Angels

Capítulo 20

El día comenzó con una nevada ligera, cubriendo las calles y los árboles con una suave capa de blanco, que brillaba bajo el sol invernal. Thalía, aún inquieta después de los últimos días y las revelaciones que había experimentado, caminaba hacia su casa después de su turno en el café. Aunque el frío aire helado la envolvía, su mente estaba atrapada en otra tormenta, una interna, hecha de dudas y emociones confusas.

El camino hacia la paz que había buscado desde que conoció a Dean parecía haberse vuelto más turbulento con cada revelación que surgía. Aunque había comenzado a aceptarlo y se sentía más cerca de él de lo que jamás hubiera imaginado, algo en su interior siempre le decía que había cosas que Dean no le contaba, secretos que él prefería mantener ocultos. Y esa idea la atormentaba.

De repente, sintió una presencia cercana, algo que heló su corazón, pero que no venía del frío que la rodeaba. Se detuvo, mirando a su alrededor, aunque no veía a nadie en las calles vacías por la tarde invernal. Pero podía sentirlo. Algo o alguien la estaba observando.

-Thalía, ¿verdad? -Una voz femenina suave rompió el silencio.

Thalía dio un paso atrás, girando hacia la fuente de la voz. Allí, a unos metros de distancia, apareció una figura envuelta en un abrigo oscuro. La mujer, elegante y de porte imponente, irradiaba una energía extraña, una mezcla de serenidad y poder. Aunque la neblina y la nieve la envolvían, su presencia no podía ser ignorada.

-¿Quién eres? - Preguntó Thalía con cautela, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

La mujer sonrió ligeramente, aunque la sonrisa no alcanzó sus ojos.

-Me llamo Liora. - Tespondió, dando un paso hacia adelante, sus botas crujían sobre la nieve fresca. -Debo hablar contigo sobre alguien a quien conoces muy bien... Dean.

Thalía sintió un escalofrío recorrer su columna. El nombre de Dean en labios de esta desconocida encendió todas las alarmas en su mente.

-¿Qué quieres de mí? - Preguntó Thalía, retrocediendo instintivamente.

Liora alzó una mano, como intentando calmarla.

-No te haré daño, Thalía. Solo quiero que sepas la verdad. Tienes derecho a conocerla.

La expresión de Thalía se endureció. Había escuchado demasiadas "verdades" en las últimas semanas, y la mayoría de ellas solo había servido para complicar aún más su vida.

-¿De qué estás hablando? -Insistió Thalía, su tono lleno de desconfianza.

Liora dio un paso más, su mirada firme en Thalía.

-Dean no te ha sido completamente honesto. Hay cosas sobre su pasado que él no te ha contado... cosas que podrían cambiar tu forma de verlo. Y creo que mereces saberlo.

Thalía cruzó los brazos, tratando de mantener la compostura, aunque por dentro sentía una mezcla de miedo y rabia.

-¿Qué clase de cosas? - Preguntó, sintiendo que se adentraba en territorio peligroso.

Liora suspiró, y sus ojos se suavizaron por un momento.

-Dean es más complicado de lo que aparenta. Lo que él ha hecho en su pasado... no ha sido siempre por el bien de la humanidad. Y a veces, sus errores tienen consecuencias. Consecuencias graves.

-¿Qué tipo de consecuencias? -Insistió Thalía, su voz temblando con una mezcla de confusión y preocupación.

Liora se acercó un poco más, su expresión ahora llena de seriedad.

-Hubo una vez... una joven, como tú, que también fue elegida. Se llamaba Elise. Dean tenía la responsabilidad de protegerla, de guiarla, como lo hace ahora contigo. Pero... algo salió mal. Él no fue capaz de salvarla. Y por su culpa, Elise murió.