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Seguí al pie de la letra las indicaciones que me dio Cuatro antes de separarnos en un piso.

Avanzo por una clase de túnel que me dirige a La Fosa, sin embargo retrocedo al reconocer la espalda ancha y musculosa de quien se encuentra en medio del lugar.

Su postura es la misma de cuando observaba a Max dar un discurso la primera noche de los traslados.

No parece afectado por lo de hace un momento, de hecho parece que absolutamente nada podría afectarlo.

Al observar el alrededor, me percato de que todavía debe ser temprano, ya que solo ingresa por el techo la luz necesaria para iluminar el área.

Un ligero viento eriza la piel descubierta de mi nuca y un singular olor masculino invade mis fosas nasales, el causante pasa cerca mío al dirigirse al " Centro de la vida en Osadía".

La presencia de Cuatro es revelada ante Eric por los osados que abandonan sus actividades por unos segundos para verlo.

El líder gira.

Escondo más mi cuerpo para no ser sorprendida por la indiferente mirada azulada del rubio.

- Pajarito. - Dejo de apoyar mi cuerpo sobre la pared y volteo. - Es agradable por fin ver un hermoso rostro. - Dice con una amplia sonrisa blanca. Al menos respeta el espacio personal ajeno.

Peter, el desertor de Verdad.

Lo veo a los ojos unos segundos antes de decidir acompañar a los iniciados que vienen atrás de él, evito el instinto cordial de sonreír antes de retirarme.

No es que ignore los comentarios que me lanza para demostrarle que no me afectan, simplemente no puedo contener la necesidad de mantener la paz. Suficiente esfuerzo hago al someter algunas actitudes de mi facción de origen, lo que es difícil considerando que era lo único que conocía.

Sigo a mis compañeros hasta ubicarnos frente a Cuatro y Eric. Los dos están sentados sobre un largo asiento de cemento sin respaldo ligeramente pulido, a pesar de la distancia guardada entre ellos, ninguno muestra comodidad.

Noto que el entrenador ha cubierto sus brazos con una casaca negra algo gastada mientras que los del rubio continúan expuestos.

- Hay dos etapas de entrenamiento. - Anuncia Cuatro acercándose al grupo. - La primera es física. -

Acaparara toda la luz, dejando en la oscuridad los alrededores. Su piel luce más pálida, si estuviera desnudo o usando vestimenta de Verdad, fácilmente podría ser confundido como una estatua de mármol.

- Forzarán sus cuerpos al límite para dominar todo tipo de combate. - Al ver caminar a Cuatro de un extremo a otro, presto atención a lo que dice. - La segunda es mental. Nuevamente, hasta el límite. Enfrentarán sus miedos y los conquistarán, a menos que estos los venzan primero. Entrenarán separados de los nacidos en Osadía, - Señala al grupo que conversa a unos metros de distancia, lucen relajados. - pero serán clasificados juntos.

Conversan entre ellos, ríen entre ellos. Es como si una invisible burbuja impenetrable los rodeara separándonos.

A primera vista no se ven tan amenazantes como otros miembros de la facción osada, sin embargo a comparación de nosotros, ellos sí parecen osados.

- Después de la iniciación, su clasificación determinará que puestos pueden tener. - Continúa. - Ser líder, cuidar La Valla o evitar peleas entre los abandonados. - Al parecer el comentario inoportuno de Christina no se le ha olvidado a Cuatro, ya que la mira al nombrar el último de los trabajos.

De haber sido una osada de nacimiento, sabría si ser considerada para ese puesto es sinónimo de mediocridad.

Lastimosamente mi información sobre Osadía está basada en juegos infantiles y lo poco que voy aprendiendo día a día desde mi llegada.

Dejándome guiar por la actitud de Cuatro, aquello no debe tomarse como un alago.

- La clasificación dictará quién se queda. - Los labios de Eric parecen curvarse de maldad.

Frunzo el ceño ante lo que acaba de decir, parece disfrutar nuestra confusión.

- ¿Qué? - Aún conmocionada por lo que ha soltado el rubio, Christina es la única que se atreve a preguntar.

- Al final de cada etapa, los que tengan baja calificación se irán. - Nos revela, mientras se acerca.

- ¿Y qué harán? - Pregunta un iniciado, temeroso a la respuesta.

- No pueden volver con sus familias. Así que quedarían abandonados. - Ofrece sin más, dejando completamente de lado nuestras opiniones respecto a ello.

- ¿Por qué no lo habían dicho? - Cuestiona un ex erudito.

De haber informado ese cambio, no habría tantos candidatos.

Es como si por temor a una mala cosecha, se decidiera repeler a todos los insectos, sin saber que la ausencia de un pequeño grupo de estos no es beneficioso para los cultivos.

- Nueva regla. - Responde restándole importancia.

Para llegar al resultado que termina con gran parte de los frutos echados a perder, el tronco se divide únicamente en dos ramas.

Factores que no pueden ser controlados; tomando como ejemplo los ambientales, pueden ser la humedad, la temperatura o radiación solar.

Y los que pueden ser dominados, como las plagas.

- ¿Una nueva regla? Alguien debió decírnoslo. - Demanda la morena.

- ¿Por qué? - Eric la ve. - ¿Habrías elegido otra facción? ¿Por miedo? - Pregunta con socarronería. - Si ese es el caso, mejor te vas ahora. - Nos mira.

De encontrarse una plaga, los cordiales usualmente escogíamos las opciones menos agresivas para no dañar los alimentos ni la tierra. Se colocaba "hoteles para insectos", obviamente para los insectos que se alimentan de los que amenazan la plantación.

Y al darse un caso grave se optaba por colocar insecticidas ecológicos.

- Si realmente son uno de nosotros, no temerán fallar. - Afirma ante todos. - Ustedes nos eligieron, ahora elegimos nosotros. -

El uso de pesticidas químicos; los cuales eran proporcionados por Erudición e incentivaban su práctica; no solo acaba con los animales que son perjudiciales para las plantas, sino que también exterminan a los que no lo son.

Además, utilizarlos puede desencadenar plagas más agresivas.

SIN EDITAR

*El próximo capítulo será narrado por Eric.

Cordial - Eric (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora