El aire se sentía diferente aquella mañana. No era solo la brisa fría del invierno ni la calma que parecía envolver la ciudad bajo la suave manta de nieve. Había algo más, una tensión en el aire que Thalía no podía ignorar, aunque no lograba identificar exactamente de dónde provenía.
Habían pasado días desde la última vez que se había reunido con Dean y Simon, y en ese tiempo, la vida había seguido su curso, pero con una creciente sensación de inquietud. Había intentado mantener una apariencia de normalidad, yendo al trabajo y pasando tiempo con su familia, pero en el fondo sabía que las cosas ya no eran las mismas. Desde las revelaciones de Liora, la duda se había instalado en su mente, y aunque se había alejado de Dean, no podía sacarlo de su pensamiento.
Esa mañana, después de tomarse un café en su cocina y escuchar las noticias en un intento fallido por distraerse, Thalía decidió salir a caminar. El aire fresco la ayudaría a despejar la mente, o al menos eso esperaba. Se envolvió en su abrigo, ajustándose la bufanda alrededor del cuello, y salió a las calles nevadas de su vecindario.
Mientras caminaba, no podía dejar de sentir que algo invisible se movía a su alrededor. No había una lógica que lo explicara, pero era como si el aire estuviera cargado de energía, algo antiguo y poderoso que se estaba manifestando en el mundo. Desde que había comenzado a investigar sobre los ángeles, Thalía había aprendido a confiar en sus instintos, y ahora, esos instintos le decían que algo importante estaba a punto de suceder.
A lo lejos, vio una figura familiar acercándose. Era Dean. Su corazón dio un vuelco al verlo, aunque no sabía si era por la emoción o el miedo. Había intentado mantenerse alejada de él, pero su presencia parecía inevitable, como si estuviera entrelazado con su destino de una manera que no podía deshacer.
Dean la vio y se acercó con cautela. Sus ojos brillaban con una intensidad que Thalía no recordaba haber visto antes. Había algo diferente en él, algo más profundo, más... sobrenatural.
—Thalía. — Su voz era suave, pero cargada de gravedad. — Sabía que te encontraría aquí.
Thalía lo miró, con una mezcla de emociones que la confundían.
—Dean... no sé qué decir. — Respondió, cruzando los brazos como si intentara protegerse de lo que estaba por venir. — Las cosas están tan... confusas. No sé si puedo seguir con esto. Todo lo que Liora me dijo... Y ahora, estas sensaciones extrañas, algo está ocurriendo y no sé qué es.
Dean se quedó en silencio por un momento, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras.
—No puedo negar lo que Liora te dijo. — Admitió, finalmente. — Pero tampoco puedo dejarte enfrentarte a esto sola. Lo que está sucediendo es más grande de lo que cualquiera de nosotros puede imaginar. Hay fuerzas en movimiento que llevan siglos esperando este momento.
Thalía lo miró directamente a los ojos, buscando alguna señal de engaño, pero solo vio una sinceridad dolorosa. Entonces, algo sucedió. El collar que Dean le había dado mucho tiempo atrás comenzó a brillar, emitiendo una suave luz dorada. Thalía lo tocó instintivamente, sintiendo un calor reconfortante que se extendía por todo su cuerpo.
—¿Qué... qué significa esto? — Preguntó, su voz temblorosa.
Dean dio un paso adelante, acercándose a ella con una calma inquietante.
—El collar siempre ha sido un símbolo de protección, pero también es un vínculo entre tú y algo mucho más grande. Está reaccionando porque algo se acerca. — Hizo una pausa, sus ojos fijos en los de Thalía. — La guerra que ha estado librándose en el cielo durante tanto tiempo... está empezando a desbordarse hacia este mundo.
Thalía sintió un nudo en el estómago. Sabía que Dean no estaba exagerando. Durante semanas había sentido que algo estaba cambiando, algo más allá de su comprensión. Pero ahora, con Dean confirmándolo, la realidad de lo que estaban enfrentando comenzaba a asentarse en su mente.
—¿Qué se supone que debo hacer? — Preguntó, su voz apenas un susurro.
Dean le tomó las manos, su toque cálido y reconfortante a pesar del frío que los rodeaba.
—Tienes un papel en todo esto, Thalía. No es casualidad que hayas sido elegida para portar ese collar. Eres más fuerte de lo que crees. Y no te preocupes, no estarás sola. Simon y yo estaremos contigo, pase lo que pase.
El nombre de Simon despertó algo en Thalía. Recordó la amistad inquebrantable que siempre habían compartido y cómo Simon siempre había estado a su lado. Aunque las cosas con Dean habían comenzado a cambiar, Simon seguía siendo una figura central en su vida, y no podía imaginarse atravesando todo esto sin él.
—Tengo que hablar con Simon. — Dijo, retirando suavemente sus manos de las de Dean. — Necesito que él también sepa todo esto. Si vamos a enfrentarnos a lo que sea que venga, él debe estar preparado.
Dean asintió con gravedad.
—Hazlo. Simon es más importante de lo que crees. Él también tiene un papel en todo esto, aunque no lo entienda del todo todavía.
Thalía lo miró, agradecida por su honestidad. A pesar de todas las dudas que había tenido, sentía que Dean estaba siendo sincero con ella, y eso le daba un pequeño consuelo en medio de la tormenta que se avecinaba.
Cuando finalmente se despidieron, Thalía se dirigió hacia la casa de Simon. La nieve había comenzado a caer más fuerte, cubriendo las calles en un manto blanco y silencioso. A medida que caminaba, sus pensamientos se centraban en lo que Dean le había dicho. La guerra en el cielo, la protección del collar, su papel en todo esto... Era mucho para procesar, pero sabía que no podía huir más de la verdad.
Al llegar a la casa de Simon, lo encontró sentado en el sofá, leyendo uno de los libros que siempre llevaba consigo. Al verla entrar, levantó la vista y sonrió, aunque su expresión pronto se tornó preocupada al ver el rostro de Thalía.
—¿Qué sucede? — Preguntó, dejando el libro a un lado.
Thalía se sentó junto a él, sintiendo una calma momentánea en su presencia.
—Necesitamos hablar. — Dijo, con una seriedad que no pasó desapercibida para Simon.
A medida que le contaba todo lo que había descubierto, Simon la escuchaba con atención, sus ojos llenos de preocupación pero también de una determinación silenciosa. Sabía que lo que estaban enfrentando era peligroso, pero también sabía que no dejaría que Thalía lo enfrentara sola.
El mundo a su alrededor estaba cambiando, volviéndose cada vez más extraño y peligroso, pero Thalía sabía que con Simon a su lado, y a pesar de las dudas que tenía sobre Dean, no estaba completamente perdida.

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Angels
Bilim KurguThalia es una chica que está tratando de conseguir un trabajo de camarera cuando conoció a Dean, un chico misterioso cargado de secretos que podría cambiar el mundo de Thalia al completo. ⚠️ Personajes basados en mi propia adaptación No copyright