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[Salón de Profesores]

El Profesor Ono abrió los ojos y boca con sorpresa al ver las dos enormes pilas de libros sobre el escritorio.

– ¡¿T-Todo esto es para el examen de matemáticas?!

– Sí –sonrió otro profesor, nervioso.–, el Director dijo que pusiéramos las preguntas más difíciles de todo este material.

El hombre tomó dos de aquellos libros.

– ¡¿Y todo esto para un examen de secundaria?! ¡Podrían entrar a una universidad mediocre con esto! ¿A qué nivel pretende el Director llevar a estos estudiantes?

[Oficina del Director]

Gakuhō entró a su oficina, cerrando la puerta tras de sí, y miró a su escritorio, abriendo los ojos con algo de sorpresa. Noemi estaba sentada en la silla del escritorio, con un cigarrillo en su mano, y conversando con Koro-sensei, quien estaba arrodillado a un lado y con una revista en sus manos. Sobre la mesa había una cajita de cartón.

– Oh, Gaku –sonrió.

– Vaya, es inusual verlo por aquí –comenzó a caminar, acercándose.– No he estado haciendo nada malo, Koro-sensei.

– Sí, lo sé. Usted irá con los métodos ortodoxos hasta el final –se levantó.– No recurrirá a trucos baratos a esta altura del juego –tomó la caja de cartón.

– Noemi, ¿No tienes trabajo?

– Ahora mismo, estoy más preocupada por el desempeño de Tn.

Ella se levantó de la silla y se sentó sobre el escritorio, cruzando una pierna sobre otra, mientras el Director tomaba asiento en su silla.

– ¿Estaban teniendo una charla entretenida?

– Koro-sensei parece ser alguien que sabe mucho. Es agradable hablar con personas así.

– Ya veo –sonrió.

– Esta podría ser nuestra última batalla educacional –abrió la caja y enseñó su contenido.– Una muestra de agradecimiento por no rechazar mi presencia y permitirme estar aquí.

– Koro-sensei, esta es la primera escuela donde ha enseñado, ¿Verdad? –abrió uno de los cajones del escritorio.

– ¿Cómo lo supo?

– Es usted un aficionado –guardó el listado de la Clase A.– No dirá una palabra de por qué se convirtió en profesor... –cerró el cajón.– Tal vez me lo dirá cuando gane.

– No hay mucho qué decir al respecto –tomó uno de los pasteles de la caja.– En términos generales, existen dos razones para que una persona desee enseñar algo: que quiera transmitir sus éxitos, o que quiera transmitir sus fracasos. ¿Cuál de las dos es su razón, Director Asano?

Él sonrió.

– Quién sabe...

– ¿Y usted, Noemi-san?

– ¿Yo? Yo no soy profesora –rió.

– Pero se ha encargado de la educación de Satō-san, ¿No?

– De hecho...a Tn la educó una institutriz.

– Pero usted influenció a Tn. Le enseñó mucho, ¿Verdad?

– Sí, pero sólo como madre –fumó.

[Una semana después]

La Clase E iba por los pasillos del Edificio Principal, rumo a aquel salón donde solían dar sus exámenes. Al pasar delante de la Clase A, vieron a aquellos que parecían zombies pegados a las ventanas de la puerta.

Detention 🏩 Gakushū AsanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora