✔️NINETY-TWO

15 5 0
                                    

||Nunca Te Vayas Sin Avisar...||

Los días continuaban y poco a poco me daba cuenta que el día de mi vuelo se acercaba y lo que más apreciaba era pasar tiempo con mis padres, los cuales no podría ver por un largo tiempo. Ellos sabían que no pensaba volver a Busan sin haber dejado todo mi pasado atrás, estaban de acuerdo con mi decisión. Mis padres como cualquier otros padres, querían lo mejor para mí, anhelaban que sobre todo yo misma me sintiera orgullosa de todo mi esfuerzo, para que ellos un día cercano pudieran decirme que ya estaban orgullosos por verme crecer tanto como persona.

Ya había elegido mis materias en mi primer semestre de universidad, ética profesional, historia del derecho y otras materias más acompañadas de un nivel alto de inglés, el cual por cierto, ya manejaba al revés y al derecho. Hace pocos días había ido a dejar mis documentos por medio de envíos nacionales a la Universidad. Aquellos papeles mantenían mis documentos estudiantiles y registros de nacionalidad.

Había ido a comprar algunos cuadernos y agendas para estar lista para cualquier apunte que debiera hacer para poder sacar promedios altos en mis semestres futuros, incluso había comprado varias secciones de cuadernos y libros de una buena ostentación en público. Quería que este año fuera perfecto y que nada pudiera arruinarlo. Con mis padres habíamos quedado en que las fechas de fin de año, ellos irían a pasar tiempo conmigo a Seúl.

Había empezado hacer las maletas, quería tener todo listo para el día de mi vuelo. Poco a poco fui vaciando mi habitación, dejando pequeñas cosas que posiblemente no vuelva a utilizar, ya sean vestuarios o algunas cosas que guardaba en mi closet. Había vuelto a utilizar mi celular, pero mi única intención por usarlo era porque mis padres a veces tenían que salir, así como lo hacía Jong Suk, no quería atarlos a cuidarme toda la vida, pero entendía que no querían que me pasará nada.

Había salido con mis amigas, incluso habíamos hecho una pequeña pijamada, la cual había consistido en hacer llamadas anónimos a números desconocidos, aunque muchas de esas llamadas terminaban en extrañas amenazas con acusar a la policía, posiblemente lo hicieran, pero muchas personas aquí en Corea hacen está tipo de llamadas anónimas con la intención de molestar. Seok Jin también me había invitado a salir muchas veces, íbamos a comer cualquier golosina al centro comercial, incluso me había celebrado mi cumpleaños adelantando, ya que faltaban aproximadamente dos meses para que celebrará tan maravilloso día.

No había vuelto hablar con Tae. Ya no me había enviado mensajes preguntando cómo me encontraba, creo que fue lo mejor, no podía seguir jugando con él. Lo extrañaba y deseaba pasar estos días a su lado, pero no podrá hacerlo. Lo que había escrito en aquellas cartas lo confirmaba, él debía tener a alguien mejor que yo, alguien que lo amara y no dudará su amor en otra persona. Tae era especial para mí y aunque me encantaría ser esa mejor persona para él, no podía ser, ya que yo era la persona que más lo lastimó, yo tengo la culpa de todo lo que le ocurrió, él dio su amor por mí y gracias a eso le había hecho mucho daño. Aún recuerdo las heridas de su rostro, que ahora son apenas cicatrices ocultas, luego de aquel día que quedaba marcado en mi pasado.

Había vuelto a visitar a HoSeok, quien actualmente está recuperando, pero por cualquier emergencia aún se encuentra en el hospital. Le había contado que mis citas con mi psicóloga iban progresando y que posiblemente esté por olvidar lo ocurrido, aunque sabía que era mentira... Aún sentí esa culpa, pero tras de ella estaba la necesidad de ocultar mi dolor, quería estar sola, pero aun así, sentía que la compañía de mi amigos me hacía olvidar mi realidad.

Mis padres una semana antes de mi vuelo habían realizado un viaje con toda mi familia. Fue un día de campo en el cual pude relajarme con los pequeños riachuelos que tenía el lugar, aunque el agua estaba un poco helada, por suerte no me enferme, pero Jong Suk sí que lo hizo. Estuve prácticamente todo un día cuidando a mi pequeño hermano con un caldo de pollo y varias tazas de té de limón. Luego de unos días se había curado "completamente", aunque aún estornudaba, sabía que aún estaba un poco enfermo, pero si papá y mamá lo veían así, tendría que dejarme ir sola a Seúl y su instinto de hermano sobreprotector le impedía que ocurriera aquella atrocidad.

Faltaban un día apenas para mi vuelo. Había vuelto a revisar mi habitación y ver si faltaban algunas cosas que podría llevar, las cosas grandes como escritorios y demás cosas, no podía llevarlas, pero por suerte la casa que habíamos dejado en Seúl estaba completamente amueblada, en mi habitación no faltaría nada. Mis cosas habían quedado en pequeñas cajas cerradas con cinta, no quería que cualquier animalito dañará mis cosas, tenía pensado asegurar mi cuarto con llave, pero creo que la mejor opción es dejar que se ambiente un poco.

Esta pequeña mudanza me hacía recordar la vez que fui por primera vez a Seúl, pero era diferente, ya no sentía las ganas de llorar por dejar a mis amigos, ya no sentía ese deseo de quedarme un poco más en Busan. No había nada que me atara a quedarme en este lugar, nada podía impedir que este cambio se realizará...

— Cariño...— Entro mamá a mi habitación. — Es tan triste ver tu habitación vacía. — Hablo mientras sus ojos contenían lágrimas.

— Ay mamá, no llores, no me iré por mucho tiempo, seguro he de volver para mí cumpleaños...

— Lo sé cariño, pero no pensé que crecerías tan rápido. Ahora entraras a una Universidad prestigiosa y todo es por tu esfuerzo...

— Debo parte de mi éxito a ti y a papá. Los quiero mucho y los extrañaré demasiado. — Dije dándole un abrazo. — Volveré mamá, siempre lo haré.

Luego de ese caluroso momento, mamá me ayudó a organizar mis cosas, también me había hablado de cómo sería la organización en la casa en Seúl, tuve que prometer comer saludable todos los días que estaría en Seúl, también tuve que prometer volver en los cumpleaños y eventos importantes que tendríamos, aunque ellos también irían a Seúl cuando hayan esos eventos.

Me encontraba arreglándome un poco, ya que le había prometido a Seok Jin que saldría con él un día antes de mi vuelo. Había buscado una vestimenta sencilla y había puesto un poco de labial en mis labios, solo faltaba que Seok Jin viniera por mí. Mi teléfono comenzó a sonar, al ver de quién se trataba conteste de inmediato.

— ¿Seok Jin...?

— Linda espérame cerca de la parada de buses, perdón si te hago caminar, pero debes ver la sorpresa que tengo para ti, además tu vecina ha colocado una gran piscina en la calle que no podremos salir sin que terminemos ensuciando mi preciado auto.

— Está bien, esperame...

ᴘʀoмιsᴇs нᴀʟʟ || втѕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora