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Tn y Asano llegaron a su vecindario tras el viaje a Kyoto, se despidieron y cada uno fue hacia su casa. La joven ingresó a su hogar, se quitó los zapatos y subió las escaleras hacia su cuarto, sorprendiéndose al ver varias bolsas de compras sobre su cama.

– ¿Qué...? –murmuró, confusa.

Ingresó, cerrando la puerta tras de sí, dejó su bolso sobre el baúl a los pies de su cama y se acercó a aquellas bolsas, todas con nombres de marcas costosas, nacionales e internacionales.

– Hm. Tienen que ser de parte de mi madre...o alguno de sus amantes –rodó los ojos.

Suspiró y abrió las bolsas, sacando ropa, zapatos y accesorios, todo en tonalidades claras, pasteles y de aspecto infantilizado, algunos más que otros.

– Lindo...

La joven comenzó a guardar la ropa, luego los zapatos, y finalmente los accesorios; se quitó el uniforme y se vistió con ropa más cómoda, llevó su uniforme al cuarto de lavado y se dirigió luego a la sala, sentándose delante de su piano.

– Oh, querido...Te extrañé en mi corta ausencia –sonrió.

Tomó la tapa que protegía las teclas, para dejar estas expuestas y, antes de comenzar a tocar, su teléfono comenzó a sonar. Suspiró, observó la pantalla y contestó.

– Madre, buenos días.

– Tn, ¿Ya estás en casa?

– Sí, madre.

– Muy bien. ¿Viste la ropa nueva?

– Sí, madre. Me gustaron mucho, muchas gracias.

– Oh, no fue nada. Conocí al señor Nakawa, el político, en una cena. Le agradé mucho, hablamos bastante y dijo ser tu fanático –rió.– Así que esta mañana envió muchos regalos para nosotras. ¡Qué adorable! ¿Verdad? –rió.

– Sí, madre. Si hablas con él nuevamente, por favor agradécele de mi parte.

– Oh, podrás agradecerle tú.

– ¿Ah?

– Esta noche habrá una reunión importante, el señor Nakawa y muchos políticos importantes estarán ahí, también Gakuhō, así que ponte a practicar, date un baño y alístate bien, pasaré por ti a las 19. Ya sabes cómo me gusta que vistas, no me hagas esperar y no te pongas cualquier tontería.

– ...Entendido, madre.

– Muy bien. Te veo en la noche. Adiós.

La llamada finalizó. La joven bajó el teléfono y suspiró, sintiéndose agotada con sólo pensar que debía tocar para personas importantes. Un maullido se oyó a su lado, llamando su atención; al ver al suelo, se encontró con su gatito mascota, el cual tomó en sus brazos mientras sonreía.

– Hola, Lyub. ¿Dónde estabas? –rió, acariciando su cabeza.– Te daré un dulce e iré a la tienda por un energizante, lo necesitaré esta noche –suspiró.

Bajó la tapa de las teclas del piano, se levantó y se dirigió a la cocina por los dulces del felino, tomó uno y luego bajó a su mascota, para entregarle aquel caramelo para gatos; sonrió, acariciando su cabeza. Se dirigió a su cuarto por su bolso, fue a la entrada para colocarse sus zapatos y salió de casa, dirigiéndose a la tienda.


Asano salió de casa tras cambiarse de ropa y comenzó a caminar, sorprendiéndose al ver a su novia a unos metros.

Detention 🏩 Gakushū AsanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora