Capítulo 33 "Riesgos"

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Estábamos en el jardín de Peter Pan, el día estaba a punto de acabar y el cielo estaba despejado.

Todo había comenzado bastante formal.

Nos sentamos algo separados uno de otro. Ella sacó un libro de su mochila y comenzó a leer. Yo me puse los audífonos y disfrute de la música.

Poco después, sentí un peso en mi hombro: Era Mónica. Sin darse cuenta, había buscado una posición más cómoda y se había topado con mi hombro.

Cuando se dió cuenta se levantó rápidamente y me miró disculpandose.

-No te preocupes- le dije- No me molesta.

Aun así, se puso derecha y se alejó un poco. Yo puse los ojos en blanco.

Unos minutos después, la volví a sentir en mi hombro. Pero esta vez no se apartó.

Entonces me vino algo a la cabeza.

-¿Cuál ha sido el mayor riesgo que has tomado?- le pregunté.

-Mi vida no tiene ningún riesgo- me contestó- Mi padre se ha encargado de eso. Creo que los mayores riesgos que he tomado en mi vida los he tomado contigo.

Recordé la vez que fuimos al cine. Seguro se escapó.

-¿La vez que fuimos al cine?- dije en voz alta.

Se levantó de nuevo y me miró. Yo me quite los audífonos.

-Si- me dijo sonriendo- Pero no me refería a eso. Me refería a ti. Tu eres Mi riesgo.

La miré sin saber que esperar.

-¿Pero sabes qué? Estoy dispuesta a tomarlo.

Jamás en mi vida me habían dicho algo que me haya atravesado tanto como sus palabras.

Tomé su mano.

-No lo harás sola- le dije.

Y era la verdad.

La ya familiar corriente atravesó suavemente nuestras manos y me tranquilizó. Fue una sorpresa.

Lo que antes me hacía inquietarme, temblar y llenarme de escalofríos, ahora me parecía de lo más natural y un alivio.

Muchas cosas había pasado ese último tiempo: me había encontrado con una chica, y la había perdido. Luego me atropelló con su bicicleta. Y ahí estaba. Con la misma chica recargada en mi hombro.

-Tengo una idea- Ella me miró, esperando a que continuara hablando. Así que seguí- ¿Qué tal otro riesgo?

-Te escucho- su rostro se llenó de una sonrisa malvada.

-¿Qué te parece si vamos al parque de diversiones?- le dije.

-¿Cuando?

-Esta noche- decidí.

-Muy bien- cerró el libro y lo guardó en la mochila de nuevo- sólo espero que no te pongas a gritar, por que eso sería muy vergonzoso.

-Serás tú la que grite- me defendí.

-Si, claro... - me dijo con sarcasmo. Luego se puso de pie- Tengo que irme.

-¿Quieres que te acompañe?

-No, esta bien. Puedo cuidarme sola- me dio un puñetazo juguetón el el hombro.

-Más riesgos ¿Eh?

Me ofreció una mano para ayudarme a levantar. La tomé.

-Mi segundo nombre es Riesgos- dijo con una sonrisa.

Yo me reí.

-En realidad, es Gisela...- la corregí.

Ella volteó los ojos.

-Ja ja ja... Nos vemos aquí, a las siete.

-Suena genial...

-Hasta entonces, Orégano.

Ella | JC | #1 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora