-Mira, Dany..., la verdad es que...
-¿Están listos, chicos?- nos interrumpió Alan.
Había intentado terminar con ella 3 veces ese dia, pero siempre me cambiaba el tema. Ya se, ya se, parezco un patán terminando con una chica para ir tras de otra, pero no podía seguir engañándome. Y tampoco a Daniela.
Estábamos en el recibidor del hotel, a punto de irnos a una fiesta de la discografía.
-Listos- dijo Daniela levantándose del pequeño sillón donde estábamos.
Frustrado, los seguí a la camioneta.
Cuando llegamos al salón, ya estaba lleno de gente. Meseros paseaban de un lado a otro con charolas llenas de copas o vasos de cristal. Las paredes doradas estaban decoradas con enormes cortinas de terciopelo.
-¿Les gusta la decoración? Yo la escogí- nos susurró Daniela a todos.
Mientras entramos, los invitados comenzaron a darse cuenta de que estábamos ahí y el lugar estuvo un momento en silencio. Luego todos aplaudieron con respeto.
Nos dirigimos a nuestra mesa, junto a la pista de baile. Ahí encontramos a Mario, que nos saludó y comenzó a presentarnos con todos.
Después de unos 15 minutos de saludar y estrechar manos, nos acercamos a un señor de aspecto severo. Tenía el cabello negro lleno de canas y era moreno. No era muy alto pero aun así era intimidarte.
-Vengan, chicos- dijo Mario.
Me acerqué con Daniela, que no había retirado la mano de mi brazo en toda la noche. Una música sonaba al fondo.
-Chicos- dijo Mario- El es el señor Alejandro Mondragón.
Mondragón. ¡¿Qué?!
Podía ser posible...
-Buenas noches, muchachos- habló por fin el hombre con voz áspera y mandataria.
Todos lo saludamos con educación.
Yo no podía dejar de verlo. Mónica se apellidaba Mondragón...
-¿Viene solo, señor?- preguntó Daniela. Me pareció fuera de lugar su pregunta.
-No, mis hijas y mi esposa están aquí conmigo. fueron a tomar un poco de aire fresco. Regresarán pronto, querida. Te las presentaré.
Me cayó como un cubetazo de agua fría. Y si...
"Hay muchos padres, con hijas que se apellidan Mondragrón. Por favor, concéntrate, Jos"
Mario nos dijo que íbamos a cantar después de la cena, así que teníamos que prepararnos.
Me levanté y seguí a los chicos al pequeño escenario improvisado. De alguna manera había logrado quitarme a Mónica de la cabeza y a Daniela del brazo. Por ahora.
Nos presentaron y salimos.
Fue ahí cuando la ví. Llevaba un bonito vestido azul que le llegaba a las rodillas, se había recogido su cabello oscuro en un apretado moño en lo alto de la cabeza. Llevaba zapatos bajos y sonreía mientras caminaba. Estaba preciosa.
A su lado, su hermana Andrea llevaba un vestido largo de noche verde brillante, también con su cabello recogido en un moño. Se veía bien, pero al estilo adulto, que la hacia verse mayor y no parecía nada cómoda.
Detrás de ellas venía una hermosa señora: tenía unos cincuenta y pocos; su cabello era negro y su piel era sumamente blanca.
Se sentaron en las sillas vacías junto al señor Mondragón. Genial. Creo que si eran sus hijas.
Subimos al escenarios, listos para cantar, pero yo no podía dejar de mirarla.
Me invadió el mismo aviso de siempre. Electricidad. Subió desde la punta de mis pies hasta mi cabeza.
Y Ella también me vio. Sus ojos oscuros mostraban asombro. Pero no los apartó.
"Eso me suena a reto... " pensé.
La canción comenzó y esta vez yo entré completamente a tiempo. Esta vez, la canción fluyó de mi hacia Ella. La letra encajaba perfecto con lo que estaba sintiendo.
Y con la persona a quien estaba mirado.
-----------------
Es un concierto, pero lo importante es la canción :)
ESTÁS LEYENDO
Ella | JC | #1 [EDITANDO]
Romance«La fama no lo es todo. Ella lo es.» La historia está inspirada en la banda mexicana, CD9. Los demás personajes los inventé yo. Podrán darse cuenta de que las personalidades no son exactamente como son las de ellos, pero tuve que cambiarlas un poco...