sólo cállate | ashton irwin

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Nadie sabía –a excepción de los médicos- lo que pasaría con Luke Hemmings. Nadie en la sala de espera hablaba. Se podía ver Liz Hemmings rezando junto a su esposo e hijos, y sus amigos trataban de mantener la calma y esperar.

Pero todos querían noticias.

A pesar del silencio en la sala, los pensamientos de cada uno de estos eran infinitos.

Liz pensaba en que haría en el caso de que su hijo falleciera. No era pesimismo, o que  no tuviera fe en que su hijo viviría, pero eso la atormentaba. Si bien, aparte de Luke, Liz tiene 2 hijos más, este era el menor, su bebe, el que la acompañaba todo los días del año y que regañaba por estupideces, él era quien la ayudaba en todo lo que podía y sin duda, al que adoraba y amaba demasiado. Liz trataba de ocultar los llantos, pero de solo pensar en una vida sin Luke su mundo se desmoronaba y ella se partía en dos, ella moría sin su bebé.

Por otro lado teníamos a Lea, si bien el romance que tiene con Luke ha sido bastante corto hasta ahora  lo apreciaba mucho, le dolía pensar en lo que hizo y no volverá a hacer si este fallecía, en lo que nunca hicieron juntos y nunca harían, y más le dolía pensar en que tal vez perdería a una de las pocas personas que la quiso y la aprecio.

Mia que destrozada no paraba de llorar en los brazos de su novio Ashton, no quería pensar en un vida sin su compañero, amigo, hermano, mejor amigo, su todo. Los recuerdos no paraban de atormentarla y le rompía el corazón no tenerlo cerca, lo extrañaba.

Faltaban unas horas para saber qué pasaría y Liz Hemmings había desaparecido junto a su esposo en busca de una enfermera que los mantuviera informados durante las horas restantes.

Las cosas no eran fáciles.

Más que desesperación todos en esa sala de espera estaban enrabiados, enrabiados de saber que algo malo está pasando y saber que no puedes hacer nada para ayudar.

Qué es cosa de si vida o muerte. El destino. La suerte. Un milagro. La segunda oportunidad o la pérdida de alguien.

Con el pasar de las horas ya nadie estaba tranquilo, ya nadie pensaba o decía algo. Solo querían saber qué pasaría con Luke.

Mia y Lea comprobaban cada 5 minutos la hora para poder ir e exigir una respuesta sobre su amigo y novio, respectivamente.

Liz Hemmings seguía sin aparecer y especialmente Ashton comenzaba a preocuparse. Cuando Caspar estaba a punto de irse, Ashton, salto pidiéndole que se quedara mientras él iba en busca de Liz.

Caspar accedió sin antes decirle que se apresurara, no por qué no quisiera estar ahí, pero Caspar no lo estaba pasando muy bien.

Ashton corrió por todo el hospital en busca de Liz Hemmings,  pero nada. Le extrañaba mucho a Ashton el hecho que de esta no desapareciera durante todo el tiempo en qué Luke ha estado en ese lugar y el día más importante solo... desapareciera.

A los ya más de treinta minutos de búsqueda decidió volver sin más.

-Simplemente no aparece-dijo Ashton algo agotado.

Caspar espero a que Ashton se calmara para poder irse tranquilo.

Mientras tanto Mia y Lea se encontraban en la cafetería del hospital junto con Ben, hermano mayor de Luke. Hablaban de la vida y la muerte, lo bueno y lo malo. Todos estaban en la conversación, sin embargo, a Mia había algo que la aterraba por dentro. Comenzó a mirar a todos lados y se detuvo en la entrada del hospital que daba justamente por una de las ventanas de la cafetería.