Capitulo 52 | Otra vez |

1.9K 94 3
                                    

Mi cabeza trataba de formular las palabras que habían salido de su boca hace segundos.

Sin pensarlo dos veces, atrapo mis labios con los suyos.

Mi cuerpo a la sorpresa del momento no llegaba a reaccionar.

Joder, había extrañado sus labios.

Estaba en el mismo paraíso y sentía que estaba sobre una nube.

Sus labios buscaban el movimiento de los míos y sin pensarlo, lo seguí. Sus manos viajaron a mi rostro, y los míos a su cuello, jugueteando con su cabello.

Extrañaba la sensación de sentirme segura, feliz hasta emocionada por estar entre sus brazos.

—Te necesito. —Su voz ronca cerca de mi rostro genero un escalofríos en todo mi cuerpo.

¿Tendría que negarme? ¿Era lo correcto?

Me separe un poco de su cuerpo, lo suficiente para poder hablar.

—No estoy segura de esto Justin.

Cerro los ojos y suspiro fuertemente.

—Tienes razón estoy yendo demasiado rápido, otra vez... Lo lamento, pequeña.

Negué con la cabeza. -No sucede nada.

Sonrió sin mostrar sus perfectos dientes y se dio la vuelta para dirigirse a la cama.

Tome su codo rápidamente. —J-Justin.

Se dio la vuelta, y tomo mi mano.

—¿Que sucede, bebe?

Bebe, maldición. ¿Acaso quería matarme?

Suspire fuertemente, y lo mire a los ojos.

¿Porque era tan difícil volver a tomar confianza?

Vamos, _____. Solo dilo, lo tienes ahí, en frente tuyo, tomándote de la mano y sonriéndote.

No había más que decir, tenia que dejar el orgullo de lado y enfrentar la realidad, lo amaba y maldición si que lo hacia. No servia de nada hacerme la superada cuando por dentro estaba muriendo por estar en sus brazos.

—Te amo. -Murmure.

Salio de mi agarre y me tomo entre sus brazos dejándome suavemente sobre la cama, sonreí al notar su rostro de felicidad.

—¿Me haces el hombre más feliz del mundo, sabes eso?

Mi risa fue inevitable.

Lo tome por la parte trasera de su cabeza, y lo abrase fuertemente.

¡Era mio! Solo mio, y yo lo sabia.

—____, quiero... Quiero hacerte una pregunta.

Sentí su voz cerca de mi oído suavemente, y cerré los ojos.

—Dime.

Su cuerpo tenso, me hacían pensar de más. ¿Se había arrepentido?

Mi miedo interior crecía sin más, y el no emitía palabra alguna.

—Justin, ¿Que querías preguntarme?

El abrazo entre nosotros se desarmo y se sentó en la punta de la cama. Note como se tomaba la cabeza con sus manos y murmuraba quien sabe qué.

Suspire acercándome lentamente y me senté a su lado, pasandole la mano por la espalda.

—Te entiendo. —Susurré.

Sus ojos confundidos observaron los míos.

—¿De que hablas?

—Vienes aquí totalmente enamorado a mitad de la noche, pero después de los hechos, simplemente... Te arrepientes.

Suelta una risa. —¿Realmente crees eso?

Asentí. —Solo mírame. Soy distinta a las que acostumbras ver.

Su ceño fruncido me daba a entender que esto era totalmente incomodo para el.

—Estas loca, en verdad.

Sonrío. Segura de mi misma, porque se que todo esto es diferente a lo demás, y que esta vez sera distinto.

Salgo de mi trance, para poder acercarme aún más a Justin, y poder así tomar sus labios con los míos.

Justin toma el control de la situación, tirándome lentamente en la cama, y dejándome bajo el.

Mis manos dueñas de su cuerpo, se dirigen al final de su camiseta y así poder retirarla.

—Mía. —Susurra al acercarse a mi oído.

—Mio. —Susurro al apoderarme de su cuello.

Como si fuera la primera vez, me siento intimidada ante su mirada. El poder en ellos, y la exitación los vuelve un color oscuro.

Siento su erección que choca mi intimidad y reprimo un gemido.

—Grita para mi preciosa.

Sus manos se dirigieron a mi camisa, y esta desaparecio en segundos, seguidas por el pequeño pantalon de mi pijama.

—¿Estas segura de esto?

Su voz sonaba preocupada, y no pude evitar reirme.

—Justin, no es nuestra primera vez, ¿Sabes eso?

Su risa inundo mis oidos, sandome la paz que necesitaba.

—Lo siento. Te amo.

Beso mis labios lentamente.

—Y yo a ti.

Justin se inclino un poco sobre mi, y dirigio su mano a su bolsillo, sacando un pequeño paquetito.

Alze una ceja y lo mire divertida. —¿Preparado?

Guiño un ojo, y abrio el paquete con sus dientes.

—Siempre nena.

Todo va a estar bien [Justin Bieber y tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora