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He paseado por el campo hasta que el cielo ha oscurecido por completo y lo único que ilumina a Cordialidad son las luces provenientes del comedor y las casas aledañas.

Aún escondida entre los cultivos, sigo analizando lo sucedido durante y después de la prueba.

No pienso que facción elegir.

Pienso que facción no escoger, cuál facción es la menos peligrosa para un divergente.

Cuál estaría menos dispuesto a capturar y/o asesinar a un divergente.

Pero también en cuál estoy menos segura.

Y ¿Por qué el osado no dudó en ayudarme?

¿Acaso puedo confiar en él?

¿Y si en realidad no alteró el resultado de mi prueba?

¿Si todo estaba planeado para que después le informara al supervisor?

¿Y si mientras yo estoy aquí; oculta en la oscuridad; ellos han venido a capturarme o lo están planeando?

Mis propias preguntas siembran miedo en mí.

Miro a mi alrededor para asegurarme que no hay nadie espiando.

Pero ¿acaso importaría?

Solo verían a una adolescente sentada en medio del campo forzando sus lazos con la naturaleza como toda una cordial.

No podrían sospechar de mí. No tendrían como.

Está bien.

Me quito los zapatos y me acuesto para observar las estrellas.

Primero: ¿Por qué no elegir erudición?

Cazan divergentes.

No soy precisamente inteligente.

Además, siempre he pensado que solo los ganadores escriben la historia.

Y si el "villano" ganó, la historia solo contará su punto de vista.

Segundo: ¿Por qué no elegir verdad?

Su suero de iniciación.

No soy honesta, incluso conmigo misma.

Y entiendo porque las personas llegan a mentir o solo callar, por eso no podría acusarlas o juzgarlas.

Tercero: ¿Por qué no abnegación?

Porque soy considerada, pero no a tal grado de anteponer los interés de los demás sobre los míos.

Nada más.

Cuarto: ¿Por qué no cordialidad?

Porque... "No veo que te vaya tan mal fingiendo." Su comentario retumba en mi cabeza.

Por mi padre.

Quinto: ¿Por qué no Osadía?

El hombre que se encargó de mi prueba era divergente y paso su prueba y eligió; todavía no sé si permaneció o desertó; osadía. Y si él logró que nadie lo descubriera, creo que yo también podría hacerlo si escojo su facción.

Pero no soy demente.

No me veo capaz de saltar de un vagón en movimiento.

–¿Debatiendo? – Su voz mantiene la paz. – Y en la oscuridad. Debe de ser complicado. – Sus grandes ojos me miran con ternura.

– Solo sintiendo la tierra bajo mi cuerpo. – Asiente en silencio.

– Es mejor que ingreses al comedor, el tiempo es frio durante la noche. – Me levanto y quito la tierra pegada al vestido y cabello, y recojo mis zapatos. – Créeme cuando te digo que estar resfriada durante la ceremonia no es algo que quieras experimentar. – Comienzo a caminar detrás de la representante de Cordialidad.

Cordial - Eric (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora