✔️EIGHTY-ONE

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||La Perfección Es Una Pulida Colección De Errores||

Narra NamJoon

Flashback...

Estos días me he hallado liado a mucho trabajo en la corporación. Las cuentas que había arrojado mi padre habían variado demasiado, los precios de las drogas en nuestra corporación habían bajado un cinco por ciento, haciendo que bajáramos del estatus en el que nos encontrábamos. Estaba estresado tratando de sacar las cuentas y es que actualmente también habían bajado un poco los números de trabajadores en esto y eso se debía a las nuevas corporaciones que estaban justo al ojo del que consumía. Los trabajadores que seguían con nosotros muchas veces hacían de las suyas para robar un poco de las ganancias y eso hacía que todo variara en ventas. Mi padre ya estaba al tanto de los que hacían esto, incluso es cuestión de pocas horas para que haga de las suyas y los mande a matar de un solo tiro o lo que más le encanta hacer a él, hacerlos sufrir viendo como mata a sus seres más allegados.

Dejando todo esto de lado, no he vuelto a ver a Min Young, la última vez que lo hice no fue tan bonito para ella. Tengo que aceptar que verla indefensa en aquel repugnante lugar me la pone dura y en cierta parte me siento un puto asqueroso. Ansió tanto hacerla mía pero quiero esperar para ello, a pesar de que me muera de ganas de hacerla mía a la fuerza, no quiero hacerlo así que solo quiero que lo haga por voluntad propia y con la excusa obvia de que si lo hace saldrá de su pesadilla.

Pero eso no será así...

Aún recuerdo la expresión de Park cuando le mostré aquellos videos, sus ojos mostraban repulsión a su mayor esplendor y me sentí pedante de haber provocado algo como eso en él, quería que se alejara totalmente de ella aunque ya estaba haciendo todo para que estén lejos para siempre. No pienso dejar salir a ninguno de los que se encuentran en aquellas habitaciones o al menos no pienso dejarlos salir con vida de ellas...

He ordenado que la comida sea reducida para todos los encarcelados en ese lugar, YoonGi está haciendo todo como lo planeamos, aunque siento las repulsivas ganas de decirle que tengo a su preciado solecito, pero no lo hare porque sé que eso destruiría en gran parte todos los planes que tengo y también haría que pierda un gran aliado. Min no era idiota, él sabía muy bien cómo mover las cosas aquí, antes de que ambos entráramos a la corporación de mi padre, fuimos entrenados hasta en el uso de armas y ni se diga de su inteligencia, pero casi no quería meterse en asuntos de cuentas de drogas y lo entiendo a mí tampoco me hubiera gustado hacerlo pero fue una toma de decisiones que me hizo llegar a ese punto. No sabía si me arrepentía, pero ya era demasiado tarde para poderme arrepentir de todo lo cometido, no seré muy bien visto tanto para la corporación como para terminar el instituto.

Los documentos cada vez eran más y lo único que quería era acabar con todo esto, pero pasaron varias semanas que estuve sacando cuentas de cada detalle y cuando por fin termine lo único que quería era pegarme una ducha e ir a casa y poder dormir en paz. Pero todo eso no estaba en los planes, justo antes de que me cayera rendido en mi cama mi celular comenzó a sonar haciendo que resoplara mientras me acercaba a coger aquella cosa.

— ¿Qué mierda quieres? — Hable cuando me fije del responsable de la llamada, era uno de los trabajadores de las celdas.

— Señor Kim, necesito decirle algo muy importante.

— ¿Qué esperas? ¡Habla ahora! — Grite

— Señor Kim, el otro día pasaba por las habitaciones de los que recién llegaron los jóvenes...

— Se quiénes son ahora di de una vez lo que pasa.

Tenía una mala sensación respecto a esto, más valía que no me dañaran mi día, porque me encontraba súper cansado y sin ganas de tener malas noticias.

ᴘʀoмιsᴇs нᴀʟʟ || втѕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora