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- No puede ser, mi mamá me aventará  un florero cuando llegue a casa. - decía Mashiho, caminando hacia el salón de arte, en donde pasaría las siguientes tres horas de detención. - Le dije que me despertaría temprano.

- Por qué hablas solo? - Doyoung apareció de repente a su izquierda, con otras galletas en su mano.

- Mi mamá me dijo que si volvía a llegar tarde a la escuela, ella me traería a las cuatro de la mañana y tendría que esperar hasta las seis a que la abran. - dice pareciendo estresado. - A esa hora soy una roca, no un humano.

Doyoung soltó una risa, ahogandose con la galleta que recién se había metido a la boca. - Lo... siento. - dice golpeandose el pecho.

Mashiho mira con atención cómo el pelirrojo se ahogaba con la galleta, para después ponerse rojo.

Doyoung alza el paquete de galletas, mirándolo mal. - Cómo algo tan hermoso puede hacerte tanto daño?

Mashiho mira raro al menor, entrando al salón.

Al entrar, tres alumnos ya estaban ahí, hablando entre ellos.

Sus mejillas se volvieron rojas al ver a Kim Junkyu, el chico que le gustaba desde que lo vió en el primer año.

- Hey! Kim Doyoung! - en los asientos de adelante, Junkyu alzó la voz, llamando la atención del pelirrojo. - Otra vez extorsionaste al director con galletas?

Doyoung mostró una mueca, acercándose. - Ese tonto algún día cederá, nadie se resiste a las galletas. - se sienta a un lado de Junkyu.

- Me das una? - pregunta Junkyu, acercando su mano al paquete.

- Aleja tus sucias manos de mis galletas. - le da un golpe en la mano, para después mirar a los otros dos que estaban ahí, mirandolos por largos segundos. - No sé quienes son. - dice. - Quiénes son?

- Soy Park Jihoon. - sonríe el rubio. - Él  es mi primo, Yoshinori.

- Park Jihoon, Yoshinori, quieren galletas? - ofrece, y al instante, ambos niegan. - Genial, porque ya se me acabaron. - dice haciendo bolita el paquete.

Mashiho se sienta tímidamente en unos asientos más alejados de los otros, sintiéndose nervioso.

Yoshi lo mira desde lejos, llamando la atención de Jihoon. - Mira, es el chico de la mañana. - lo señala con la cabeza.

Jihoon voltea, achinando sus ojos. - Veo algo pequeño y morado. - dice tratando de mirarlo. - No veo más.

- Es el chico que no trajiste a la escuela. - lo mira. - De seguro está en detención porque llegó tarde.

- O tal vez golpeó a un estudiante y por eso está aquí. - dice Jihoon alzando los hombros. - Supongo que nunca lo sabremos.

La puerta del salón se vuelve a abrir, mostrando a otros tres chicos.

- Es enserio, Haru, debes ir al doctor. - decía el moreno hacia el más alto de los tres. - Alguien no puede roncar tan fuerte.

El más alto rodó los ojos. - Todo el mundo ronca.

- Yo no ronco. - Doyoung alzó una mano, ahora comiendo un pan.

Junkyu frunció el ceño al mirarlo. - De dónde sacas tanta comida?

- Un mago nunca revela sus secretos. - dice, pareciendo misterioso.

- No eres un mago.

- No, pero la comida es mágica y es lo mismo. - responde.

Jeongwoo se sienta en la silla a un lado de Jihoon, aún hablando con Haruto. - Te llevaré al doctor.

- No necesito ir al doctor. - responde el japonés ya cansado, sentándose en el asiento de atrás a la izquierda de Jeongwoo.

Parallel Generation ● TreasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora