Los últimos días habían estado llenos de extrañas sensaciones, como si el aire alrededor de Thalía se hubiera vuelto más denso, cargado de algo que ella no podía nombrar. A pesar de mantener una rutina diaria, sentía el peso del collar sobre su pecho como una presencia latente, como si algo dentro de él estuviera esperando. Las palabras de Dean sobre el regalo y su conexión con Elise no se iban de su mente. Aunque él había hablado de la espada antes, Thalía no había comprendido del todo su importancia hasta ahora.
Aquella noche, mientras se acomodaba en su cama, volvió a sostener el collar entre sus dedos. Era una costumbre que había desarrollado desde que Dean se lo regaló, como si sostenerlo le diera una sensación de seguridad. Sabía que había sido un objeto de protección, que Dean se lo había dado a Elise antes de que muriera, y que ahora estaba en sus manos para un propósito similar. Pero había algo más. Algo que no podía descifrar.
El collar, como si respondiera a sus pensamientos, comenzó a vibrar ligeramente. Thalía lo observó con atención, sintiendo una energía extraña a través de su piel. De repente, la joya en el centro del colgante comenzó a brillar intensamente, bañando la habitación con una luz dorada. La vibración se intensificó y, antes de que pudiera procesar lo que estaba ocurriendo, el collar desapareció de sus manos.
En su lugar, algo pesado y brillante apareció en su palma.
Thalía miró con asombro lo que sostenía: una espada dorada, resplandeciente bajo la luz. Era majestuosa y poderosa, más allá de cualquier cosa que hubiera visto en su vida. La hoja brillaba como si hubiera sido forjada con la luz misma, y la empuñadura, perfectamente equilibrada, parecía hecha a medida para sus manos. Sentía una conexión profunda con ese arma, como si siempre hubiera sido parte de ella, aunque nunca antes la había visto.
El aire se volvió denso a su alrededor, y la energía que la espada irradiaba llenaba la habitación. Su corazón latía con fuerza, no solo por la sorpresa sino también por una sensación de responsabilidad que ahora recaía sobre sus hombros. Esta espada no era solo un arma; era algo más, algo que tenía que ver con su destino y con la guerra que se avecinaba.
Dean apareció en el umbral de la puerta, su rostro una mezcla de asombro y algo más profundo, tal vez culpa. Sabía lo que había pasado, o al menos lo esperaba. Cuando vio la espada en sus manos, suspiró con el peso de la resignación y dio un paso hacia ella.
—Thalía... — Susurró Dean, mirando la espada con reverencia y preocupación. —Ha vuelto.
—¿Qué es esto? — Preguntó Thalía, sin apartar la vista de la hoja resplandeciente. —¿Por qué me la diste?
Dean se acercó lentamente, su mirada seria.
—No es cualquier espada. —respondió. —Esta espada fue forjada para un ángel poderoso, un ser que estuvo entre los más grandes de los cielos. Durante siglos, protegió a la humanidad y a los seres divinos por igual. Pero, en una batalla, fue perdida... hasta que cayó en mis manos. Intenté usarla para proteger a Elise, pero fallé. Ahora... parece que el destino ha decidido que la espada te elija a ti.
—¿Por qué yo? — Preguntó Thalía, su voz temblorosa.
Dean se tomó un momento para responder, sus ojos reflejando recuerdos dolorosos.
—Porque el destino no se detiene, Thalía. Porque esta guerra está más cerca de lo que imaginamos, y alguien necesita empuñar esta espada. Me entregaron la espada hace mucho tiempo para proteger a alguien que fallé en salvar. —Dean hizo una pausa, mirando la hoja brillante. — Cuando te conocí, vi algo en ti que me recordó a Elise, pero ahora entiendo que no se trataba solo de recuerdos o nostalgia. La espada lo sabía. Te eligió a ti, como una protectora.
Thalía intentó procesar todo esto. Había escuchado las historias de Elise, sabía que Dean había intentado protegerla, pero no sabía que la espada tenía una historia tan antigua y poderosa.
—¿Así que ahora soy... qué? ¿Una guerrera en esta batalla celestial? —Preguntó, tratando de entender su papel en todo esto.
Dean asintió lentamente.
— No será fácil, pero tienes el poder de hacer una diferencia, de ser una fuerza en esta guerra. — Susurró, mirando profundamente en sus ojos. —Te entrenaré, te guiaré. Pero debes entender que esto es más grande que cualquiera de nosotros.
Thalía bajó la mirada hacia la espada, sintiendo el peso de sus palabras. Podía sentir la energía fluida que pasaba desde la empuñadura a través de sus brazos, como si la espada fuera una extensión de sí misma. Su miedo inicial se desvaneció lentamente, reemplazado por una determinación naciente. Tal vez no había pedido este destino, pero ahora sabía que no podía ignorarlo.
Dean dio un paso adelante, su expresión más suave.
—Sé que esto es mucho para ti, —dijo en voz baja. —Pero no estás sola. Simon, yo... te apoyaremos. La batalla que se avecina será difícil, pero eres más fuerte de lo que crees.
Thalía asintió lentamente, aunque todavía estaba procesando todo. Levantó la espada una última vez, la luz brillando intensamente a su alrededor antes de desvanecerse gradualmente. Con un suspiro, la hoja se disolvió en el aire, y el collar apareció nuevamente en su mano, como si nada hubiera pasado.
—Esto... esto no es solo una batalla entre ángeles y demonios, ¿verdad? —Preguntó Thalía, con la voz firme.
Dean negó con la cabeza.
—Es más que eso. Esta es una batalla por el equilibrio del mundo, por la esencia misma de lo que significa vivir. La guerra está en los cielos, pero también en la Tierra, y afecta a todos los seres. — Hizo una pausa, mirándola con intensidad. —Y tú eres una pieza clave en todo esto.
Thalía respiró hondo. Sentía el peso de las palabras de Dean, pero también algo más, algo que la empujaba a aceptar su destino. No sabía qué deparaba el futuro, pero sabía que no podía dar marcha atrás.
La guerra se avecinaba, y ella estaba en el centro de todo.

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Angels
Science FictionThalia es una chica que está tratando de conseguir un trabajo de camarera cuando conoció a Dean, un chico misterioso cargado de secretos que podría cambiar el mundo de Thalia al completo. ⚠️ Personajes basados en mi propia adaptación No copyright