Las cortinas se removieron un poco. La luz se apagó.
Volví a tocar.
Unos dedos se asomaron entre los bordes de la tela.
Luego, distinguí un ojo mirándome desde la rendija de las cortinas.
Acerqué mis ojos. El otro desapareció.
-Abre- formulé con los labios.
Las cortinas se descorrieron completamente. Frente a mi se encontraba Mónica.
Tenía sus ojos abiertos como platos, algo llorosos y tenia unas enormes ojeras. Su rostro se veía más delgado de costumbre y sus labios estaban partidos. Llevaba una pijama azul.
Abrió la ventana empujandola hacia arriba.
-¡Jos!-gritó.
Puse mi mano sobre su boca. Nos iban a descubrir. Entonces sentí una punzada de dolor en la palma.
-¡Auch!- Ahora fui yo el que grité- Me mordiste.
Entonces me abrazó.
Bueno, intentó abrazarme. Yo tenía un brazo y una pierna enredado en la escalera para no caerme.
-¿Qué haces aquí?- preguntó cuando nos separamos.
-Eh, vine a visitar a una amiga ¿No se si la conoces...?- dije, sarcástico.
Me dio un pequeño empujón en el hombro.
-¿Cómo me encontraste?- Ella estaba sonriendo.
Hubo un momento de silencio mientras yo también sonreía.
-Andrea- dijimos al mismo tiempo.
Le conté toda la historia: como fue que Andrea me avisó de que ya no estaba en su casa y que luego me dio la dirección por teléfono cuando la sacó de la oficina de su padre.
Su rostro se entristrecio.
-Mi padre estaba furioso- susurró- me hizo empacar todo, pero me negué. Entonces termine aquí.
-Lo sé. Leí la carta- dije.
Ella se ruborizo.
-¿La leíste?
Asentí.
-¿Qué haces aquí, Jos?
¿Qué hacia ahí? ¿Qué esperaba?
-No lo sé- respondí a ambas preguntas.
Mónica volteó los ojos.
-Entonces, ¿manejaste dos horas seguidas a medianoche y no sabes por qué?
-Eso parece...
-Jos...
-Sólo quería verte.
Ella bajo los hombros.
-Yo también. Me alegro de que lo hayas hecho- concluyó.
Antes de que alguno de los dos pudiera decir otra cosa, la escalera crujió y se sacudió un poco.
La miré, preocupado.
-Creo que no tenemos mucho tiempo.
Moví mi vista alrededor del perímetro para asegurarme de que nadie nos veía.
-¿Qué hacemos ahora?- preguntó.
Era momento de tomar una decisión. Irme sin que nadie me viera y hacer como si jamás hubiera sucedido o...
-Ven conmigo.
¿Lo dije o lo pensé?
Ella se quedó callada.
-Si- dijo al final.
-¿Qué?
No estaba jugando, pero no esperaba que respondiera que si.
-Vámonos antes de que alguien nos descubra.
-Si nos vamos, nos van a descubrir mañana que tu no estés...
-No importa, ya veré que hago, sólo... sacame de aquí- sus ojos me miraban suplicantes.
No podía decir que no. No importaba en cuantos problemas podíamos meternos, ni cuántas personas estuvieran en nuestra contra, ni que fuera medianoche y estuviéramos en un escalofriante colegio. Todo iba a salir bien.
La escalera volvió a chillar.
-Será mejor que te des prisa- sugerí.
No había una visto jamás una sonrisa tan grande.
Corrió dentro de la habitación y un minito después volvió con una chaqueta y una mochila al hombro. Aún llevaba su pijama.
-Bajaré primero para que no tenga tanto peso- dije.
-Eh, no peso tanto...
-Me refería a que... - me apresure a aclarar.
Ella se rió en voz baja.
-Lo sé. Sólo baja.
Así lo hice y Ella me siguió.
Tuvimos suerte de que la escalera no se cayera. Me ofrecí a cargar con la mochila.
-No te preocupes. Puedo hacerlo yo solita- dijo y luego me guiño un ojo.
Puse los ojos en blanco y en silencio recorrimos el pasillo.
Cuando estuvimos en la puerta de entrada, revise que el guardia siguiera dormido antes de subir con mucho cuidado la reja.
Mónica no tuvo problemas. No es que creyera que no pudiera hacerlo, pero realmente me sorprendió.
Caminamos hasta el auto tomados de la mano. Lo habíamos conseguido.
La carretera estaba sólo iluminada por las tenues luces de los autos.
-Entonces era verdad- interrumpí el silencio.
-¿Qué cosa?- me miró extrañada.
-Pase lo que pase, siempre voy a encontrar el camino hacia ti.
Mónica puso una mano sobre la mía.
No vi el auto hasta que estuvo frente a nosotros.
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Ella | JC | #1 [EDITANDO]
Romantik«La fama no lo es todo. Ella lo es.» La historia está inspirada en la banda mexicana, CD9. Los demás personajes los inventé yo. Podrán darse cuenta de que las personalidades no son exactamente como son las de ellos, pero tuve que cambiarlas un poco...