Jungkookie

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Varias personas del staff se arremolinaban alrededor de Jimin, quien estaba sentado con la cabeza hacia arriba intentando coger algo de aire. Algunos le abanicaban, otros le ofrecían agua, pero él solo necesitaba respuestas. Taemin, que también andaba por el backstage, apareció como si estuviera espantando moscardones. Los trabajadores le dejaron pasar. El chico reconoció a Jimin al instante. Hincó las rodillas en frente del menor y le acarició la cabeza.

-Jimin ¿estás bien? -dijo Taemin preocupado.

El chico lo miró, su respiración había vuelto a la normalidad, pero sus ojos luchaban por no convertirse en agua de tormenta.

-¿Taemin...?

-Váyanse, por favor... Yo me ocupo de él. Gracias -ordenó el chico con amabilidad.

Jimin agachó aún más la cabeza, era incapaz de mirarle, no quería que lo viera de esa manera. Sin embargo, Taemin se puso más cerca.

-Quien sea quien te esté haciendo llorar -levantó la barbilla del joven hasta unir sus miradas-. ...No te merece, Jimin.

-¿Cómo sabes...?

-Se reconocer un llanto contenido de corazón roto cuando lo veo. Me ha pasado... ¿Pero te digo algo? Se olvida. Se supera y se sigue adelante.

Jimin no podía más. Su barbilla latía con fuerza. Intentaba evitar llorar delante de su nuevo amigo, pero necesitaba urgentemente desahogarse. El rubio se abalanzó hacia el mayor, siendo totalmente correspondido por el cuerpo del moreno. Era delgado, pero sus músculos estaban tan prietos que aprisionaban el cuerpo del más pequeño con fuerza. Taemin hundía su barbilla en la clavícula del menor, metiendo su nariz entre su cabello. Era la primera vez que lo tenía tan cerca y aprovechó cada segundo. Adoraba como olía ese chico. Hacía poco que se conocían, pero él ya le había echado el ojo desde hacía un año. Como le había pasado a muchos otros, Jimin empezó a captar la atención de la gente cuando se tiñó el pelo de naranja.

-Jimin... Sabes que estoy aquí...

Un carraspeo los sacó del abrazo. Como siempre, en el peor momento. Jungkook estaba de pie frente a los chicos con una Gyuri cogida de su brazo visiblemente muy emocionada. Era una shipper que tenía la confirmación de sus conjeturas delante de ella.

-¡Jimin-oppa! ¡Taemin-oppa! -Gyuri miró al maknae para susurrarle algo al oído-. Los rumores eran reales.

Jungkook se veía visiblemente afectado por esa imagen y si ya le sumamos las declaraciones de la joven más todavía. ¿Rumores? Obviamente eran solo eso. O eso esperaba. Aunque ahora que Jimin estaba libre puede que quisiera intentar algo más con Taemin. Sus pensamientos iban tan rápidos en su cabeza que cuando reaccionó tenía a Taemin frente a él.

-Jungkook... -Taemin sonaba déspota y prepotente con el más pequeño de BTS. Reparó en la joven-. Encantado... ¿Tu nombre es?

-Lee Gyuri.

Taemin hizo una pequeña reverencia con la cabeza para saludarla. Jimin levantó la mirada para poder ver a la chica. ¿Lee Gyuri? Le sonaba mucho ese nombre ¿no era compañera de la escuela de Jungkook? Juraría que JK le había comentado que estaba detrás suya desde hacía un tiempo. Obviamente, en ese entonces el maknae no le hacía ni caso, o eso le decía a él. Las pupilas de Jimin y Gyuri se encontraron, conectando sus miradas. No podía huir, solo le quedaba afrontarlo. Se negaba a estar toda la vida llorando por las esquinas. El rubio se levantó, se comió su pena y sacó su orgullo a pasear. Se acercó a Taemin, rodeó su cintura con el brazo y se posicionó a su lado. Taemin estaba muy sorprendido por esa acción, pero no iba a negarse a esa novedad. Jimin hizo una pequeña reverencia de igual forma.

-Un placer conocerte, Gyuri. Jungkook-ah me ha hablado mucho de ti.

Jungkook se quedó frío ante esa reacción: tanto por su actitud cariñosa con Taemin, como el saludo hacia su "amiga". Gyuri profirió un gritito de ilusión ante las palabras de Jimin.

-¡¡¡Oppa!!! Adoro tu trabajo. Debo decir que siempre estuve enamorada de Jungkookie, pero tú siempre serás mi bias.

¿Jungkookie? ¿Cómo se atreve a llamarlo así? Jimin miró al desconcertado maknae. Estaba rojo, ardiendo, a punto de explotar. Sin embargo, el implacable Jimin se había levantado guerrero. Jungkook quería las cosas así, pues así serían.

-Tienes buen gusto. Nos disculparás, pero quiero enseñarle par de cosas a Taemin... Ya me entiendes -su voz sobaba juguetona, como si le estuviera confesando algo a Gyuri-. Hace días que no nos vemos -miró a Jungkook-. Y queremos aprovechar.

Jimin cerró su discurso con un guiño picarón. Eso sí, sin reparar en el encelado Jungkook. El rubio había subido a la montaña rusa y no pensaba bajar sin jugar. Taemin aprovechó la situación y rodeó la pequeña cintura del rubio para acercar sus labios a la oreja del joven. La rozó con mucha sensualidad para hacer un comentario a medio camino entre un susurro y palabras audibles.

-No desveles nuestras intenciones Jimin-ah.

Jimin, ni corto ni perezoso, giró su cabeza para dedicarle una linda y picarona sonrisa a su interlocutor. Le acarició la cara y se dispusieron a irse. Jungkook estaba petrificado ante la imagen. Quería arrancarle la cabeza a Taemin, pero Jimin lo había decidido así. Claramente el beso de la noche anterior fue solo un sueño, su mente le había jugado una mala pasada.

Los labios de Gyuri se acercaron a su mejilla, dándole un tierno beso y sacándolo de su ensoñación.

-Jungkook ¿estás bien? Estás ardiendo.

El joven asintió viendo partir a Jimin y Taemin, aún cogidos por la cintura.

__

Jimin y Taemin llegaron a un sitio cubierto bajo las gradas. El rubio se apoyó contra un pilar de hierro mientras Taemin le miraba de cerca. Estaba completamente derrumbado por toda la situación vivida anteriormente.

-Entiendo que estáis enfadados -recalcó Taemin.

-Entiendes bien -dijo Jimin seco y cabizbajo.

El maknae de Shinee aprovechó para acercarse aún más. La rodilla de Jimin quedaba justo entre su entrepierna. Jimin levantó la mirada hacia su cara.

-Cuando quieras usarme, soy todo tuyo.

La voz del moreno sonaba sensual y sus atrevidos ojos le desnudaban con cada mirada. Taemin se acercó a la tan deseada boca de Jimin mientras su pulgar rozaba sutilmente sus carnosos labios. Le estaban gritando que la besara. Necesitaba sentir esa preciosa boca junto a la suya ¿sería tan bueno besando como lo era bailando? Solo de imaginar esa imagen su miembro ardía en deseos por estar dentro suyo.

-Muero por besarte Jimin...

El rubio abrió los labios para recibirle, pero no quería eso. Era el despecho quien actuaba por él y Taemin no se lo merecía. Una de sus manos paró al mayor en la trayectoria hacia su boca.

-Lo siento, Taemin. No puedo -Jimin se incorporó-. Siento haberte usado antes. Solo... No sé...

Jimin se apartó del chico, era incapaz de articular palabras. Estaba completamente frustrado. Taemin agarró su pequeña mano para retenerlo. Movió la cabeza en señal de compresión.

-No te preocupes... Esperaré.

-No sé si algún día podré olvidarlo...

Taemin volvió a posicionarse enfrente.

-Esperaré aunque sea en una siguiente vida, Jimin.

Jimin le regaló una sonrisa tímida y se fue del sitio.

-Nos vemos mañana, Taemin.

Se separó de la mano del moreno y se fue, dejándole a medias con un beso que no fue y una calentura que se tuvo que quitar él mismo en el baño.

Expediente Manila (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora