37. The devil is after both of us. ⚠️

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No despertaba aún.

Lo abrazó tanto como pudo mientras seguía caminando de regreso al refugio improvisado para los heridos.

-¿Estás seguro que no quieres que te ayude? Es un hombre muy alto, mide casi treinta centímetros más que tú seguro que pesa mucho, no te vayas a...

-Está bien Colette, si puedo con él, de verdad.

Belle rió yendo frente a ellos.

-¿Tanto te gusta mi hermano, ah?

Edgar solo desvió la mirada para que no vieran su ahora notable sonrojo que aumentaba considerablemente más por los constantes chistes Belle sobre su gusto por los hombres mayores y la ahora cuestionable sexualidad de su hermano.

Colette rió junto a ella antes de dar un par de saltos como todo niño emocionado haría, en dirección a la otra.

-¡Belle! ¿Me ayudarías a cotizar la boda de estos dos? Debiste verlos dentro del otro mundo, eran un par de tortolitos y siempre se estaban buscando.

La mujer volvió a carcajear, abrazando inevitablemente el rifle.

-No me sorprendería si descubro que ya organizaste toda su boda incluso antes de que alguno de los dos se proponga, ¿no?

-Bueno, casi... Edgar y Byron aún no me dicen si ambos quieren llevar traje o si alguno prefieren vestido...

Colette adoptó una pose pensante, mientras que las carcajadas de la otra resonaron por todo el lugar.

-¡HA! ¡Mataría por ver a Byron con vestido!

-Ajhem...

Edgar miró a ambas albinas ya hostigado por sus bromas, aún cargando entre sus brazos al inconsciente de Byron.

Las dos cesaron sus risas, pero siguieron caminando susurrándose cosas la una entre la otra riendo en voz baja... El chico solo rodó los ojos soltando un obvio quejido, y siguió caminando sin poder dejar de ver al hombre que llevaba entre brazos...

Era pesado, tal como esperaba, pero sinceramente esperaba que lo fuera más...

No era sorpresa el que pesara menos de lo que creía, tres meses en un coma sin nutrientes o mínimo tratamiento como el que Belle le había aplicado por todo ese tiempo en él y su amiga... Sin embargo no dejaba de preocuparlo.

¿Cómo se mantuvo con vida, él y todos los demás siendo que no habían comido nada ni mucho menos como para mantenerse mínimamente sanos? Incluso Belle estaba sorprendida que toda la gente que habían rescatado siguiera mínimamente sana.

Entonces llegaron, Colette se adelantó y abrió la puerta, dejando ver a un montón de gente sangrando. El olor a medicina era fuerte, y eso no iba a pasar desapercibido por Belle.

La mujer volteó a ver a Edgar, quién se encontraba recostando a Byron sobre una cama improvisada con el abrigo que tenía, su chaleco y su tan preciada bufanda. Retiró rápidamente el abrigo del hombre y lo uso de cobija para cubrirlo bien...

-¿Cuántas te llevaste?

Edgar acomodó la máscara de gas del hombre, y en seguida tomo la inyección, viendo cómo Belle permanecía mirándolo esperando su respuesta.

-Ni siquiera las conté, pero creo que hasta el momento van a alcanzar para todos los supervivientes.

Ella desvió la mirada, se acercó lentamente para tomar el brazo de su hermano y destaparlo para que el chico pudiese inyectar el medicamento...

Rooms, Anxiety and Silence [OLD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora