Cinco

1.6K 188 19
                                    

Los golpes en la puerta despiertan a Lena, su alarma ni siquiera ha sonado y no puede ser Sam, pues su amiga ni de chiste va a levantarse antes de las 8:30 de la mañana y se levantará a esa hora sólo porque debe presentarse al entrenamiento. Lena se sienta en su cama al persistir los golpes, con el ceño fruncido se quita las sábanas de encima. ¿Quién podría ser?

No tarda demasiado en descubrirlo, pues frente a su puerta hay una chica que no conoce de nada y quien, a juzgar por sus maletas, acaba de llegar al internado. Una semana tarde, menos mal.

—¡Hola! ¿Eres mi compañera de habitación? Creo que tengo un problema porque mi llave no funciona, ¿sabes con quién debo hablar para obtener otra? —dice, aturdiéndola.

—¿Qué? Debiste equivocarte, esta es una habitación individual, no la comparto con nadie —responde Lena.

—Tienes una suite, genial —dice y la pelinegra casi puede escuchar la risa de Sam. —Pero mira esto —alega ella, extendiéndole la ficha con su número de habitación: 9, la pelinegra le frunce el ceño de nuevo.

—Dale la vuelta —dice, comenzando a cerrar la puerta.

—¡Oh, eso tiene mucho sentido! Espera, oye, ¿crees que podrías enseñarme la escuela? No estuve aquí para los recorridos y apenas pude llegar al edificio —comenta con una sonrisa nerviosa y los ojos esperanzados. —Por favor —Añade, Lena acaba asintiendo.

—Te veo en el comedor a las 9 —dice y luego cierra la puerta.

—¡Oye, pero no sé dónde está el comedor! —grita ella del otro lado.

—¡Entonces te veo en la entrada! —grita devuelta, tumbándose en la cama.

—¡Soy Andrea Rojas, por cierto! —Lena no le responde.

A las 8:45 Lena baja las escaleras hasta la habitación de Sam, quiere discutir un poco acerca de cómo acabo enredada con una chica nueva y ahora es su guía turístico. A veces le gustaría decir no, con más facilidad. Entra sin tocar, como siempre y se topa con una Kara mayormente dormida, pero quien en cuanto la ve se levanta como resorte, quedando sentada en la cama. Lena adivina que Sam está cambiándose.

—Uy, lo siento, Kara, debería empezar a tocar la puerta —dice, mientras observa a la chica tallarse los ojos con cansancio. —Buenos días, por cierto —saluda, recibiendo la mirada de la rubia en su totalidad y apostaría a que sus ojos son demasiado azules como para ser de verdad, pero no puede comprobarlo porque ella aparta la vista poco después, tanteando en su mesita de noche hasta obtener sus gafas.

—Buenos días, Lena —responde. —¿Qué haces aquí tan temprano? —pregunta volviendo a recostarse en la cama, mirando al techo.

—Sólo pasaba a decirle algo a Sam, nada importante —explica ella, sentándose a la orilla de la cama de su amiga. Kara no puede responder porque la castaña aparece entonces con cara de pocos amigos al ser tan temprano en sábado, sacrilegio. Se escabulle dentro del baño, mientras ellas dos se saludan y escucha a Lena reír antes de cerrar la puerta.

—Iugh, odio el baloncesto —se queja Sam, recogiendo su maleta de debajo de la cama, —Y odio a la entrenadora —sigue, —Y me odio a mi por ser tan buena en el baloncesto como para ser fundamental en los entrenamientos —acaba por decir, —Además, se me está haciendo tarde, ¿qué haces aquí, por cierto? —inquiere.

—Vamos, te cuento en las escaleras —responde Lena, caminando hacia la puerta. —¡Adiós Kara, prometo empezar a tocar la puerta antes de entrar! —grita y luego sale detrás de Sam.

Es sábado, se dice Kara y los sábados se desayunan pancakes, al menos solían desayunarse. Ahora está en Irlanda, ¿por qué está en Irlanda? Sí, obtuvo una beca, sí, ella misma eligió Irlanda, pero ¿por qué motivo de todos los lugares eligió este? A menudo creía que sólo le había dado vuelta al globo terráqueo y había señalado cualquier lugar. Ella sabía las razones detrás de su intercambio, todas ellas, pero no estaba dispuesta a repasarlas, no aún. Su pasado estaba demasiado fresco y Kara no quería mancharse, sólo iba a afrontar su presente, aún si eso significaba no desayunar pancakes en sábado.

People can be goodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora