Capítulo 31 "Canela"

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Las escaleras eran interminables. Se extendian a lo largo de varios kilometros y estaba rodeado de oscuridad. Detrás de mi no había nada.

Una oscuridad se extendía a mi alrededor.

-¡Arriba!- gritaba una voz.

Comencé a subir a grandes zancadas, como si alguien me persiguiera. Tal vez así era.

Tal como imaginé, las escaleras parecían no terminar. Seguí corriendo, hasta que las fuerzas me abandonaron y comencé a detenerme.

De pronto, una enorme masa de agua se estrelló contra mí, impulsandome hacia atrás.

Comencé a caer...

Me desperté agitado, mi pecho subia y bajaba al compás de mi respiración.

-¡Arriba!- gritó alguien.

Reconocí la voz de Mario inmediatamente.

-¿Por qué estoy mojado?- susurré mientras me tocaba la mejilla y un mechón de cabello que tenia pegado a la frente.

Entonces lo ví.

Mario tenia un vaso con agua en la mano, que vació sobre la cara de Bryan. Mi amigo se levantó asustado en el acto.

-¡Pudiste haberme matado!- gritó Bryan, tocándose la cara.

-¡Que suerte que no lo hice! ¡Porque tenemos un desayuno importante en dos horas!

Alonso salió del baño con una toalla sobre los hombros, su pelo tambien estaba mojado.

Miré a mi alrededor: Mi almohada estaba humeda, gracias al vaso asesino. La habitación estaba oscura y Mario iba de un lado a otro lanzando vasos de agua a la gente. Busqué a mis amigos. Alonso estaba cepillandose los dientes, Bryan estaba levantandose de su cama; Alan dormia sobre una almohada ya mojada con la cara llena de agua. Al parecer no le había preocupado mucho. Freddy era la siguiente víctima.

-¿Qué hora es?- preguntó Bryan mientras soltaba un bostezo.

-Las 7 am- contestó Alonso mientras le daba unos golpecitos en el hombro a Alan para despertarlo. Este ni se inmutó.

Freddy cedió ante el vaso de agua y cuando por fin pudimos despertar a Alan, nos arreglamos para el desayuno.

-Es un desayuno formal con los abogados de la disquera y un posible nuevo patrocinador. Asi que les pido que se comporten y estén presentables- Nos dijo Mario cuando estuvimos en el pasillo.

Revisé mi celular. Ningun mensaje. Ninguna llamada de Ella.

Pero si había unas llamadas perdidas de mi mamá, así que le marqué.

Cuando por fin estuvimos en la camioneta, yo estaba respondiendo un mensaje de mi hermana, que me preguntaba como estaba, Bryan preguntó:

-Y... ¿Quienes son esos abogados importantes y posible patrocinador?

-El señor Alejandro Mondrágon y su hermano Isaac Mondragón...

Casi se me cae el celular. ¿El padre de Mónica?

-Por cierto, sus hijas vendrán con ellos a conocerlos. Las razones que me dieron eran que necesitaban un par de mentes juveniles para decidir si ustedes valían la pena...- dijo alzando los hombros.

Los chicos y yo nos miramos en silencio. Alan, que estaba sentado a mi lado me susurró:

-El padre de Cristina se llama Isaac.

Entonces irían Mónica y Cristina...hasta tal vez Andrea. Si Mario supiera que ya las conociamos... Pero ninguno dijo nada. Solo asentimos y esperamos a llegar.

Ella | JC | #1 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora