Carrera de fondo

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Jimin se sujetaba fuertemente al cabezal acolchado de la cama. Estaba de cuclillas encima del pene de Jungkook. El miembro erecto del joven le estaba perforando a una velocidad inhumana. El cuello de Jimin parecía que se iba a romper de los espasmos y azotes que sentía. Jungkook, por su lado, debajo del rubio, sujetaba las piernas de su mayor para que le sirvieran de apoyo tanto a él como a su hyung, ya que estaba moviendo su pelvis de una forma muy salvaje. Jimin no se movía, él solo recibía. En cambio, el cuerpo de JK era el que sufría todo el cansancio del movimiento.

-Jungkook-ahhhhh... Voy a... Jungkook...

-Ahhhh...-gritó también JK.

La boca de Jungkook estaba muy abierta. No dejaba de gritar por el placer que sentía. Su imponente pene no descansaba, no paraba, necesitaba evacuar todo dentro de Jimin. Quería sentir su líquido fluyendo dentro del ano de su amante. Jimin por su parte estaba muy excitado. Agarraba el cabezal como si se fuera a romper. Intentaba aguantar en la posición lo más posible, pero sentía que las piernas le flaqueaban.

El pene del rubio soltó todo su semen, esparciendo el líquido por el pecho del moreno y parte de su mentón. Algo llegó a la comisura de los labios del joven. Mientras estaba en sus últimas, movió su lengua para lograr cogerlo y probar el semen de su chico.

-Jiminnnn...

La bomba estalló. Jimin se dejó caer sobre el pecho agitado de Jungkook al sentir como toda su leche le llenaba por dentro. Lo abrazó como si fuera un pequeño koala.

-Jungkookie... Madre mía...

Jungkook sonrió al escuchar la voz de su lindo mochi nombrarle por su apodo cariñoso. Era tan feliz por tenerle de vuelta. JK lo abrazó, aún con su pene moviéndose sutilmente en su interior. Este salió, dejando salir también parte de su semen. El culo de Jimin estaba completamente mojado por él. Jungkook atrapó con sus brazos la cabeza adorable de Jimin, apartándole el pelo de la cara y acariciando su lindo rostro. Intentaba volver a la calma.

Pasaron unos minutos de silencio en donde Jimin luchaba contra el sueño que sentía y las ganas de fiesta.

-El día que me dejaste... -comenzó a decir JK mientras Jimin alzaba un poco la cabeza para poder mirarle-. Sentí que mi vida no tenía maldito sentido.

Jimin volvió a reposar su cabeza y se deslizó un poco hacia un lado. Subió una de sus manos hacia el pecho de Jungkook, acariciando uno de sus pezones. Rodeando con su pequeño dedo índice la aureola.

-Me encantaría decirte que no tienes que pensar en ti como un ser incompleto sin mi, pero yo siento lo mismo. No concibo mi vida sin ti a mi lado -Jimin volivó a alzar la cabeza para mirar a JK. Se acercó a su cara y subió la mano hasta su mandíbula para poder posar un leve beso en los labios de su novio-. Siento que estamos conectados. No sé... Llámalo destino...

-Jimin...

De repente fue como si una bombillita se hubiera encendido en la cabeza de Jimin. El rubio se incorporó y corrió hacia su armario. Jungkook estaba extrañado. Se medio incorporó en la cama al ver como su novio se iba de él. Sintió como una brisa recorría todo su cuerpo y le erizaba la piel. Aunque al instante miró el cuerpo desnudo de Jimin, su culo en pompa, sus piernas esculpidas, sus brazos, su espalda, y se le pasó el frío.

Jimin estaba sacando muchas cosas, como buen desastre que era, todo estaba sin ningún orden. Normalmente quien recogía la habitación era Hobi o JK. El rubio encontró lo que buscaba y a su vez sintió como las manos de Jungkook le cogían por la cintura, rozándole el trasero con su, otra vez, erecto pene. Jimin se giró hacia el moreno para mirarle.

-¡Vaya! ¡Qué rápido!

Jungkook atrapó a Jimin, haciendo que este se pusiera de puntillas para besarle. Tenía una caja en la mano y no quería soltarla.

Expediente Manila (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora