✔️ONE

303 18 1
                                    

||Every Story Has An Ending, But In Life, Every Ending Is A Beginning...||

Mientras veía la ventana de mi habitación, no podía dejar de pensar en lo que me depararía este infernal año que tenía por delante. Aun no dejaba de cuestionarme como habíamos acabado así, mudándonos de mi casa en Seúl y terminar volviendo a mi antigua ciudad natal Busan. Habían pasado dos meses desde que había recibido la fatal noticia, la misma que me hizo entusiasmar pero a la vez afligirme un poco. Me faltaba poco para cumplir la mayoría de edad, y poderme ir a la universidad de Seúl o bueno eso creí hasta que me dieron esta noticia de que volveríamos a mudarnos a nuestra antigua casa. Pero nada detenía ese sueño de volver a estudiar a Seúl, tal vez ya no sería mi último año de instituto, pero serian mis años de universidad.

Hoy comenzaría mi primer día de Colegio en mi antigua instituto, en partes aquello me animaba, el hecho de volver a ver a mis antiguos amigos. Lo que me hacía entristecer era que yo ya tenía mi vida hecha en Seúl, tenía amigos — Los cuales eran limitados— pero sin duda alguna hacían que mi vida fuera un sin número de emociones que vivir.

Tiempo atrás antes de mudarme a Seúl, fue así de difícil. Deje a mis amigos, mi instituto y también a la mayoría de mis familiares y sé que aquella vez dolió mucho más, debido a la edad que en ese tiempo tenia y la poca madures y dependencia que sentía. Pero todo aquello de estas mudanzas se debe a mi padre, el cual tenía mejores ofertas de trabajo en muchos lugares y aunque técnicamente esto me afectaba no podía ser egoísta en pensar en mí. Mi padre ha sido una persona generosa y trabajadora que día a día ve por nosotros, tenía que ser consciente de ello y aceptar las mejoras y cambios que la vida tenia para todos.

No todo era malo, el hecho de ver a mis amigos y familiares es sin duda suficiente para quitar los ánimos que había adquirido al pasar de los días en Busan. Un solo pensamiento se me pasaba en cada momento de este día.

Volver a ver a Kim TaeHyung...

Sin duda la persona que deseaba tanto ver y la que sin duda me escribió todos los días hasta volver a Busan — Mentira — Mi mente repetía cada vez que usaba el sarcasmo en esa frase, la verdad era que ninguno de los días desde que estuve viviendo en Seúl había recibido un mensaje de parte de él, trataba de entender la razón por la que nunca recibí un mensaje de su parte, pero cada escusa que mi mente formaba tenía grandes deficiencias.

Mi pequeña y significativa historia con el comienza en los trayectos de buses, el chico lindo de otro instituto se hace amigo de la típica chica inexistente, hacen lazos de amistad muy fuertes — Pero no recibiste ni un mensaje de su parte — una pulsada volvió hacer acto de presencia en mi pecho, y era verdad ni aun manteniendo una amistad fuerte se había dignado a preguntar cómo había llegado aquella vez. Creo que es cuestión de ver a Kilómetros que mi historia se había convertido en la típica chica inexistente enamorada de su mejor amigo, si sin duda esa sería mi descripción de la historia que describía esto. Aunque en el trayecto de mi vida en Seúl había olvidado mis sentimientos respecto a él, aun sentía que aquellos estaban ocultos y era mejor así, no quería que volvieran a salir a la luz.

Mis recuerdos divagaron a las grandes calles de Seúl, mi pequeña casa en donde me sentía acogida, el instituto que sin duda había llenado de recuerdos mis días y el... Jeon JungKook, mi pequeño Dios Griego como siempre sabia decirle, mi historia con él fue un poco diferente, con el viví mi vida al extremo, ya que aquel chico no era tan normal como pensé el día en el que lo conocí, típico niño popular que hacia derretir a la chica que se encontraba frente a él, un chico misterioso que sin duda alguna tenía una gran pinta de ser todo un mujeriego, pero tenía la más grande virtud de todas, una amistad sincera y honesta. Era la persona a la que más extrañaría de Seúl.

ᴘʀoмιsᴇs нᴀʟʟ || втѕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora