Seok Jin?— Pregunte un poco incómoda por su repentina visita.

— Es momento de salir de esta habitación, los exámenes de admisión están prósperos a llegar y necesitamos unos días de descanso para comenzar a estudiar así que tú y yo vamos a salir— Hablo decidido— Y no te preocupes por tus papás, saque una cita con tu psicóloga, la cual no se pudo resistir a mi hermosura y darme esto— Mostró un certificado con la firma de mi psicóloga al final— Este es el paso a tu libertad, linda.

— Jin...

— Es prohibido rechazar mi oferta, así que alístate y ponte hermosa, el día de hoy dejare que te luzcas más que yo, pero solo por un día, vamos mueve esos pies perezosa.

— Estas demente Kim Seok Jin.

— Lo sé, pero es momento de que renazcas en alguien más fuerte.

ᴘʀoмιsᴇs нᴀʟʟ || втѕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora