Ella | JC | #1 [EDITANDO]

Capítulo 26 "Tal vez"

¿Qué me estaba pasando?

-Jos, ¿Qué fue todo eso? ¡Te portaste como un salvaje!- me dijo Alonso.

Yo seguí caminando por el pasillo hacia la habitación. Estaba muerto de vergüenza.

-¡Jos!- gritó mi amigo detrás de mí.

Lo miré.

-¿Qué pasó?- volvió a preguntar.

Alan, Freddy y Bryan estaban detrás de el, mirándome.

-Puedes confiar en nosotros- dijo Alan.

Lo dudé un momento, pero yo no podía ocultarles nada.

-Él dijo que yo la estaba usando, que sólo estaba jugando con Ella... Y yo simplemente... exploté.

-¡Pues no puedes andar "explotando" por todos lados, todo el tiempo!- Alonso movía los brazos cuando hablaba.

-¡Lo lamento!- les dije- No pude controlarme...

-Eso lo notamos... - susurró Freddy.

Seguimos caminando hasta la puerta de la habitación. Yo no llevaba llave, Alonso traía mi mochila.

Alan sacó su propia llave y abrió.

Todo estaba impecable, como siempre: las ventanas estaban abiertas, dándonos vista a la cuidad. No pude evitar extrañar la playa. Dejamos las mochilas en el sillón. Freddy entró al baño, Alan se sentó en una de las camas a escuchar en silencio y Bryan se asomó hacia la puerta.

-Amigo, ¿Qué pasó anoche?- me preguntó Alonso, más tranquilo.

-¡Nada! Sólo estábamos viendo las estrellas y platicando. No se por qué Carlos reaccionó así...

-Jos, deja de meterte en problemas...

Así era él. Siempre que me daba un sermón, repetía mi nombre con cada frase, agitaba las manos y hacia muchas preguntas.

Yo estaba de espaldas a la ventana, con la vista hacia la puerta.

-Alonso- dijo Bryan interrumpiendo- Mario quiere verte.

-¿A mi?- mi amigo se dió la vuelta, así que no pude verle el rostro, pero me imaginé su expresión de extrañeza.

Bryan asintió.

-Esto no ha acabado- dijo Alonso mientras caminaba hacia la puerta.

Ese chico parecía mi padre.

Salió rápido.

Bryan corrió hacia mí.

-¡Corre!- me dijo tomando mi brazo.

-¿Qué?

-No seas tonto, Jos. ¡Tienes que hablar con Mónica! ¡Tienes que explicárselo!

Ya entendía. Todo esto era un plan. Sonreí a mi amigo.

-¡Deprisa!- me apuró mientras salíamos.

Corrimos en silencio fuera del hotel. Tomamos el primer taxi que pasó, hacia casa de Mónica.

10 minutos después, nos estuvimos frente a la casa. Era igual a como la recordaba.

Bryan se encaminó hacia la puerta.

-¡No, Bryan, espera!- lo tomé del brazo- No podemos tocar.

-¿Por que no?

-No sabemos quien estará ahí... - caminé hacia el balcón de Mónica.