✔️SIXTY-EICHT

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||Now You Have To Live Until You Burn...||

Narra TaeHyung

Imaginé que las cosas esta vez mejorarían y por fin podría estar con ella, pero la verdad era que todo se vino abajo... Yo sabía en lo que me metía al aceptar ser su instructor en las prácticas de seducción, sin querer me había aferrado a ella, al principio pensé que solo era un capricho mío estar junto a ella y la atracción que había en ese tipo de juegos solo era un efecto. Pero el tiempo pasó y me fui acercando a ella sin intenciones y simplemente volviendo hacer esos amigos de siempre, pero ya nada fue igual desde el día que la bese, aclare muchas cosas... Yo la quería a ella.

Me lamentaba no haberme dado cuenta antes, seguramente me hubiera ahorrado todo esta angustia de saber que no solo yo estaba en su corazón. Aquel chico que la tenía actualmente a su merced había hecho que mis oportunidades con ella sean limitadas y aquello no me gustaba para nada.

Park JiMin no la merecía, jugaba con ella eso estaba claro para todos los que estaba a su alrededor, pero para ella era difícil verlo... Si tan solo pudiera ver la clase de desastre que es JiMin, estaba seguro que lo sacaría totalmente de su vida. Incluso el día que dejo de estar a su lado espere con mucho ánimo que ella se alejara de él y solo volviera a tener ojos para mí. Cuando mantuvimos relaciones estaba seguro que comenzaríamos una gran historia, pero simplemente volvió hacer un corto cortometraje.

Cuando me dijo que se quería alejar de mi para no hacerme daño algo dentro de mí se rompió y no quería tolerar tenerla lejos de mí, estaba seguro que esto me terminaría destrozando, realmente me había hecho dependiente de ella... Pero ella terminara igual a mí.

Quería volver el tiempo atrás sacar de una vez por todas toda persona que se acercaba con malas intenciones a ella, incluso NamJoon quien le había hecho la vida inaguantable últimamente, conocía un poco de él, pero no pensé que llegaría a extremos como estos, sabía que tenía problemas familiares aunque nunca comento de ellos conmigo y bueno entendía, ya que era una persona muy cerrada y era difícil que se exprese así por así. Aunque claro YoonGi siempre fue la excepción, ambos se contaban de todo, presumo fue porque ambos tenían una vida parecida, con problemas difíciles que pasar. Sentí un gran aprecio por ambos incluso más a NamJoon.

Pero cuando NamJoon colocó sus manos encima a Min Young morí de rabia acompañado de rabia y asco por él, yo pensé que era alguien centrado por su modo de ver la vida, pero tan solo era una maldita escoria que dañaba la poca humanidad que quedaba en las personas. NamJoon se había convertido en lo que más aborrecía — Un violador— simplemente una repugnante acción que por desgracia la mayoría de hombres hacia a mujeres inocentes.

Decidí volver a centrar mis pensamientos a la aburrida materia de álgebra que por cierto era una de mis materias más aburridas, no era que la odiara, era más bien la manera que el profesor la explicaba no era una buena forma de hacer entender a un estudiantes, gire mi cabeza percatándome que no era el único que estaba sufriendo para que sonara el timbre que indicaba el fin de hora, mis compañeros estaban por dormirse en sus puestos y muchos otros estaban andando en sus móviles escondidos tras el cuaderno.

Una vez toco e timbre todo exhalaron de alivio por haber finalizado esta clase, aunque no me gustara tanto, esta materia debía estar al pendiente de ella, ya que sería fundamental para dar mi prueba de admisión a la universidad. Aun no tenía claro en que direccionarme pero esperaba que lo que eligiera me hiciera muy feliz. Quería hacer sentir orgullosos a mis padres, la verdad es que ellos daban todo por mí y mi educación así que daba mi mayor esfuerzo por ser el mejor de la clase y lo he logrado.

Las clases y los pequeños descansos continuaron y cada uno de ellos me los pasaba charlando con ciertas chicas que tenían otras intenciones conmigo, pero la verdad es que cada indirecta o coqueteo que hicieran los ignoraba y simplemente respondía a sus preguntas con normalidad. Se estaba haciendo muy agotador que las chicas en este instituto solo pensaran en segundas intenciones y todas esas intenciones dirigidas a mí.

No lo niego, yo una parte de culpa en que aquellas muchachas se insinuaran deliberadamente. Era conocimiento de la mayoría de los estudiantes que era todo un Don Juan, pero la verdad es que aquellas facetas actualmente formaban parte de mi pasado y en mi presente... Solo estaba ella.

Una vez toco el timbre de salida me dirigí a mi casa, esperaba que el bus llegara porque me encontraba ansioso de ver a Min Young pero cuando aquel autobús llego no la vi por ningún lado, supuse que su hermano la había venido a ver o seguramente pasaría tiempo con una de sus amigas, así que decidí ignorar eso, luego hablaría con ella.

El autobús tomo su marcha una vez estuve dentro, me había tocado un puesto vista a la ventana. Veía como todo iba rápido debido a la velocidad que aquel auto emprendía... Y me acorde de todas las veces que aquel autobús se ponía en marcha y pasaba por estas mismas calles mientras yo estaba tranquilo a lado de la chica que actualmente amaba y no podía tener.

El bus paró cuando toque aquel timbre que se encontraba en una esquina de la puerta de salida, una vez fuera la briza se sentía fría y aquello hizo que mi piel se erizara. Camine unas cuantas cuadras mas, ya solo faltaba pasar una de las cuadras más tétricas para llegar a casa, realmente esa calle era espeluznante porque era completamente árida, una total locura. Comencé mi camino por aquella calle, sentí que mi bolsillo comenzó a vibrar debido a que mi teléfono indicaba que había entrado una llamada.

Era un número desconocido.

— Buenas...— Nadie respondía y aquello me desconcertó, seguro sería un niño y sus bobas llamadas telefónicas. — Buenas...— Volvía a responder y esta vez me vi interrumpido por la voz de la persona al otro lado de la llamada.

— Espero estés listo para este juego, porque estoy seguro te encantara. — Corto, aquella voz estaba distorsionado por un aparato así que no podía reconocerla.

Observe a mi alrededor y me di cuenta que debía salir corriendo lo más rápido que mis piernas dieran, pero aquello no basto ya que sin siquiera darme cuenta ya se encontraban al frente mío unos hombre con caras de querer asesinar a alguien aquello me hizo retroceder pero al hacerlo otros hombres también se encontraban allí.

Estaba acorralado.

— Vaya pero a quien tenemos aquí...— Aquella voz era más que reconocida ¡Maldito bastado! — Mi querido amigo Kim TaeHyung, es un gusto volver hablar contigo. — Estaba tan choqueado y enojado que no podía articular palabras en mi boca— Supongo te has de preguntar cuál es la razón de que me presente ante ti, pues mi querido amigo te acabas de ganar un juego en el queridísimo infierno...

— ¡Déjame en paz! ¡Acaso no te basto con todo el daño que has cometido!

— Amigo mío, eso solo fue una pequeña pisca de maldad, pero tranquilo conocerás todo acerca de ella.

Vi como toco el hombro de uno de sus hombres el cual saco una inyección de su bolsillo y se acercó a mí con intenciones de pincharla en unos de mis brazos, me puse alerta y trate de alejarme de todos esos hombres, pero fue imposible todos me cogieron e inyectaron aquella sustancia que me hizo caer inconsciente, pero antes de desmayarme, no pude evitar soltar las siguientes palabras:

— ¡Juro me las pagaras...!

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ᴘʀoмιsᴇs нᴀʟʟ || втѕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora