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El aliento de Mauricio recuperó su flujo normal cuando observó su figura delgada y erguida ligeramente escondida detrás de la pesada cortina de la sala de estar.

No hay movimiento en absoluto.

Mauricio suspiró y caminó suavemente hacia Joaquin:

-... ¿Todavía quieres comer espinacas?

Joaquin se dio vuelta lentamente, había demasiadas emociones en sus ojos que no podían ser controladas, Mauricio no puede entender lo que pasa -o no quería entenderlo-. Sacudió la cabeza, extendió la mano y agarró la muñeca de Joaquin:

-Vamos a la cama.

El castaño se sorprendió, pero luego sonrió, su expresión era suave.

-Acabas de hablarme de comida. ¿Por qué quieres que volvamos a la habitación?

Entonces Mauricio soltó la mano del más bajo. Bajó la cabeza y apretó los labios. Cuando finalmente habló, su voz se volvió borrosa. Quebrada por las lágrimas que estaba soportando:

-Sé que sabes que está pasando... ¿Quieres verlo?

Mauricio sabe que Joaquin ama a Emilio, y también sabe que si va y lo observa al menos por un segundo... Puede que no vuelva con él otra vez.

Sin embargo, todavía respeta las decisiones de Joaquin. Como lo ama, no puede soportar que sea infeliz.

Joaquin parece estar muy sorprendido y pregunta:

-¿Por qué debería verlo?


Ahora recuerda claramente el día en que decidió irse. Observó la cabeza de Emilio desde el piso de arriba. Solo quería mirar su cara, pero el hombre no volteó ni una sola vez. Ya que Emilio no le permitió hacerlo, él no dejaría que Emilio lo viera, ni siquiera ahora.

Algunas cosas ya no pueden arreglarse, algunas cosas estaban ya suficientemente destrozadas... No se puede esperar que un vaso de agua esté caliente cuando lo dejaste por años en el congelador.

Joaquin también sentía que Emilio y él mismo estaban muy avergonzados, se habían humillado demasiado. ¿Por qué hacerlo todavía más?

Entonces se giró y golpeó las pesadas cortinas opacas:

-Me siento mal, voy dormir un rato... Pero no lo ignores, o se va a quedar allí por mucho tiempo más. No es de los que se cansa rápido.

Mauricio abrió la boca y no pudo decir nada,miró al pequeño lentamente, y notó que parecía no tener ningún apego a todo lo que había dejado detrás de él. No podía decir si se sentía afortunado o estaba decepcionado.

Mariscal teme que Joaquin se vaya, pero aún más que eso, está triste de ver como no tiene rastro alguno de nostalgia por este mundo.

Emilio y él, finalmente tienen una de las cosas más grandes en común:

No pueden dejar de amar a Joaquin pese a que no hay esperanza.

Verdadero o falso, si es dolor o cariño, no hay gran diferencia.

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Emilio todavía se encuentra afuera de la puerta. Sus dedos están temblando y el medicamento se derrama por el pasto cuando intenta meterlo en su boca. No importa si tiene que esperar demasiado. No importa que su corazón duela, lo necesita. Lo desea tanto...

Los pensamientos se van haciendo un poco confusos. La imagen que se muestra frente a él es la de un jóven junto a un jazmín. El siguiente cuadro, sin embargo, es una escena violenta de sexo en la cama del departamento.

-Joaco, no me dejes. No me dejes, no me dejes.-sus ojos son rojizos ahora-. No te vayas a donde no pueda seguirte.

En el 2003,Emilio arrastró a Joaquin hacía el área de cuarentena. En el medio de la noche, sostenía su cabeza, lo abrazaba y lloraba diciendo:

-No vayas demasiado lejos, no vayas a donde no pueda seguirte... Si te pasa algo, ¿cómo podría vivir?


M

ientras tanto, Joaquin está sentado en el borde de la cama. Su mente estaba perdida en la cintura recta de Emilio, en el hombre cayendo de rodillas junto a la cerca metálica... No podía esperar a que se fuera a la casa y se quedara solo en un sillón, no podía esperar por verle llorar mientras leía los viejos sentimientos que tenía ocultos en sus poemas. Lo quería retorciéndose,lo quería llorando.

Lo quería...

Las lágrimas le surcaron las mejillas. A veces, la decepción es absolutamente desgarradora.



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Debo confesar que este es uno de mis capítulos favoritos ,no tanto por el trama si no por las frases que están en la historia.
Esas frases desde que las leí me llegó a lo más profundo de mi corazón.

Y más la de :Ya que Emilio no dejó verlo, él no dejará que lo viera nisiquiera  ahora

Nos leemos mañana....


Los diez años en los que más te amé || EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora