—Estás tan linda, mi bebé —estira la mano y la ahueca en mi mejilla.
Lleno mis pulmones de aire y toco sus nudillos, suaves y tibios.
—Creí que nunca más volvería a verte —entorno la mirada y hacerlo me obliga a fruncir el ceño.
¿De veras estoy aquí?
—Mi chiquita, ¿qué te pasa?
La reparo con el entrecejo arrugado.
—¿Esto es real o lo estoy soñando?
Mi cerebro no puede estar fallando de semejante forma pero tampoco creo que esto efectivamente sea verdad.
Nunca creí en estas cosas. Para mí han sido un invento cinematográfico y literario para conmover consumidores.
Para mí es un desvarío.
—Mi vida... Eres alma y espíritu —me miro los pies. Estoy descalza pero no siento frío ni calor—. Ya no eres un cuerpo ni un ser... Sólo eres luz.
—Entonces... ¿Estoy muerta?
Mamá, tal y como la recuerdo me rodea, toma mi mano y me lleva hasta un muro de donde cuelgan helechos.
Nos sentamos las dos en una hamaca y ella me invita a respirar profundo.—En el limbo diría. Debatiéndote entre irte o quedarte.
Empiezo a negar.
—Yo no quiero quedarme. No quiero morirme. Quiero volver con mi hija y con Nicolas... Aparte —me toco el abdomen, ya no tengo ningún rasguño y una sedosa tela satinada me cubre hasta las rodillas—. Mamá, estoy embarazada.
—Estabas cariño —sin perder la sonrisa me acomoda el cabello—. Ya no más.
Me quedo desconcertada pero cuando esbozo una mueca de abatimiento, Sam Donnovan tan radiante y dulce como siempre me envuelve en un abrazo.
—¿Perdí a mi bebé? —me lamento.
—Sh, cielito —me besa en la mejilla—. Aquí ya no habrá sufrimiento ni dolor...
—Yo quería a mi bebé —juego con mis pies—. Tuve que escaparme a una farmacia cuando no me llegó la regla. Sabía que algo no cuadraba —alzo la vista—. Jordan me arrebató la vida, mis hijos, y el hombre que amo. Eso es muy injusto.
—Vivir es sumirse en injusticias a diario —la voz masculina desde la distancia me llena de sentimientos encontrados.
—¿Papá?
Guapo y erguido, sin un vestigio de las adicciones que le costaron la vida viene a mí y me abraza.
Me acurruco en él disfrutando de este momento. Había olvidado lo reconfortante que se sentían sus caricias.
ESTÁS LEYENDO
Sugar Baby © (A.A II)
Romance«Bienvenidos a las relaciones mutuamente beneficiosas. En éste lugar los Sugar Daddies o Mommas obtienen lo que desean, cuándo desean» El destino, tan travieso y descarado otra vez me ha puesto aquí, en este lugar... En la misma situación. Como un...