Capítulo 28 "Hallazgos"

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-¿Estás seguro?- su voz estaba llena de duda.

-Bueno, cuando me lo dijo en la cara me quedó muy claro...

-No me lo puedo creer...

-Lo sé, tambien fue una sorpresa para mí...

Alonso se quedó callado un momento.

-¿Alan lo sabe?

-No- le constesté.

El hizo una mueca.

-Pues, tienes que decircelo, amigo...

Estabamos en el hotel, después del concurso de baile, después de que Daniela se mostró por quien era.

Me sorprendió mucho encontrarme con que ella no era lo que aparentaba. Primero fue una niña linda y callada, luego una chica despreocupada y al final...bueno...

Al único que le había dicho sobre mi conversación con Daniela era Alonso. No sabía que hacer. Estaba primero lo de Alan: ¿Qué pensará si se lo digo? ¿Me creería? ¿pensaría que mentía?

Freddy y Bryan estaban viendo una pelicula, mientras que Alonso y yo mirabamos por la ventana, hablando en voz baja. Alan escribia rapidamente en su teléfono.

Lo miré. No podía ocultarle algo tan importante. A ninguno de mis amigos.

-Tengo que hacerlo- pensé en voz alta.

Me acerqué a mis amigos, con Alonso pisandome los talones.

-Alan- comencé. No sabia si decirselo primero a él y luego a Freddy y Bryan o todos juntos.

Me decidí por lo primero.

El levantó un segundo la mirada, luego su celular vibró y el sonrió al ver la pantalla.

-¿Con quien hablas?- le preguntó Bryan, que tammbien había visto su enorme sonrisa.

-Con Cristina- contestó Alan.

Todos comenzaron a burlarse.

-Para su información, tiene novio- dijo rápidamente mi amigo- Se puede ser amigo de las chicas.

Por un maravilloso momento, creí que todo se había solucionado. Alan se había olvidado de Daniela. Pero no lo creía. 

Le rompería el corazón...

-Si, claro- dijo con sarcasmo Freddy.

-¿Ibas a decirme algo, Jos?- preguntó Alan, mirandome.

Alonso me dió un codazo.

-No, nada.

Si las miradas fueran pistolas...Alonso me habria matado.

-¿Seguro?- Alan había levantado las cejas. Sabía que estaba ocultando algo.

-Si, nada.

El parque estaba casi vacío cuando llegué al jardín. El sol estaba ocultandose y los pajaron gritaban en los arboles. Miré un largo rato la estatua de Peter Pan, queriendo tener la misma suerte que él.

-¿Jos?

Aparté la vista de la estatua y me encontre con Mónica.

Llevaba unos pantalones negros y una blusa verde. En su pecho apretaba un libro.

-Hola- le dije.

-¿Qué haces aquí?- me preguntó. Parecia muy sorprendida.

-No lo sé.

Ella puso los ojos en blanco.

-Si me dieran una moneda por cada vez que te escucho decir eso...- me dijo acercandose.

Pasamos la siguiente hora en silencio. Estabamos sentados, recargados sobre la estatua. Nuestros hombros se rozaban suavemente. Ella leía mientras yo pensaba. El cielo comenzó a tornarse de un gris oscuro. Al igual que mis pensamientos.

¿Qué haría Mónica cuando le dijera lo que había pasado con Daniela? Yo había terminado con ella, pero se había negado. ¿Eso valía?...

De pronto, Ella rompió el silencio. Con una ruidosa carcajada.

La miré sorprendido. Sujeta su libro con ambas manos. ¡Estaba riendose de algo en el libro!

Ella continuó riendose, entonces notó que la miraba y tambíen me miró.

-¿Qué?

Casi sin pensarlo, acorté el poco espacio que nos separaba y la sorprendí con un beso.

-¿Y eso por qué?- me preguntó con los ojos muy abiertos, pero no parecía molesta.

 Yo le dediqué una amplia sonrisa.

-¿Y por qué no?

Ella volvió a reir. Entonces me vino algo a la mente.

-Oye... ¿Por que tu jamás hablas de tu padre? 

Se puso seria en un instante.

-¿A que te refieres?

-Si, solo has mencionado una vez desde que nos conocimos...

Ella se quedó callada un momento.

-La relación entre mi padre y yo... no es muy... estrecha.

-¿De qué hablas?

-Bueno, él se la pasa trabajando y casi no lo veo. Y cuando lo veo lo unico que quiere hacer es controlar mi vida. Como lo hace con mi hermana...

-¿Con Andrea?- pregunté, asombrado.

Mónica asintió.

-Por él, mi hermana está estudiando Derecho. Ella quieria fotografía o literatura inglesa... pero él no la dejó. La mandó a estudiar al extranjero, a un internado...

Yo escuchaba atentamente, en silencio. Me había quedado sin palabras.

Ella cambió de posicion, abrazandose las piernas.

-Sebastián tuvo suerte. Como mi madre es médico, él tenia que estudiar medicina. Pero eso ya le gustaba. Y pues... ya lo ves ahora.

Entonces hice la pregunta del millón.

-¿Y Tú?

Pusó las manos sobre frente haciendo la cabeza hacía atrás.

-Derecho. Si tengo suerte, aquí en el país.

De pronto, sentí unas enormes ganas de golpear a alguien. ¡Eso no era justo!

¿Si tenia suerte? ¿Y si no? ¿Se iría del país? ¿Podría volver a verla?

Mi cabeza comenzó a dar vueltas. Esto no podía estar pasando...

-Jos, ¿Qúe tienes?

-Nada, estoy bien...

-¿Estás seguro?

-Si...

Guardamos silencio un minuto.

Entonces Ella plantó sus ojos en mí.

-¿Te gustaría ir a mi casa?

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¡Hola! ¡Tanto tiempo! xD

¡Bueno, chic@s, aquí les dejo un capítulo más! Sé que está cortito pero enserio espero que les guste...

¿Qué pasará después? 

¡Nos seguimos leyendo! Bye :)

PD: Gracias por sus hermosos comentarios y sus votos :)

PD2: Prometo subir otro pronto :D

Ella | JC | #1 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora