Expediente Manila (COMPLETA)

Pistoletazo de salida

-...Sabes que yo he recibido amenazas de muerte alguna vez por ser como soy o por ser como la gente piensa que soy -Jimin apartó la mirada, pero JK atrapó una de sus manos para que no se sintiera solo-. Me dijeron que por mi influencia... Bueno... Por nuestra posible relación, tú habías comenzado a recibir las mismas amenazas.

Jungkook se acercó al cuerpo del rubio, rozando nariz con nariz de forma muy adorable. Jimin movió una de sus manos para poder acariciar una de las arrugas de la camiseta del maknae. Todo con tal de no mirarle. Estaban muy cerca y la tentación era demasiado grande. Necesitaba acabar con lo que estaba diciendo.

-Mucha gente quiere que nos separemos porque te hago parecer "gay". Y eso te convierte en otro blanco fácil al que disparar. Jungkook... -Jimin miró a los ojos que tenía enfrente. JK acarició su mejilla con amor-. Yo no quiero que sufras lo mismo que yo. Prefiero mil veces recibir hate y amenazas por partida doble a que tú pases por esto. O que esas amenazas de muerte se hagan una realidad... No podría perdonármelo...

Jimin cerró los ojos dejando salir alguna que otra lágrima. JK comenzó a besar todos los rincones de la cara del rubio por los que caían sus lágrimas. Los ojos, la nariz, las mejillas... Sus labios. Fue delicado, no se ensañó mucho con ellos, solo quería que supiera que estaba ahí para él.

-Jimin... Prefiero el hate y las amenazas a que te apartes de mi.

-Eso lo dices ahora...

-Lo digo ahora y siempre. Puede que suene muy brusco, pero prefiero morirme hoy a volverte a perder.

Jimin se separó del menor odiando esas palabras que acababa de decir. El simple hecho de pensarlo le ocasionaba pavor.

-No sabes lo que dices.

Jungkook no le dejó escapar. Le cogió de la cintura y lo atrajo aún más hacia él.

-Te lo digo como lo siento. No sé que pasará mañana y tú tampoco lo sabes, pero te amo Jimin, te amo con tanta fuerza que mi corazón no aguantaría otra partida.

Jimin le observaba, le había dicho que le amaba. Era una palabra muy poco habitual en el maknae. Qué bien sonaba salido de sus preciosos labios.

-Yo solo... No quiero que te pase nada -pudo decir el rubio.

-Jimin, si no recibo hate por esto será por otra cosa. Y las amenazas son solo eso, amenazas. Es a lo que nos exponemos todos. Una amenaza de muerte que hipotéticamente se haga realidad me hará daño,  pero no estar contigo es una muerte asegurada.

Jimin no sabía a dónde mirar. Estaba atrapado por el brazo de Jungkook y este no estaba dispuesto a soltarle. Sus palabras le estaban conmoviendo. De repente comenzó a sentirse mal por haber tomado la decisión de forma unilateral. Pensaba que el maknae no lo comprendería, pero su pequeño había madurado mucho en estos años.

-Jimin... ¿Me amas?

Los ojos oscuros del rubio repararon en las pupilas del menor. ¿Qué si le ama? No le cabía en el pecho todo lo que sentía por él. El mayor recordó aquellos momentos que vio en su sueño durante su estancia en el hospital. Aquella alianza que le prometía amor eterno. ¿Sería verdad? ¿Estarían tan bien años más tarde si lo seguían intentando? ¿Podrían mostrar su amor ante tanta gente sin que importara nada más?

-Te amo Jungkook... Te amo con todo mi corazón. Quiero estar contigo siem...

No le dejó acabar la frase. JK lo volvió a atrapar con sus labios, pero esta vez más profundamente. Jimin se dejó llevar. Puso su mano en la nuca de Jungkook y le invitó a seguir. Le metió la lengua en la boca buscando la suya. Comenzaron un baile de saliva en donde acabarían empapados tanto el uno como el otro. Jimin estaba feliz, por fin lo había soltado todo. Sin dejar nada para mañana. Sin más malentendidos. Le había contado lo que llevaba semanas encogiendo su corazón. Jungkook tenía razón, lucharían juntos. No estaba solo. Era una relación de dos.