Tae no podía más con esa situación. No quería caer en la misma mierda que sus otros amigos o llevarse al grupo por delante por un malentendido. Estaba dispuesto a arreglar aquello. Jin llegó rápidamente a su habitación, Tae le siguió, entró y cerró la puerta tras de sí. Tenía que aprovechar que Suga aún no había llegado. Daba gracias que su hyung era un adicto al trabajo y era incapaz de dejar una canción a medias.
-Jin-hyung. Vamos a hablar.
Jin se giró hacia Tae con las manos cruzadas, negándose a todo tipo de conversación.
-Tae, no me apetece.
Tae se acercó al mayor, aunque este intentaba apartarse lo más posible con cara de disgusto.
-No quiero que lo de ayer...
-Ayer no pasó nada.
Los ojos grandes de Tae le miraban como si fuera un pequeño leoncito acabado de nacer. Jin apartó la vista de él y comenzó a preparar su cama para dormir. Hubo un silencio incómodo. Tae estaba intentando pensar sobre qué decir a continuación.
-Sí que pasó... Por mucho que lo quieras ocultar.
Jin paró y se giró hacia el joven. Eran dos personas tan distintas que siempre chocaban, si no era por una cosa era por otra, pero el motivo que se traían ahora era muy diferente. No era discutir por un paso de la coreografía, esta vez era algo más profundo y peliagudo de tratar.
-Tae...
Tae se acercó a su hyung intentando ser lo más diplomático posible.
-Hyung, no podemos obviar lo que pasó, pero está bien, le pasa a muchos idols -el joven acercó sus manos a los brazos del mayor, mostrando una postura relajada-. No significa que seamos gays o vayamos a tener un lío, solo pasó y ya está. Siento si te mentí. No fue mi primer beso, pero tenía muchas ganas...
Tae hablaba de una manera tan tranquila que su voz salía grave y aterciopelada. Jin no podía dejar de mirarle, se sentía cautivado por el chico, por su madurez inesperada. Él pensaba lo mismo, un desliz de idol, pero si no se cuidaban podían volver a caer.
-Tae... Yo... No me gustan los chicos.
-Lo sé.
-A veces, ya sabes, podemos confundir...
-Hyung... Lo sé. No quiero que esto afecte a nuestra amistad o al grupo.
-Yo tampoco lo quiero.
Tae se separó un poco de Jin y le acercó la palma de su mano en señal de cortesía.
-¿Amigos?
Jin tardó en reaccionar. Por algún motivo no podía dejar de mirarle a los ojos, sus perfectas cejas, su nariz redondita, sus labios... Esos labios que había probado hacía 24 horas y que no volvería a rozar. Si hubiera sabido que era la última vez, a lo mejor lo hubiera disfrutado más. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué pensaba esas cosas? ¿Y si...? Jin puso su mano junto a la de Tae, tiró de él, recogió su cintura con su otro brazo y sin previo aviso lo volvió a besar. Estaba dispuesto a irse al lugar más profundo del mar con tal de no desperdiciar lo que sus labios estaban sintiendo en ese momento. Tae se sorprendió al principio por el ímpetu inesperado, pero lo estaba disfrutando tanto que una de sus manos recogió el pelo de Jin, animándole a seguir. Llámalo morbo, amigos con derecho a roce, lo que sea, pero el tacto, la saliva, sus labios jugando, era inexplicable. Sin embargo, solo fueron treinta segundos ya que Suga abrió la puerta inesperadamente encontrándose la escena. Tae y Jin se separaron rápidamente. El joven se limpió los labios con cariño y salió de la habitación sin ni siquiera volver a mirar a sus hyungs.
-Buenas noches... -dijo Tae antes de irse.
Suga cerró la puerta mirando a Jin. Caminó hacia el baño mientras una sonrisa picarona se dibujaba en su cara.
-Como está el patio.
__
Había pasado una hora desde que Jungkook vio aquella escena fuera de la casa. Intentaba dormir, pero no podía. Entre el calor que hacía y esa imagen de Jimin y Taemin clavada a fuego, no lograba quedarse dormido. RM se había quedado adormilado en el sofá mientras leía, así que tampoco podía hablar con alguien hasta que le entrara el sueño. Estaba en el centro del colchón, sin camiseta, solo con un pantalón corto bastante fino. Se puso en su postura natural, mirando hacia el techo. Cerró los ojos, intentando pensar en algo que lo llevara a un sueño profundo. Sin embargo, la mirada de Taemin mientras se llevaba a su pequeño mochi lejos de él se le repetía como un taladro. No le soportaba, ya había tenido problemas con Jimin meses antes por su culpa. Los celos le comían vivo. Jimin no entendía que no era por no fiarse de él, pero Taemin no le miraba con ojos de amigo. Lo que daría por estar con su hyung. Cuando no podía conciliar el sueño siempre tenía a Jimin a su lado para improvisar algún plan nocturno, pero aquellos días eran solo un espejismo que no iban a volver.
Pasaron los minutos, parecía que el maknae ya estaba más cercano a Morfeo que antes. Pero el calor se hacía cada vez más insoportable. Más intenso e interno. Notaba como su entrepierna subía tan rápido que se volvió a despertar al notar como la erección, fuera de su pantalón, ardía como una antorcha. Al abrir los ojos comenzó a notar algo húmedo alrededor de su pene, además de un bulto bajo sus sábanas. Una pequeña mano comenzaba a subir hacia su pecho. No tenía fuerzas ni para quitar el trozo de tela. Los espasmos le hacían llevar su cuerpo hacia detrás. Sus gemidos aparecieron alertando a la persona culpable que los producía con su lamida. La enigmática boca se separó de su miembro, chupando su glande de forma lenta como si fuera una piruleta de fresa. La boca comenzó a subir no sin antes dejar un rastro de saliva por todo el cuerpo del maknae. Saliendo de debajo de las sábanas, una aparición divina eclipsó la mirada de Jungkook. Estaba tan excitado por verle. Ese pelo, esa boca, esos ojos, daba igual que estuvieran las luces apagadas, esa persona era capaz de iluminar la noche más oscura.
-Jimin... -dijo JK gimiendo de placer al verle.
El rubio se precipitó al cuello del moreno llenándolo de besos y pequeños mordiscos. Mientras, presionaba su pene, aún tras la ropa, contra el de Jungkook. El joven pudo reaccionar. Estaba tan ansioso por el tacto de su mayor que atrapó su culo con las palmas bien abiertas, marcando el ritmo del roce.
-Jimin-ah...
Jimin volvió a su cara, se quedó un rato mirándole. Paró su movimiento sensual encima del miembro erecto. El pecho de Jungkook estaba muy alterado, se movía ininterrumpidamente, haciendo bajar las gotas de sudor que se producían en el cuerpo del moreno. JK subió las manos a la cara de Jimin. ¿Era un sueño? Necesitaba que fuera real. Jungkook rozó una de sus manos con la mejilla ardiendo del rubio. Jimin cerró los ojos al sentir el tacto y cogió la mano llevando el dedo índice del joven a su boca. Lo succionó lentamente. Al apartarlo de sus labios produjo un sonido como de beso. Jungkook aprovechó para rozar su pulgar en los labios de su mayor, recreándose en el tacto de sus hinchados labios.
-Jungkook-ah... Te quiero....
Jungkook alzó la cabeza desesperado por unir su boca junto con la de Jimin. Debido al impulso pudo girar al rubio de manera que ahora Jungkook quedaba encima de él. Lo necesitaba tanto y, lo mejor de todo, aún quedaba mucha noche por delante.
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Expediente Manila (COMPLETA)
Fanfiction*Expediente Manila* Dos semanas en las que Jungkook y Jimin mantuvieron en vilo a todas sus fans. ¿Qué pasó realmente entre ellos? ¿Cuáles fueron los motivos de su repentino distanciamiento? Contenido JIKOOKMIN con algo de TAEJIN Fanfic original d...