ᴘʀoмιsᴇs нᴀʟʟ || втѕ

✔️SIXTY-ONE

||Somos Víctimas De Nuestra Cruel Imaginación...||

Descanso mi cabeza sobre su hombro, nuestras apresuradas respiraciones hacen eco por toda la habitación, no me atrevo a mirarlo, no quería ver su expresión, saber que todo esto había sucedido de una forma poco previsto, me avergonzaba un poco.

El empuja mis hombros suavemente, obligándome a enfrentarlo. Trago grueso, y lo observo. Me paraliza ver la perfecta sonrisa sobre sus labios y la ternura irradiando de sus ojos. Su mano toma un mechón de mi cabello y lo pone detrás de mí oreja.

— Eres perfecta.

Sentí mi corazón acelerarse con esas palabras. Me pregunte si realmente todo esto estaba pasando, sentirme querida por Tae había sido totalmente nuevo para mí y después de todo me di cuenta que mis sentimientos por el no habían desaparecido, tan solo estaban escondidos en son de defensa para poder olvidarme de posibilidades que hace unos meses estaban fuera de mi alcance.

Levanto mi mano y acaricio su mejilla, su piel es tan suave, el cierra los ojos por mi tacto, luciendo vulnerablemente hermoso.

Realmente quería mucho a este chico... Esas palabras se atoran en mi garganta, haciéndome bajar mi mano. Aunque quisiera a Tae, sabía que para estar tranquila con lo que podría comenzar, debía borrar de mi mente y de mi vida a JiMin, pero eso sería muy difícil y duro de olvidar.

El abro sus ojos al no sentir mi mano en su mejilla, a pregunta en sus ojos era evidente, ¿Por qué dejaste de tocarme?

Sabia la respuesta pero si le decía sabía que todo lo lindo de este momento desaparecería y no quería eso, quería estar a su lado aunque sea un poco más. Le sonrió y me levanto para apresurarme al baño. Tomo una ducha, y mi estómago gruñe en protesta, el sexo de hace momentos me había dejado exhausta y hambrienta.

Siento como abren la puerta del baño, no quería girarme porque sabía de quien se trataba, cuando sentí sus manos en mi cuerpo, volviéndome a recorrer como hace minutos atrás pero esta vez sin otras intenciones, más bien esos toques eran carisias de cariño y termino con un abrazo y su rostro enterrado en mi cuello mientras dejaba pequeños besos y la ducha simulaba un tipo lluvia sobre nosotros.

— Te quiero mucho, pequeña.

— Y yo a ti, Tae— Dije dándome vuelta para poder apreciar su rostro. — Creo que es mejor que vayamos a dormir, estoy exhausta.

— Está bien pequeña, me baño y te alcanzo— Dijo dándome un beso en la frente antes de que yo salga de la ducha.

Fui a mi armario por ropa que como siempre era algo infantil — Debía hacer compras— Me susurro mi cabeza y era verdad tenia tanto tiempo usando ropa de niña para dormir que seguro si salía con esta me confundirían con una. Me mire al espejo que estaba en una de las puertas del guardarropa, un chillido salió de mis labios.

Un punto rosado con morado decora mi cuello. ¡Un chupón!

Enojada me acuesto en la cama a esperar que Tae salga del baño y cuando lo hace le doy una mirada asesina. El levanta una ceja y yo señalo mi cuello.

— ¿Es en serio, Tae? ¿Un chupón? ¿Te creíste vampiro minutos atrás?

— Tenía que marcar que eres mía.

— Pero...¨ ¡¿Qué acaso no sabes que tengo padres?!

— Baja la voz, además no se nota tanto.

— ¿Tae estas bromeando? — pregunté sabiendo que aquel chupón era más que visible para cualquier persona que estuviera a mi lado.

— Bien sé que me pase, pero estoy seguro que con un poco de maquillaje pasara.