¡Es 22 de septiembre! Eso sólo significa una cosa: Es el cumpleaños de Kara, fantástico, genial, increíble. Kara no puede estar más feliz (bueno sí podría, si estuviera con Alex) pero tiene a Lena y a Sam, quienes definitivamente son fantásticas. Por la mañana recibió un correo de felicitación de Alex y también uno de Eliza, ambas prometieron guardar su regalo para Navidad.
Cuando despierta se extraña al notar la ausencia somnolienta de Sam en su cama, pues las sábanas están vacías, hechas un desastre, pero vacías. Sin pensarlo demasiado se prepara para el día, apenas es miércoles y su primera clase es Historia, pésimo inicio de día. Sale del baño aún anudándose la corbata, viéndose al espejo. ¡Vaya! Tiene dieciséis años, se siente irreal, no puede evitar pensar en su familia, en su tía Astra, en el regalo que hubiera recibido de su parte, en el festejo usual de su casa. Suspira, despejando la mente mientras la puerta se abre. Dejando ver a Sam con un cupcake en las manos.
—¡¿Quién cumple años hoy?! —exclama sonriente. Kara se sorprende realmente mucho, devolviéndole la sonrisa.
—Yo —responde bajito y Sam entona "Feliz cumpleaños" tan bien como puede, emocionando a Kara hasta el límite, Dios, cuánto quiere a esa castaña. Cuando acaba la rubia no la deja decir nada pues ya está abrazándola con ímpetu. —Te quiero un montón, Sam —admite y su amiga se ríe.
—Yo también, Danvers, feliz cumpleaños —dice, apartándose del abrazo y dirigiéndose al armario para obtener su saco y su corbata. —Anda, comételo —Indica, señalando el cupcake. —Dieciséis años, eres una anciana.
—Oh, cállate —alega, mordiendo el bocadillo y manchándose del glaseado. Los golpes en la puerta la distraen, enseguida atiende, encontrándose a Lena ahí, quien en cuanto la ve sonríe.
—Tienes glaseado... bueno, en todas partes —saluda, Kara se relame los labios para limpiarlo no tan pulcramente y Lena como respuesta toma de su bolsillo un pañuelo de papel, pasándoselo por las comisuras de los labios. Kara le sonríe—Feliz cumpleaños, por cierto.
—Gracias —responde la rubia, acabándose su cupcake y sonriéndole a Lena, quien asoma la cabeza dentro del marco de la puerta, buscando a Sam con la mirada.
—¡Vamos, se hace tarde! —apremia, mientras Kara se limpia las manos con el pañuelo de papel e intenta enderezar su corbata, normalmente le queda bien pero hoy con las prisas está algo chueca.
—Lena, ¿me ayudas con esto? —inquiere, manteniendo la vista fija en la tela alrededor de su cuello, de franjas negras y verdes. Demasiado Slytherin para su gusto.
—Claro, cumpleañera, ven aquí —responde ella, tomando la corbata y rehaciendo el nudo con sus dedos largos haciendo cada paso meticulosamente, el nudo, como es de esperarse, queda impolutamente derecho. Da un paso atrás a su pesar, Kara huele a glaseado de fresa, es sorprendentemente agradable. —Ahí estás.
—¡Gracias! Debo irme o llegaré tarde, las veo luego —dice, sonriéndoles mientras se echa el maletín al hombro, encaminándose a la salida.
—¡Feliz cumpleaños, Danvers! —grita Sam, acomodando las solapas de su saco y cuando la ve irse voltea hacia Lena. —¿Todo listo? —pregunta y Lena como respuesta asiente. —Te odio por ser tan influyente.
—No te quejes, tu cupcake pareció gustarle —alega devuelta su amiga, sonriéndole burlonamente. —Y Dios, ¿podrías darte prisa? No quiero llegar tarde, hoy va a ser un buen día —añade, recogiendo el maletín de Sam y guardando la libreta que ella había olvidado sobre el escritorio. Luego se dirigen a sus respectivos salones, Lena está emocionada ni siquiera intentará negarlo.
Kara asiste a sus clases con normalidad e intenta no desanimarse por ese hecho, nadie ahí la conoce y por lo tanto a nadie ahí le importa su cumpleaños, era de esperarse, pero eso no lo hace menos doloroso. Echa de menos Midvale, ahí aunque sea la felicitarían en clases o le cantarían feliz cumpleaños y sus amigos planearían una gran tarde en su restaurante de pizza favorito. Sería un día genial, pero esta vez está en Irlanda, las cosas son diferentes y ella no comerá pizza como celebración por su cumpleaños, mientras antes lo acepte mejor. Sale del edificio encaminándose a su cita con Lena, por lo menos almorzará con ella, le agrada su compañía porque siempre tiene algo sobre qué conversar. Es genial. Llega ahí y se despista al verla con su ropa casual, sin su uniforme puesto. Ante su expresión de sorpresa Lena le sonríe radiantemente.
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People can be good
FanfictionKara Danvers no ha tenido un muy buen verano, en realidad fue un asco. Ni siquiera piensa en él, pero ese incidente la lleva al lugar más inesperado: Irlanda. Específicamente al internado para chicas de Irlanda, donde, además de convivir con lo que...