Capítulo 22

133 18 0
                                    

Thalía se sentía perdida en un torbellino de dudas y confusión. La reciente revelación sobre Dean, la confrontación con Liora y el nuevo ángel con el sufijo "El" la habían dejado en un estado de desasosiego. La idea de que Dean fuera un ángel caído y que la guerra se acercara a la Tierra la estaba afectando profundamente. No solo tenía que procesar todo lo que había aprendido, sino también enfrentar las consecuencias de estas revelaciones.

Decidió pasar el tiempo con su familia, buscando en la rutina familiar un refugio de la tormenta emocional en la que se encontraba. La Navidad estaba cerca, y la calidez del hogar familiar parecía un contraste agradable con el frío y la niebla de la realidad que enfrentaba. Mientras ayudaba a su madre, Diana, con los preparativos para la festividad, Thalía trató de encontrar algo de normalidad en medio del caos.

—Mamá, ¿quieres que te ayude con algo más? — Preguntó Thalía, mientras cortaba verduras para la cena navideña.

Diana, que estaba decorando la mesa, le lanzó una sonrisa amable.

—No te preocupes, querida. Ya casi tenemos todo listo. Solo relájate un poco. Ha sido un año agitado, y te mereces un descanso.

Thalía asintió, aunque su mente seguía ocupada con los eventos recientes. El silencio en la cocina se volvió una pausa tranquila en su mente tumultuosa.

—¿Cómo está Simon? — Preguntó Diana, notando la expresión pensativa de su hija.

—Está bien. — Respondió Thalía, intentando sonar optimista. — Lo he visto bastante últimamente. Ha sido un buen amigo durante todo esto.

La presencia de Simon en su vida había sido un ancla en medio del mar de incertidumbre. A pesar de los conflictos internos y la tensión con Dean, su amigo siempre estaba allí para ofrecerle apoyo incondicional.

Esa noche, después de la cena, Thalía se dirigió a su habitación. Se sentó en el borde de la cama, contemplando el caos que había invadido su vida. La guerra celestial, la traición, y el dolor por Elise, todo se había convertido en una carga abrumadora. Trató de ordenar sus pensamientos mientras miraba por la ventana la nieve que caía suavemente, cubriendo el mundo exterior con un manto blanco y tranquilo.

A la mañana siguiente, Thalía se encontró con Simon en el parque cercano. La nieve crujía bajo sus pasos mientras caminaban juntos, tratando de disfrutar de la tranquilidad del invierno.

—¿Cómo has estado? — Preguntó Simon, rompiendo el silencio.

—Intentando procesar todo. —Admitió Thalía. — A veces, siento que estoy en medio de una tormenta que no puedo controlar.

Simon la miró con comprensión.

— Lo entiendo. Pero, si necesitas tiempo para ordenar tus pensamientos, estoy aquí para ti. No tienes que enfrentarlo todo de una vez.

Thalía agradeció el apoyo de Simon, reconociendo la estabilidad que él le ofrecía en medio de su turbulencia emocional.

De regreso en casa, mientras Diana preparaba el almuerzo, Thalía sintió la necesidad de aclarar sus pensamientos y emociones. Decidió que tenía que enfrentarse a la verdad, no solo sobre Dean, sino también sobre lo que realmente quería para su futuro.

La puerta principal de la casa se abrió de golpe, interrumpiendo el tranquilo ambiente navideño. Thalía se volvió al escuchar el sonido y vio a un desconocido en el umbral. Era un hombre alto y elegante, con un aire de autoridad y una mirada intensa que captó su atención de inmediato.

—¿Puedo ayudarle? — Preguntó Thalía, tratando de esconder su sorpresa.

El hombre la miró con una expresión seria pero no amenazante.

Angels Donde viven las historias. Descúbrelo ahora