Expediente Manila (COMPLETA)

¡LOVE YOU!

Jimin cogió un taxi rumbo a los dormitorios comunes. Sabía que todos estarían allí esperándole. La travesía se le estaba haciendo eterna, por lo que se puso a ojear su teléfono. Llevaba dos semanas sin entrar en twitter, los otros miembros le habían dicho que intentara no meterse. Jungkook había plasmado su enfado con él en canciones que había subido a lo largo de este tiempo tan turbulento. Pero ahora ya no había peligro. Jungkook no iba a volver a subir algo que le hiriese. ¡Ding! Una notificación de twitter se hizo notar eclipsando a todos los demás sonidos del vehículo. Un nuevo tweet en la cuenta de BTS acababa de aparecer, era de Jungkook. Había posteado otra canción llamada: Beautiful lies Pero ¿era para él? Ahora estaban bien, no entendía nada. Jimin miró el semáforo en rojo, ¡ponte en verde! Pensó para sus adentros. ¿Qué había pasado?

Unos truenos muy sonoros comenzaron a retumbar en el cielo, la lluvia no tardó en aparecer. ¡Otra vez! El tiempo parecía reflejar todos los sentimientos que se arremolinaban en el interior del joven. La carretera se convirtió en un caos. Cada vez que llovía la circulación de la ciudad era horrorosa. La pierna de Jimin no dejaba de moverse debido al nerviosismo. Había metido su móvil dentro del bolsillo, no quería mirar nada más. Solo necesitaba llegar. Miraba su reloj, los coches, al conductor.

-Perdone, ¿no puede ir más rápido?

-Lo siento, estamos en mitad de un atasco.

Jimin cogió su cartera y le pagó rápidamente.

-¿Pero...?

Abrió la puerta y salió corriendo. No quedaba mucho para llegar, ocho minutos manteniendo un ritmo constante y rápido. Si se quedaba en el taxi sería más de media hora asegurada. Se estaba empapando, pero daba igual. Solo quería llegar, ver la cara de JK y saber que todo estaba bien entre los dos. ¿Podría ser que Gyuri hubiera hecho otra de las suyas?

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RM, Jin y Tae estaban en el sofá del salón que compartían. RM estaba viendo un documental histórico. Jin llevaba una hora intentando cambiar el canal de televisión, pero no hubo manera de quitarle el mando a distancia al líder. Además, aún era su cumpleaños.

-Si no fuera tu cumpleaños hubiera usado mi comodín.

-El comodín de: ¿soy el mayor, respétame?

-Exacto.

RM y Jin se rieron juntos.

-¡Hyung! Tae esta a punto de caer.

Jin miró rápidamente hacia Tae. Estaba sentado, pero la cabeza le caía hacia un lado y parecía que se quería llevar al cuerpo con ella. Jin agarró a tiempo la cabeza de su menor y lo acostó en el sillón. Tae reaccionó con el tacto inesperado y se acercó hacia las piernas de su hyung, acariciándolo y recostándose sobre él. Jin parecía asustado por el momento, sobre todo porque RM lo estaba presenciando todo. El líder sonrió tímidamente y apartó la mirada como si no fuera con él la historia. Jin estaba muy ruborizado. Volvió a mirar a la pantalla mientras una de sus juguetonas manos comenzó a acariciar los mechones de pelo de Tae.

Jimin por fin llegó. RM y Jin giraron sus cabezas al ver al joven completamente mojado. El líder se levantó para recibirlo.

-Jimin, vas a coger un resfriado.

-¿Qué pasó con Gyuri? -dijo Jin desde su asiento.

-RM, ¿dónde está JK?

-En la habitación... -respondió el chico.

-Vale. Todo bien, gracias -dijo Jimin rápidamente saliendo de la sala común.

-¡Cámbiate esa ropa! -le gritó RM antes de que el rubio partiera.