09. Many secrets behind the door 0507.

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. . .


-Shhh...

Pasos se oyeron del otro lado de la pared trás de ellos.

-Byron ya sé que si hacemos ruido nos funan, pero no puedes quedarte sin responder, ¿cómo vamos a salir de aquí? Literalmente llegamos sin plan, entramos sin plan, y vamos a buscar sin plan...

Una chica albina dijo aferrando todo su cuerpo contra la pared, susurrando tan bajo que ni siquiera Cristo la podía oír. El hombre respondió, con una mirada asesina en busca de su silencio, y en seguida le cubrió la boca con la bufanda cuando oyeron las puertas principales abrirse.

Se aseguró rápidamente que nadie se acercara a ellos. Tan solo confirmó que era seguro, respondió a la pregunta de Colette.

-Ya lo tengo resuelto, ahora cállate.

Bueno, no queda de otra.

Mientras que Colette se ocupaba de cubrir su boca por su cuenta, Byron comenzó a caminar.

Las alarmas para entonces no habían dejado de sonar, tenían tiempo para buscar a Edgar pero no demasiado, la atención que le prestaban a Sandy era mucha pero no la suficiente, aún veían trabajadores de trajes amarillos caminando como si nada metros alejados del problema principal.

La chica no pudo dar ni dos pasos más, pues algo la hizo sentir escalofríos recorrer todo su cuerpo...

Eran los desgarradores gritos de Sandy a la lejanía... Gritos de socorro. Él dijo que no era nada grave lo que le hacían, pero a este punto no podía hacer más que dudar. Nunca había escuchado a alguien gritar así, nunca en su tiempo atrapada en aquél lugar.

Tenía miedo de voltear, pero el morbo siempre ganaba. Apenas torció un poco la cabeza logró ver a Sandy con el rabillo del ojo, quien se retorcía todo lo que podía. Estaba siendo inyectado con una jeringa de contenido cuestionable. Si es demasiado potente entonces se justificarían sus gritos... ¿Es acaso esa la terrible droga para dormir?

Lo pudo confirmar cuando vio que Sandy caía al suelo dormido. Ni un segundo le dió para procesar aquel raro medicamento, la inyección fue de efecto instantáneo.

Los hombres lo tomaron de los brazos y lo cargaron, arrastrándolo de camino a una sala sin mínima luz. ¿Todavía había más...?

Respiró profundamente, no debería distraerse, incluso si era su nuevo amigo al que estaban maltratando.

Estaba ahí por Edgar y se concentraría a partir de ahora...

Dió media vuelta de camino hacia donde iba Byron y...

-¿Viejo...?

... ¿A dónde se fué?

. . .

Entre más avanzaba más oscuro se volvía el corredor. Sólo podía escuchar sus propios pasos. Mal momento para que sus carísimos zapatos sonaran demasiado al pisar.

Estaba perdido, sí, no sabía dónde estaba, también. Su única salvación era la bufanda de Edgar quién le guiaba en la oscuridad obsoleta.

-¿Estás segura de que sabes a dónde diablos vas?

La bufanda "asintió" como pudo y siguió su camino, se veía ofendida por la pregunta.

Rooms, Anxiety and Silence [OLD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora