Expediente Manila (COMPLETA)

El último obstáculo

Jungkook giró el cuerpo de Jimin hacia sí mismo, quería tenerlo frente a frente. El rubio tenía los mofletes rojos del calor de sus lágrimas. JK acercó sus labios a uno de ellos y le besó de forma tierna.

-Jimin-ah ¿qué pasa?

El mayor, sin soltar las sábanas, negaba con su cabeza en señal de que todo estaba bien, pero él sabía que no lo estaba.

-¿He sido muy brusco? ¿Te he hecho daño?

Jimin se quitó la sábana de la cara para ver la expresión preocupada de JK. Sacó sus brazos de debajo y rodeó el cuello del chico con cariño. Intentaba controlar su llanto. No esperaba despertarse con el mensaje de esa chica en el móvil de JK, pero si su Kookie no le había contestado quería decir que no estaba con ella. Aunque, sinceramente, lo que más le perturbaba era que hubieran llegado a la formalidad tan rápido cuando con él ni siquiera se lo habían dicho a todos los miembros después de casi un año. Entendía que ella era una chica, obviamente era mucho más fácil. Era lo que todos esperaban del maknae.

-Jungkook... Lo siento. No quería preocuparte. Últimamente, después de todo lo que ha pasado, estoy muy sensible... Solo es eso.

Jungkook acercó su frente a la cabeza del rubio para rozarse con ella y respirar el mismo aire que su amante.

-¿Seguro? ¿Es solo eso? -preguntó el joven con un tono de voz profundo.

Jimin asintió. Un segundo más tarde, un golpe en la puerta les sacó de su ensoñación.

-¡Parejita, arriba! ¡Jungkook ponte el uniforme que te llevo al instituto! -resonó la voz de Jin.

Jungkook se tiró en la cama hacia atrás dando un gran resoplido.

-Gracias que solo me quedan unos meses para acabar.

Jimin ni se acordaba del día en el que vivía, pero juraría que era sábado y no había clase. El rubio se sentó en la cama y miró al moreno que remoloneaba encima del colchón sin querer levantarse.

-¿Hoy no es sábado?

-Sí, pero hay un evento y debo ir -Jungkook soltó un grito leve de frustración-. No quiero ir... Es muy incómodo ser el mono de feria al que pasean por el centro.

-Lo harás genial... -Jimin le sonrió levemente-. ¿Estarán los demás de tu clase? -preguntó con sutileza.

Jungkook acercó una de sus manos a la espalda desnuda de su hyung y comenzó a acariciarla con un dedo sin darle importancia a sus palabras.

-Estaremos algunos... -Jungkook se perdió en la espalda del chico, se acercó a su parte lumbar y comenzó a repartir besos en ella-. Quiero quedarme aquí... Contigo.

Jimin moría de placer por sentir los cálidos labios de JK bajo su espalda. Cada vez subían más, por toda su columna vertebral hasta llegar a su nuca. Su punto peligroso. Los pelos se le erizaban al notar su saliva.

-Jungkook... Te tienes que ir...

-Un poquito más...

JK llegó al lateral del cuello, lamiendo toda la zona. El rubio notó una punzada. Se tocó con los dedos.

-Me dijiste que te marcara... -dijo JK con ojos de cachorrillo.

-¡Mierda!

-¡Jungkook! ¡Vamos! -volvió a gritar Jin.

-¡Ya voy! -el moreno volvió a mirar a Jimin-. Lo bueno es que en el comeback llevas cuello alto.

Jimin sonrió.

-Pues sí...

Jungkook besó a Jimin en los labios, pero fue algo corto, ya que el rubio lo apartó sutilmente de él.