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Es mi culpa

Los tres días ya habían pasado y aún Shawn no aparecía.

Al inicio creí que no había ido a buscarme al regresar de su guardia en la Valla porque podría levantar sospechas, pero las dudas me atormentaron a las pocas horas de la que debió ser su llegada.

Recuerdo con perfección sus palabras.

No dijo "al rededor" o "en aproximadamente ".

Y para alguien que posee un reloj de mano, es notorio que estructura correctamente el tiempo.

Lo que me lleva a pensar que él tenía razón. Coloqué una cuerda en nuestros cuellos, una x en nuestras frentes.

Y no son solo ideas mías.

Cuando fui a la sala de tatuajes, busqué a la mujer de ojos rasgados para preguntarle si sabía algo de la demora del osado, ya que a pesar de su intento de mostrar que no compartía ningún vínculo con Shawn, era obvia su preocupación al verme ingresar. Al instante, me acorraló e increpó con demasiadas preguntas que no tuve tiempo de responder debido a la presión de su brazo en mi cuello.

Ella sabía incluso menos que yo acerca de la situación de Shawn.

Podría en este momento ingresar el tren e ir hacia el Muro para de una vez por todas dejar de inventar locas ideas o podría cerrar los ojos y contar hasta diez.

Me llevo a la boca mi dedo índice, saboreo lentamente el Suero de la Paz minutos previos de caer en sus efectos.

Debería calmarme, talvez si actúo por impulsividad será peor.

Mi dedo bordea la boca del frasco, pero es tardía mi reacción al sentir el sabor del suero de la Paz por segunda vez en mi paladar.

He consumido más de la dosis soportada por mi sistema.

Guardo el recipiente en el interior de la grada y me levanto para poder llegar a la puerta que da a las escaleras.

Trastabillo un par de veces antes de pasar de apoyarme del barandal a la manija de la puerta.

Se suponía que debería, a diferencia de la razón permanente por la cual consumo el suero, mantenerme calmada hasta recibir noticias de Shawn. Sin embargo ahora no podré parar de saltar de la felicidad con una sonrisa de oreja a oreja adornando mi rostro.

En breve, seré una verdadera cordial.

No tengo ni la remota idea de qué hacer ante la sobredosis, ya que nunca me vi en la necesidad.

Introduzco dos dedos en mi boca hasta poder rozar la úvula, el reflejo de vomitar se hace presente pero no sucede nada más que la intención de hacerlo. Uno de los motivos probablemente sea que hace más de diez horas que no consumo alguna comida o bebida.

Trato de no equivocarme de piso al bajar por las escaleras, debo de tomar agua o cualquier líquido para al menos disminuir el tiempo de los efectos.

Buscar ayuda podría incluso empeorar la situación.

Y si llego a ser descubierta, la vida de Shawn no será la única de cual tendré que preocuparme.

Avanzo por el oscuro y solitario pasillo que da directamente al comedor, el único sonido que logro escuchar a lo lejos es el que produce alguna máquina antigua, quizá sea un motor.

Las bandejas apiladas a lado de los recipientes llenos de comida significan que en poco se dará el desayuno. Ubico con mi mirada el bidón de agua, me agacho hasta estar a pocos centímetros abajo del caño de plástico, tomo desesperadamente todo lo que puedo hasta que la parte superior de mi camiseta termina mojada por los chorros de agua que no logro beber.

Ante el sonido de metal oxidado, gateo rodeando el mueble para ocultar mi cuerpo atrás de este.

- Tomaré una porción de pastel. -

- Que sean dos. - La corrige con complicidad.

No me muevo al escuchar que sus pisadas se acercan a mi escondite.

Dejan algo al costado de los recipientes y se alejan con el sonido de sus masticadas más fuertes que sus pisadas.

Apoyo ambas manos al borde del mueble para levantarme lentamente mientras observo si se han ido. El aroma de un par pasteles de chocolate recién horneados invade mis fosas nasales, detesto el hecho de que aún no haya probado ningún bocado de aquel postre.

Sé que me gustará el sabor.

Me acerco al pastel que está completo, agarro un pedazo y lo acerco a mi boca.

Saboreo lentamente el dulzor del chocolate, en el tercer mordisco se hace más intenso el sabor de la mantequilla, termino el pedazo en pocos segundos.

Mi anterior facción no solo es conocida por el trabajo en el campo que se realiza, la variedad de alimentos que se ofrecen en el comedor de Cordialidad es mayor que los que sirven en otras facciones. Y desde mi llegada, me extrañé ante la falta de sabor en el almuerzo; al cual no estoy acostumbrado todavía; pero el postre ha elevado el nivel de lo que considero delicioso.

Es lo mejor que he probado.

Miro detenidamente las dos tortas, me descubro a mí misma pensando en cual elegir. Tomo con ambas manos la base metálica de la torta que más porciones conserva.

Antes de iniciar mi huida, una extraña seguridad ha invadido mi sistema haciendo que, a cada paso mío, mi sonrisa incremente.

SIN EDITAR

El siguiente capítulo será narrado por Eric *grito de perra loca*

¿Eric descubrirá la adicción de Kate? ¿Alguien ayudará a Kate? ¿Kate incursionará en la repostería? o ¿se dedicará a la venta de sustancias ilícitas?Lo único seguro es que muchos osados se quedarán sin su porción de pastel

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¿Eric descubrirá la adicción de Kate? ¿Alguien ayudará a Kate? ¿Kate incursionará en la repostería? o ¿se dedicará a la venta de sustancias ilícitas?
Lo único seguro es que muchos osados se quedarán sin su porción de pastel.

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Cordial - Eric (Divergente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora