Rooms, Anxiety and Silence [OLD]

27. Keep going, the nightmare it's just beginning.

. . .

Oh, sí.

Otra noche disfrutable en Brawltopia.

Con un cielo tan raro que parecía de película de ficción de bajo presupuesto.

¿Cómo dormir así?

Miró por la ventana, el cielo seguía actuando realmente extraño. No le sorprendería si mañana amanecía completamente muerto.

Se removió sobre el sofá. Y se cubrió tanto como pudo, tratando de no hacer ruido para no molestar a su invitada... Pero estaba seguro de que ella estaba perfectamente despierta.

Miró por el rabillo del ojo, y su sospecha era cierta.

Piper permanecía en su gran cama mirando a la nada en completo silencio.

No decía nada, no se veía angustiada... Simplemente estaba vacía.

Se sentó sobre su lugar y se le quedó viendo, pero ella no reaccionaba.

Silencio. Un silencio incómodo entre los dos compañeros...

Un fuerte sonido se oyó fuera, proveniente del cielo... Como truenos, temblores, incluso podía atreverse a decir que parecían alarmas.

—Byron...

Dejó de mirar de forma hipnotica al cielo, y prestó su completa atención a su amiga.

—No me siento yo misma...

Byron a decir verdad estaba confundido por la sentencia de la rubia, y le preocupaba el doble verla mirando a la nada... Con los ojos vacíos, grises.

Ella ni siquiera se atrevía a levantar la mirada, simplemente movía sus manos en armonía a su nerviosismo.

—Es normal que... ¿Es normal que no sienta nada? ¿Cómo miedo, o verdadera tristeza? No entiendo por qué, no entiendo por qué no puedo sentir empatía por la gente... Yo no siento que esta mentalidad sea mía.

Byron frunció el seño y removió el cobertor de encima suyo, para en seguida levantarse del pequeño sofá que había frente a su cama y acercarse lentamente a la mujer.

—... Ni siquiera pude llorar con sinceridad aquella vez que ví a Colette gritándome desesperada por saber del paradero de Edgar...

Entonces por primera vez ella levantó la mirada.

—¿Por qué?

Byron comenzó a sudar frío, mientras la oscuridad de la noche y las extrañas luces del cielo lo perturbaban aún más.

—¿Por qué no puedo sentir preocupación por mi propio hijo perdido?

Toda esa tarde habían pasado el tiempo recuperando memorias perdidas en lo profundo de sus mentes...

Y Piper había recuperado las suyas...

Pero no de la forma que esperaba.

El cielo simplemente siguió violentando contra su tranquilidad... Mientras que los ojos azules y helados de la mujer se posaban sobre Byron... Y lo miraban sin expresión alguna.