41 - SHAWN

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Aunque me parece enfermiza la idea de que piensen que mantuve una relación con alguien menor de edad, debo permitirla, pues si es descubierto mi verdadero vínculo con Kate, ambos terminaremos muertos si no logro escapar con ella antes del ataque a Abnegación.

Toco la puerta del departamento del teñido esperando a que sea Kate quien la abra.

Y es así, pero con el rubio como perro guardián a su espalda.

- Vamos. - Dice cerrando la entrada tras ella.

Espero unos cuantos segundos para poder hablar.

- Al menos no te pidió hora de regreso. - Ríe genuinamente.

Nos detenemos a la espera del elevador.

- No quiero pedirte perdón por tener algo con Eric, porque en serio no lamento estar con él. -

Lo hará eventualmente, y me odiará por no serle sincero con lo que sé del rubio. Si le confesara, tendría que ser todo, incluyendo los hechos que la harán desconfiar de mí.

La miro fijamente.

- ¿Por qué crees que me opondría? - La interrumpo antes de que comience con el monologo que tenía preparado.

- Por eso de pasar desapercibidos y el que sea desertor de Erudición. - Susurra.

- Ahora tienes a un líder que puede protegerte de llegar a ser necesario. -

O el primero en dispararte si no logro sacarnos de Osadía.

Ingresamos al ascensor.

Presiono el botón del segundo sótano.

- ¿No íbamos a ...-

- Lo haremos. -

Al llegar al piso, agarro de memoria la llave correcta y la introduzco en la cerradura de la reja que nos prohíbe el acceso.

Han pasado casi cinco años y sigo recordando las llaves de cada puerta del laberinto; que creamos Megan, Nick, Belly, Cuatro y yo; que dirigía a una habitación en la que practicábamos para vencer los miedos y así evitar que la divergencia de dos de nuestro grupo se descubriera.

Lo cual se había logrado a medias.

Kate me sigue sin titubeos, pero no puede acallar su sorpresa al cruzar por una puerta oculta tras una estantería.

- ¿Cómo lo conseguiste? - Se acerca al monitor que ya había sido correctamente colocado por el instructor de los traslados. - Creía estar lista, pero temo quedarme inmóvil. -

- Es diferente para los divergentes, es como si estar frente al miedo los hiciera reaccionar, lo cual es imposible para alguien que solo es una facción, te atraparán cuando no actúes instintivamente. - Digo colocando seguro a la puerta. - ¿No lo has experimentado? -

Me mira con el ceño fruncido.

- Un erudito con miedo a las arañas, ¿crees que solo huiría del lugar? -

- Pues si hay una salida por qué no. -

- Eso haría un cordial, - Coloco el plástico en su sien. - El erudito no les daría la espalda. Después de salir, el cordial avisaría de ser necesario. -

- Un abnegado llevaría las arañas al exterior, incluso si esto le lleva tiempo. -

- Exacto. - Ambos ya conectados a la máquina, estiro mi brazo para que tome mi mano y entrelazar nuestros dedos.

Le entrego la cápsula abierta, lo acepta con su mano libre.

- Bébelo. -

No es indispensable tener contacto físico, sin embargo, sentir apoyo de mi parte la hará sentir más segura.

La veo cerrar los ojos.

La miro una vez más, antes de hacerlo también.

Al abrirlos, nos encontramos en el campo, para ser exacto, en medio de los campos de cultivo.

Giro para verla, su semblante está serio y su cuerpo rígido.

En algunos casos, el miedo no se presenta al instante. Es necesario que el iniciado se mueva para encontrarlo.

Al cabo de unos segundos, Kate termina avanzando en dirección a la única cabaña de los alrededores.

Me detengo para evitar caer en su miedo.

Ella gira en busca de ayuda, el arenal la consume lentamente.

- ¿Por qué? - Busca respuesta en mí. - No le tengo miedo a la arena movediza. -

- Este es simbólico. - Busco con la mirada algún objeto cerca suyo. - Debes pensar cómo salir antes de hundirte más. - La arena está por sus rodillas y Kate continua sin opciones.

- ¿Simbólico? - Pregunta para sí misma en un susurro, mientras intenta moverse. - Shawn, no llego a sentir el fondo. -

- Estírate. Intenta saltar y extiende tus brazos para acercarte a un extremo. -

- ¿Se puede morir en una simulación? - Pregunta todavía conservando la calma.

- No. - Digo con confianza. - Creo. - Agrego.

Se estira, pero solo logra rozar el borde firme.

- No puedo. -

Debido a la inclinación, la arena le llega a la mejilla.

- No puedo llegar. - Repite, dando pequeños movimientos para salvarse. - Ayúdame, por favor. -

Lo haría, pero yo no estaré cuando Kate tenga que hacer su prueba.

Tiene que pensar como osada.

Giro dándole la espalda.

- Sigue intentando. -

- ¡Shawn! - La escucho golpeando sus brazos contra la arena.

Avanzo un paso, creyendo que con este acto la intensidad de sus gritos disminuirá.

- Sigue intentando o húndete para continuar con otro miedo. -

- No es real. - Comenta, recuperándose.

- Mierda. - Maldigo volteando con brusquedad para llegar a ella, antes de que todo se oscurezca.

- No es real. - Repite con una sonrisa en el rostro, mientras sale del arenal con facilidad.

En un simple parpadeo, nos encontramos en la habitación del inicio.

- ¿Qué mierda acabas de hacer? - Exasperado me quito los cables de la cabeza.

Me levanto hacia el monitor para visualizar lo que la maquina grabó.

- Intenté salir, y salí. -

- Debiste enfrentarlo de manera osada, no delatando tu divergencia. -

Reviso las imágenes y confirmo que desde ese momento la grabación deja de ser clara.

- Tienes que superar cada uno de tus miedos, mientras eres observada minuciosamente por una docena de ojos. - Evito mirarla, intentado tranquilizarme. - De no hacerlo perfecto, tendrán que sacar tu cuerpo del abismo. -

No podré soportar cargar otro cuerpo sin vida, aún logro escuchar a Cuatro diciendo que no lograba identificar a Belly debido a las múltiples heridas en el rostro.

- Está bien. - Dice amarrándose el cabello en un moño desordenado. - Quiero volver a intentarlo. -

Le arrojo la pequeña cápsula que contiene el líquido azul.

- Antes de que me arrastres fuera de aquí. -

A pesar de que lo dice en tono bromista, aumenta mi duda de que tal vez recuerde a la perfección lo sucedido en la sala de prueba de facción.

¿Recuerda cuando tuve que fingir ser divergente para que no dudara de mí?

Me mantengo en silencio viéndola beber el líquido azul, es perderla a ella o perder su confianza.

SIN EDITAR

Cordial - Eric (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora