Los diez años en los que más te amé || Emiliaco

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Emilio en realidad se arrepiente un poco por todo. En estos años, ha aumentado sus habilidades y se ha rodeado de personas poderosas para pulir su temperamento.
No puede ser rebelde con la gente qué lo rodea y no tiene el hábito de molestar a Joaquín,o al menos no lo tenía .

- Lo digo, porque no quiero que te relaciones con extraños.- aunque Emilio era el culpable, estaba justificando un poco sus acciones- tú amigo definitivamente no es una buena persona, metiéndote en su auto ¿Y si te hubiera llevado otro lugar?

Joaquín se alejó un poco de él y tocó  suavemente la inflamación en su propia mejilla. Su voz estaba atorada, hundida en su garganta:

- No eres una buena persona, estaría mejor en otro lugar. - pensé que estaba bien contigo, incluso si me fue difícil, estaba tan feliz de haber pasado por todo esto a tu lado.
La picazón del séptimo año entra con todos, pero a nosotros ya nos duro 10 años. Pensé que la gente siempre cambian y qué tú cambiarías también.
Sin embargo, la razón del cambio ocurre solo si la persona en cuestión quiere cambiar- Joaquín cerró los ojos, no quería poner el poder restante de su vida en manos de Emilio- Separémonos por unos días , no quiero mantener por más tiempo una casa rota.

Joaquín estaba ligeramente agachado. Su voz era suave, clara, tranquila y agradable. Intentaba tener una conversación formal, de un modo informal.
Emilio guardó silencio por un largo tiempo antes de suspirar:

- Si esto se rompe, todo lo que construimos se romperá también. Quieres que te deje para que tú y tu supuesto amigo vuelvan juntos.

¿Cómo puede eso significa algo para mí? Incluso mi negocio puede venirse abajo.

Joaquín se sintió divertido:

-¿Qué? ¿ Las acciones que tienes no son suficientes para que pueda sobrevivir?¿Tienes que pagar por nuestros momentos juntos?¿Hay que pagar una tarifa de ruptura?

- Pienso en los hechos, recordé que cuando compramos la casa no estaba dispuesta a darnosla si no firmaban con mi nombre.... nunca preguntaron por ti - Emilio se burló - No necesito que me compenses con algo ¡ Sal si quieres! No vas a soportarlo, vas a sufrir sin mí, no es tan fácil como decir que esta casa está rota.

Finalmente, Joaquín arrugó el ceño,sus cejas bajaron, sus ojos se mostraban tristes y apagados.

Él no sonríe más ,solo suspira suavemente de vez en cuando :

-¿ Por qué haces esto? 14 años de sentimiento¿Porque tienes que arruinar tanto trabajo?

Emilio estaba inexplicablemente herido. Se inclinó se encogió de hombros y suaviso su voz.

- Sabes qué mi mal genio también me estimula, mi genio es mucho más grande que antes....Los que soy ahora ,es lo que nos da de comer .

- Lo que nos dividió - Joaquín siente que ya no quiere estar ahí por más tiempo, toma el teléfono de la mesa de café y envía con rapidez un mensaje de texto a Mauricio :
«Ayudame a organizar una cita para la quimioterapia».

La mano de Emilio, la que ahora sujeta a su muñeca temblaba con furia.Su irá ,el fuego en sus ojos tan palpable grito como si no pudiera contener lo más.

- ¡No te burles de mí! Lo digo en serio! ¡Siempre he sido una persona que no puede soportar esta clase de estupideces ! - Emilio apreto la parte posterior de sus dedos y volvió mucho más fuerte su agarre. Lo condujo a la puerta, la abrió y lo empujó fuera de la casa- ¡Joder vete ahora que está abierto vete si quieres!

Al principio Emilio pensó que era una pelea feroz, pero nunca espero ni un momento escuchar a Joaquín atreverse a decir que lo dejaría.
No tuvo tiempo de pensar acerca de cuánta emoción en su corazón era debido a la ira y a cuánta era gracias a la tristeza. Se sentía  incómodo con sus pensamientos y sólo podía calmarse si se desahogaba.

A pesar de su temperamento, lo amaba.

Joaquín fue excluido por Emilio, el cuerpo envuelto en sólo un pantalón de algodón fino. El edificio de apartamentos es de Gran altura pero no es frío, sin embargo las defensas de Joaquín no pueden pasar esto por alto.
No podía caminar, se acurrucó y se agachó en la puerta escondiendo la cabeza en sus rodillas y aunque no hubo ningún temblor evidente, la nariz de Joaquín comenzó a sangrar de nuevo.

Se limpió con la camisa de manera indiscriminada y sus ojos se cerraron debido al dolor de cabeza que estaba floreciendo de nuevo en su nuca, sentía mucho frío no sólo en su cuerpo sino en su corazón.

Era como un viento que calaba como tener un cristal enterrado, se estaba volviendo cada vez menos consciente del hombre que había amado durante 14 años.

Cuando joaquin levantó la cabeza, parecía que veía la luz final del oscuro y tenebroso corredor.