Adicto a ti

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07/09/2016

Las cortinas de la habitación estaban totalmente abiertas. La claridad de la mañana daba de lleno sobre la cama, en donde la dulce pareja seguía recostada. Ignorantes a todo. Jimin dormía de forma angelical sobre el pecho de su menor. Terminaron tan exhaustos la noche anterior que tal como terminaron, se quedaron: desnudos, pegados, regalándose el calor corporal que cada uno emanaba. El primero en abrir los ojos fue Jungkook. Parecía que todo había vuelto a la normalidad después de una tormentosa semana. Estaba con Jimin a su lado, regalándole la mejor de las imágenes: sus ojitos estaban hinchados, al igual que sus rosados labios. Su cabello rubio le quedaba a un palmo de su cara, por lo que acercó sus labios para dedicarle un tierno beso. Rodeó la cabeza de su amante con su brazo más cercano y comenzó a acariciarle el pelo. Realmente, no podía vivir sin él. Jimin era quien le daba sentido a todo. BTS, ARMY, su vida entera, Jimin lo complementaba de tal manera que le era imposible sacarlo de la ecuación sin dejar de respirar.

El moreno sabía que Jimin tendría una gran resaca. Después de lo borracho que estuvo anoche, era normal que siguiera durmiendo. El chico no quería que se despertara, quería vivir ese momento toda la eternidad. No creía que su hyung rechazara volver con él, era absurdo después de la noche anterior, pero ¿y si pasaba? Jimin comenzó a mover su mano por el pecho de Jungkook. Se estaba despertando sin saber muy bien dónde estaba. Llevó una de las manos a sus ojos, intentado quitarse las legañas. Seguidamente, fue a su cabeza. Le dolía horrores y todo le daba vueltas. Jimin miró hacia el dueño del pecho en el que reposaba y cerró los ojos con un bufido de decepción hacia sí mismo.

-¡Fuck!

Jimin se incorporó como pudo, quedándose sentado en la cama. Jungkook le acompañó hacia la misma posición, intentando sujetarlo para que el mareo no pudiera con él.

-Jimin ¿estás bien?

Jimin no le podía ni mirar a la cara. Seguía frotando su cara mientras alborotaba su pelo a la par. Jungkook se acercó más a él, cogió una de las manos que el rubio tenía en la cara e intentó que le mirara. Estaban muy cerca. JK acercó su frente a la del rubio queriendo conectar con él, necesitaba hacerle entender que todo estaba bien.

-No... Jungkook... No podemos seguir así.

Jungkook cogió la cara de Jimin para que este no se le escapara. Tenía la impresión de que quería huir y el moreno solo quería aclarar todo y volver a la vida de hacía unos días: cuando todo era maravilloso a su lado.

-Estoy de acuerdo... No podemos seguir así... Jimin -el rubio le miró a los ojos ante esa llamada de atención-. Quiero estar contigo.

Jimin negaba con la cabeza. El mayor apartó las manos de Jungkook de su cara e intentó salir de la cama.

-No sabes lo que dices.

Jungkook atrapó su cintura antes de que se fuera. Se puso de rodillas en la cama y le abrazó por detrás muy fuerte. Como si el reloj hubiera retrocedido las horas hasta ese momento en el vagón de tren.

-Sé exactamente lo que digo y lo que siento. Lo eres todo para mí y anoche me demostraste que yo también lo soy para ti.

Jimin notaba como las manos de Jungkook lo apresaban cada vez con más fuerza. Sentía su corazón latir en su espalda. Estaba nervioso por su respuesta. Sus latidos cada vez eran más intensos. La mano del mayor luchaba por tocar las manos del pequeño maknae, pero su cabeza era más rápida que su corazón.

-¿Me amabas cuando besaste a Gyuri?

Las manos de Jungkook comenzaron a perder fuerza.

-Jimin...

Expediente Manila (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora