Angels

Prólogo + nota

En el pequeño pueblo de Alderwood, la vida transcurría con una calma inmutable, como si el tiempo se hubiera detenido en un perpetuo susurro de rutina y previsibilidad. Las campanas de la iglesia resonaban con puntualidad cada domingo, y las conversaciones en el café local giraban en torno a los mismos temas de siempre: el clima, la cosecha y los inevitables chismes del pueblo.

Thalia, una joven con sueños más grandes que los confines de Alderwood, anhelaba una vida más allá de las colinas y los bosques que bordeaban su hogar. Con una mezcla de esperanza y nerviosismo, se dirigía al centro del pueblo en busca de un trabajo como camarera en el café. Necesitaba el dinero, pero más que eso, necesitaba una distracción, algo que la alejara de la monotonía que parecía aprisionar su espíritu.

Fue entonces, en medio del bullicio de una tarde cualquiera, cuando lo vio por primera vez. Dean. Un forastero con una presencia tan enigmática que parecía desentonar con el entorno apacible de Alderwood. Sus ojos, oscuros y profundos, llevaban consigo una carga de secretos que despertaron en Thalia una curiosidad insaciable.

Dean no era como los demás. Había algo en él que sugería una conexión con un mundo más vasto, más antiguo y lleno de misterios que Thalia solo había imaginado en sus sueños. Poco sabía ella que su encuentro con Dean no era una mera coincidencia, sino el primer paso hacia una aventura que desafiaría su comprensión de la realidad y cambiaría su vida para siempre.

En un lugar donde lo extraordinario rara vez tocaba la vida cotidiana, Thalia se encontraría atrapada en una red de secretos y revelaciones. Dean, con su pasado oculto y su aura misteriosa, sería la llave para desentrañar un destino que nunca había previsto.

Mientras Thalía apenas comenzaba su vida cotidiana tras un pasado oscuro, Dean decidió observarla de lejos, sin saber que algún día descubrirá un destino que dependerá de ella.

Dean observó como Thalía entraba a la cafetería para trabajar.

— ¿Un café? — Pregunta Thalía a un cliente que se encuentra sentado en una mesa sin saber de quien se trataba.

• Nota Importante

Esta historia prácticamente fué publicada en 2021, luego lo dejé en borradores y ahora he decidido volver a publicarlo.

No tiene nada que ver con el libro Hijo del Diablo. Está historia también es mi propia imaginación y está prohibido copiarla.