Ella | JC | #1 [EDITANDO]

Capítulo 39 "Oui"

Lo último que ví fue su rostro asustado y escuché su grito ahogado.

Luego cerré los ojos.

En unos segundos, mi cuerpo quedó suspendido sobre la enorme lona que mis 4 amigos estaban sujetando firmemente. No sabíamos si iba a funcionar. Pero así fue.

Me bajaron con cuidado y Alonso me extendió la mano para ayudar a levantarme.

Las 2 enormes palabras en una reluciente letra negra descansaban sobre la manta blanca. Una sola frase.

"¿Otro riesgo?"

Cuando levanté la vista, Mónica me devolvía la mirada. Luego desapareció, entrando a la habitación.

Por un momento pensé lo peor. Que ya no quería volver a verme y que había cometido una terrible equivocación.

Mis amigos parecían igual de sorprendidos que yo, pero no dijeron nada.

Entonces se abrió la puerta de la casa y Ella salió al jardín, caminando hacia donde yo me encontraba.

-¡Suicida!- me gritó- ¡¿Acaso estás loco?! ¡Yo crei...!

La atraje hacia mi, y pronto nuestros labios estaban unidos otra vez.

Ella dejó de resistirse y por un segundo estuvimos solos. Entonces Bryan se aclaró la garganta y nosotros nos separamos.

"Gracias, amigo... "

Freddy me lanzó una mirada que decía: ¡Dilo! ¡Ahora!

-Mónica- estaba muy nerviso.

El salto había pasado y salido a la perfección. Había logrado pasar sin dejarme llevar por los nervios pero en ese momento no me sentí tan fuerte. Las piernas comenzaron a temblarme y tuve que cerrar un momento los ojos para no marearme.

-Se que no es mucho tiempo el que llevamos conociendonos- continúe- Pero fue el suficiente para darme cuenta de... de...

Rayos, Jos, concentrate...

Monica tenia los ojos fijos en mi, esperando a que continuara.

-... de que no quiero estar más tiempo alejado de ti. Y de que me harías la persona más feliz, si...

Saqué de la bolsa de mi chaqueta la pequeña caja roja. La tomé entre mis manos y tembloroso pero decidido, hinque una pierna en el suelo.

-Si fueras mi novia.

Las últimas, pero más importantes palabras salieron de mi boca con suavidad, pero no con duda. Tranquilas, pero llenas de ansias. Eran un mar de emociones que esperaba que Ella sintiera.

Su rostro se mostraba pensativo, casi parecía triste.

-¿Por que yo?- me preguntó de pronto- ¿De todas las chicas que hay en la faz de la tierra? ¿Por que me lo estás pidiendo a mi?

Entonces abrí la cajita. Me puse de pie y saqué su contenido. Era una pulsera de plata hecha de pequeños eslabones entrecruzados. La placa de metal descansaba en el centro. Una pequeña inscripción la llenaba.

"Sólo tú"

Mónica acarició suavemente la pulsera, con los ojos cristalinos y luego me miró.

-En toda mi vida, jamás había sentido, algo tan real, como lo que siento por ti, Mónica Gisela Mondragón...- le aclaré.

Una pequeña lágrima se escapó de sus ojos. La limpié con el dorso de la mano.

-¿Qué te hace pensar que diré que si? ¿Solo que vengas a mi casa con tus amigos, te arrojes desde mi balcón como un loco y que traigas ese enorme cartel y yo...?

La atraje hacía mi y pronto mis labios estaban sobre los suyos. Ella dejó de hablar para devolverme el beso. El mismo calor de siempre inundó mi pecho. Era como si el verano hubiera brotado desde el.

Los chicos (Afortunadamente) se había alejado un poco e intentaban mezclarse con cualquier cosa para no arruinar el momento.

-Entonces ¿Qué dices?

Sin decir una palabra se puso de puntillas y me dio un pequeño beso.

-¿Eso es un "Si"?- le pregunté.

-Oui.

-Subtítulos, por favor...

Entonces Ella se echó a reír. Yo la levanté unos centímetros del suelo y me uní a su sonrisa.

Ni un millón de soles podrían compararse con la felicidad que sentía en ese momento...