Andrea está en su clase de biología y también en su equipo, además parece conocer a todas mucho mejor que Kara, quien lleva ahí una semana entera, mientras la castaña lleva en el salón quince minutos, tal vez menos.
Kara muerde con nerviosismo la tapa de su bolígrafo mientras repasa, otra vez, si debería acercarse a su equipo y preguntar algo, cualquier cosa, al menos para hacerles saber de su existencia. Andrea atrapa su mirada en una de esas divagaciones, sonriéndole al notarla y decide acercarse, despidiéndose del grupo alrededor suyo, quienes la miran con extrañeza por haber tomado esa decisión: ¿Va a hablar con Kara Danvers? ¿La chica de atrás y quien nunca habla? ¿Por qué?
—Hola, Kara, ¿cómo va tu lunes? Yo puse como quince alarmas seguidas, porque no confío en mi misma y el cambio de horario es confuso, de cualquier forma casi llego tarde —comenta con su usual ánimo.
—Hola, Andrea, va bien, creo —responde y le hace una mueca, disfrazándola como una sonrisa. —Uhm, estamos en el mismo equipo, ¿cierto? —inquiere, como si no lo supiera todavía. Su técnica para obtener información es escuchar las conversaciones ajenas, tiene un muy buen oído y le es mucho más fácil que descubrir las cosas por su cuenta, no se enorgullece de ello, pero no le toma ningún esfuerzo, agacha la cabeza y finge no estar prestando atención. Así sabe quién sale con quién o cuándo va a ser la mejor fiesta o que no le agrada a nadie. Datos irrelevantes, la mayoría de las veces.
—¡Sí! Es genial, trabajaremos bien, lo presiento, ¿has hablado con las demás? —pregunta ella e intenta tener tacto al hacerlo, porque nadie le ha dicho nada bueno sobre Kara, quien aparta la mirada tratando de no exteriorizar su nerviosismo.
—No en realidad —o en lo absoluto. —¿Ellas te han dicho algo? Deberíamos compartir ideas y eso, no quiero dejarlo al último —cuando dice deberíamos le gustaría decir deberían, porque no está segura de compartir palabras en un futuro próximo con sus compañeras.
—Hasta el momento sólo sé que el Retículo Endoplasmático Liso suena como algo muy aburrido —dice Andrea y Kara ríe levemente, conoce el tema porque Alex tuvo biología celular. Ese semestre fue un dolor de cabeza.
—Sí, no es lo más emocionante —comenta, observando su libreta con la fecha escrita en la esquina superior y nota cómo la castaña toma el asiento a su lado, sorprendiéndose sin poder evitarlo.
—¿Podría ver tus apuntes de la semana anterior? No quiero estar tan perdida —pide y Kara le extiende su cuaderno en automático, ¿por qué en esa escuela comparten mesas? Rao. —Gracias, ¿sabes? El sábado cuando estaba con Lena pensé que te desagradaba en serio, pero espero podamos llevarnos bien, me agradas y a Lena también y ella me agrada a mí, sería un trato pacífico —dice y Kara no puede identificar la intención con la cual dice esas palabras, porque algo en su voz no hace sonar ese trato como algo pacífico, sino como algo obligatorio: "Será mejor si somos amigas, porque si no..." Y aunque tal vez es sólo ella imaginándolo su estómago se retuerce con incomodidad.
—Claro, suena bien —atina a responder y Andrea sonríe, complacida, devolviéndole su libreta.
Esa tarde Kara se esconde en su habitación todo el tiempo posible, saltándose incluso su cita implícitamente pactada con Lena. Solía encontrarla en el edificio A3 donde ella le entregaba su almuerzo y a veces buscaba una conversación, indagando, como si la rubia no fuese a notarlo, en su rutina asocial. Pero Kara se daba cuenta de a dónde se dirigían sus preguntas y no le importaba tanto responderlas, después de todo ya le había confesado su temor irracional a las personas. Ese día es diferente, no se siente bien, no quiere enfrentarse a la suave mirada verde de Lena, la cual sólo le dirige a ella.
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People can be good
FanfictionKara Danvers no ha tenido un muy buen verano, en realidad fue un asco. Ni siquiera piensa en él, pero ese incidente la lleva al lugar más inesperado: Irlanda. Específicamente al internado para chicas de Irlanda, donde, además de convivir con lo que...